Retornos con doble efecto
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Volver al trabajo y volver a la escuela
Son acciones con doble efecto. Uno bueno y otro no. “Me libro de enfermedad si no voy a la escuela pero disminuye mi aprendizaje integral”. “No me contagio al no ir al trabajo pero tampoco produzco. Hay un bien que se logra: la salud; pero hay valores que se devaloran: educación y economía.
Hay otras situaciones en que se dan esas acciones con doble efecto bipolar, disyuntivo y dilemático: Si hay niños tomados como rehenes, surge la doble opción para el ejército: o atacamos para rescatar, corriendo el riesgo de algunas muertes o no atacamos: nadie muere pero tampoco hay rescate.
En esas situaciones se prefiere querer directamente, decidir y luchar por el efecto bueno, permitiendo que haya algún riesgo de muerte para algunos.
De hecho algunos, por ejemplo, nunca toman un vuelo por miedo a morir. Olvidan que la vida es un vuelo que puede cesar en cualquier momento.
El retorno al trabajo y el retorno a clase son acciones con doble efecto y habrá siempre algo que buscar directamente y también algo negativo que permitir. No parece lo mejor la mera abstención, la inhibición, la renuncia, la abstención porque, algunas veces, al no actuar, lo malo se vuelve peor.
LENGUAJE CUANTITATIVO Y DILEMÁTICO
La ciudadanía no solo tiene voto sino también tiene voz. Y con esa voz habla un lenguaje, hasta ahora, limitado: Es lenguaje cuantitativo porque vota y se cuentan sus votos y es dilemático porque casi siempre le dicen que diga: “sí” o “no”.
-Oye, ¿tú fuiste a la consulta pasada para decir “sí” o “no”?
-Yo con mi voto electoral di mi mandato de que en todo se hiciera justicia. Si me vuelven a preguntar que si así lo quiero digo que “sí”. Y en la próxima me preguntarán que si quiero que sigan sirviendo los elegidos. Los que votaron por un sexenio de gobierno dirán sí y dirán “no” los que votaron por otros candidatos. Está en la ley eso de ratificar o revocar. Claro que se puede cambiar de opinión después de un tiempo transcurrido.
ESTRÉS POSTRAUMÁTICO
Son pocos y no se dan abasto los psicólogos en el tiempo pandémico. Soledades, encierros, o incomunicaciones, conflictos, depresiones, temores y desesperanza han sacudido muchas barcas y han multiplicado naufragios.
Mucha gente no ha desarrollado su sistema mental inmunológico. Por falta de entrenamiento en las pequeñas podas que se presentan cada día, las toman como heridas y se sienten víctimas ofendidas, menospreciadas, discriminadas. Y se va volviendo epidémico el pesimismo, el desánimo, la tristeza, y la propia desestima.
La reciedumbre interior de la fe ha sido para no pocos el principal anticuerpo que no permite ninguna infección de negatividad. Aplican una eficiente automedicación de pensamientos sanadores, de buenas noticias enraizadas en su fe, su esperanza y su amor y esa poderosa conversación con el Tú divino que les multiplica victorias.
La atención psicológica y el dinamismo de una creencia auténtica y bien fundada no pone la atención solo en lo que amenaza sino en la fuerza interior de una Presencia que todo lo vence...