Socialismo sí, comunismo no
Existe la comisión de libros de textos. Una idea plural donde se plasma antes del papel, cada uno de los objetivos
Creemos en la bonanza de la educación. Desde la preprimaria hasta la preparatoria, los bachilleres, obligación del estado mexicano de ofrecer para toda la población.
Los 126 millones de connacionales tienen el privilegio pagado por los impuestos de todos.
Cada año se implementan reformas inconcebibles. Revisiones a los materiales utilizados. Incluso los últimos viernes de cada mes se programan promociones de dudas y respuestas.
Existe la comisión de libros de textos. Una idea plural donde se plasma antes del papel, cada uno de los objetivos.
Lastimar la educación, como lo machacaron en los años previos a la instalación de libros gratuitos, con la simplona idea de corromper la mente de los infantes, de prepararlos para su envío en tropel a Cuba, Rusia o China.
Esos famosos casos de campos de reeducación comunista jamás llegaron a instalarse en México. No existió conjura internacional ni dobles agentes internados en el territorio nacional.
Poner en picota, azuzar a los padres de familia, por el pensamiento político personal de cada uno, representa la calamidad de los esbirros de la comunicación social.
Algunos de ellos son seguidores del cruz azul, del américa, los pumas, hasta de los tigres de la uanl. No los convierte en porros de la monumental o de la ultra, quienes chocan con las otras barras visitantes.
El contenido social de la historia debe permanecer laico e imparcial. Sin importar si es privada o pública.
Evitar el retablo alto en los salones de clase.
Por un lado, Benito Juárez. En el otro, la foto del Papa Francisco. Dependiendo el día de aula abierta o la visita del inspector de la SEP. Invirtiendo los frentes, según el target.
Encuesta Vanguardia
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