Ante la revelación de que presuntamente entregó dinero del narco al presidente López Obrador, VANGUARDIA publicó en 2007 cómo operaba Sergio Villarreal Barragán ‘El Grande’ en La Laguna
- 30 abril 2024
En los últimos días, el nombre de Sergio Villarreal Barragán, ‘El Grande’, se posicionó en la opinión pública a raíz de la publicación del libro “La Historia Secreta. AMLO y el Cártel de Sinaloa”, escrito por la periodista Anabel Hernández.
El libro detalla que “El Grande” confesó haber entregado dinero al ahora presidente Andrés Manuel López Obrador para su campaña presidencial de 2006 y que también entregó dinero al ex secretario de Seguridad federal, Genaro García Luna.
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Trabajos periodísticos publicados a principios de 2024 acusaban que el Cártel de Sinaloa había apoyado a López Obrador directamente, sin embargo no se había dado a conocer la identidad de quién presuntamente habría hecho esas entregas.
“El Grande” estaba ligado al Cártel de Sinaloa y era considerado como uno de los principales operadores de los Beltrán Leyva.
Fue un personaje conocido en Coahuila, pues durante años su zona de influencia fue La Laguna, en la entidad coahuilense y Durango.
En 2007, VANGUARDIA publicó a través de la revista SEMANARIO, un reportaje que detalle cómo operaba Villarreal en La Laguna, de acuerdo con una investigación de la entonces Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
AQUÍ EL REPORTAJE PUBLICADO EL 21 DE MAYO DEL 2007:
La tarde del 11 de mayo llegaron tres coronas mortuorias a la Dirección de Seguridad Pública y una a las oficinas de la Policía Preventiva Estatal en Torreón. Lleva tan mensajes claros. Venía una lista de posibles ajusticiados. En una de ellas venía un mapa dela República Mexicana con una ”Z”. En otra decía: “Arriba Sinaloa”. Las coronas provenían de los dos grupos delictivos rivales que han hecho del trasiego de drogas y la delincuencia organizada en México, una guerra territorial en todo el país.
Según un informe de la Secretaría de la Defensa Nacional, ambos pelean la llamada “Ruta del centro” que parte desde Chiapas, pasando por Torreón, hasta llegar a Ciudad Juárez, Chihuahua.
Días antes, el 26 de abril las instalaciones de la Secretaría de Protección y Vialidad, así como las de La Dirección Estatal de Investigaciones, en Gómez Palacio, Durango recibieron ataques con granadas que usaron la muerte de un preventivo.
Gámez Palacio, hasta hace poco, era dominado por Sergio Villarreal “El Grande”, ubicado como cabecilla del Cártel de Juárez asociado con el Cártel de Sinaloa de “El Chapo” Guzmán, en sucesión de Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”.
LOS INFORMANTES DICEN...
En una averiguación previa abierta en la Subsecretaría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, se indica la probable responsabilidad en la comisión de los delitos de Delincuencia Organizada, Delitos contra la Salud y Homicidio, en contra de Sergio Villarreal “El grande” así como del gatillero Claro Burciaga, de Isaías Castillo Luna y José Luis Rodriguez “El Tenientillo”. En la averiguación, hablan testigos protegidos que explican la manera de operar de este grupo delictivo.
“Martín”, uno de los testigos, detalla en el documento que a finales de febrero de 2004 se enteró, por medio de tres agentes de la entonces Policía Ministerial de Gómez Palacio, que Sergio Villarreal “El Grande”, estaba reclutando gente para su organización, de preferencia policías o ex policías. Él fue uno de los invitados. La descripción que “Martín” hace de Villareal es “Estatura alta de aproximadamente 2 metros, Tez blanca apiñonada, complexión robusta, mas bien atlético, sus facciones de la cara: nariz afilada larga, ojos grandes de color café, pelo corto castaño, con cabellera rala, no usa barba ni bigote”.
Martín relata que la cantidad que “El Grande” pagaba por custodia para él y su familia, era de unos 300 dólares por semana hasta hace dos años y medio. Se reunía con varios expendedores en la parte trasera de un restaurante llamado “El Forastero”, ubicado en el periférico de Gómez Palacio, donde a menudo explicaba que tenía que ser él a quien le compraran la cocaína al precio de 13 millones de dólares por kilo. Entre los asistentes s esas reuniones estaban Juan “El Ruedas”, David Requejo, “El Padre”, “El Guacho” (ex ministerial). Arturo Gorena, Héctor Pineda “El Lic.” (ex locutor de un noticiero en Canal l2) y el dueño del restaurante, Alfredo Murcia, de nacionalidad colombiana; todos manejaban un número considerable de “tienditas”.
Las entregas de droga eran cada 15 días en una camioneta Ford Lobo 2004. “Martin”, participaba recibiendo el vehículo que transportaba la mercancía, sacándola de los compartimientos secretos ubicados en el respaldo del asiento y los interiores de las vestiduras de las puertas. Manejaban un total de 37 kilogramos por quincena.
La cocaína era llevada a Lerdo desde México, a veces llegaba de Chiapas. El chofer era Arturo Gorena Hermosillo, a quien “Martín” ubica como agente del Ministerio Publico de la Federación. La entrega era a un grupo de personas encabezadas por Ramiro Ceniceros, ex agente de la Policía Ministerial, mismo que entregaba en las “tienditas” y se encargaba de los cobros.
COMANDADO POR ARTURO BELTRÁN LEYVA
Otro informante que declara en esta averiguación, “Mas quien manifiesta haber trabajado para Arturo Beltrán Leyva ‘El Barbas’, considerado brazo derecho de ‘El Chapo’ Guzmán, señala en el documento que Sergio Villareal ‘El Grande’ es el encargado del control de estupefacientes en el estado de Durango”.
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Detalla que “El Grande” fue, hace aproximadamente 1O años, comandante en el área de Recuperación de Vehículos en Torreón, Coahuila, y comandante de la Policía Judicial Federal en Michoacán. También que vivía en una casa de seguridad en Lerdo, donde almacenaba armas. Héctor Beltrán, narra “Mario” en el documento, de actividades de realizar actividades en Durango dejando el cargo a “El Grande” quien tiene como colaborador a Claro Burciaga, jefe de sicarios y encargado de ejecuciones.
”Mario” comenta: “Claro Burciaga es el gatillero de la organización, es decir, el brazo ejecutor, fue quien participó en las muertes que descubrí anteriormente como lo son, las de los pilotos (hallados el 9 de febrero de 2007) y los Gavira Zapién (en octubre de 2006) y otras que no recuerdo, pero “El Grande” se lo llevó cuando iba a tomar la plaza de Chiapas, es decir la plaza para controlar el narcotráfico, y estuvieron un tiempo en ese estado hace como dos años”. La muerte de los Gavira Zapién fue porque -según “Mario”- Sergio Villareal aseguraba que Carlos Gavira Zapién estaba haciendo mucho alboroto en la ciudad, efectuando robos a mano armada y eso hacía ruido dentro de la plaza. También, porque lo vinculaba con una organización criminal opositora. A Carlos Gavira se le detuvo un fin de semana, “El Tagle” le sembró 20 grapas de cocaína.
En los estudios efectuados en Dirección Estatal de Investigación se le declaró adicto. Al salir, lo mataron secuestrando a su hermana Perla Karina, cuyo cuerpo apareció dos días después, ultimado con una 9 milímetros, arma que utilizaba Claro Burciaga en sus ejecuciones. Claro Burciaga tenía como ayudantes a su hijo José Burciaga, y a Jesús Meraz Guevara, José Luis Rodríguez “El Teniente, cuya clave era “Pegaso”, y cobraba por llevar la droga en maletas. A “El Teniente” lo ayudaba Jorge Zamora ”El Pollo”. Otros colaboradores, mencionados, eran “Paco” con clave “Puma”, encargado de retenes clandestinos en carreteras federales y contacto con Policías Federales Preventivos. Instalaban los retenes en la autopista Durango-Gómez Palacio y en la carretera libre.
PROTECCIÓN DE FUNCIONARIOS
No especifica el día ni el mes, pero “Mario” agrega que en 2005, caso que “Martín” no recuerda, fue dada la orden de llevar cabritos y un borrego a una casa de Lerdo. Ahí tenían un invitado especial, el delegado de la PGR en el estado de Durango, Mario narra que al lugar llegó el entonces subdirector de Seguridad Pública en el municipio, Isaías Castillo Lura y su escolta, quien recibió una llamada al celular alertándolo sobre la presencia de militares. De inmediato, lsaías Castillo advirtió a las personas que resguardaban la casa que escondieran sus armas ante la presencia del Ejército, que iban encabezados por el general Miranda de la zona militar de Torreón, quienes rodearon ha casa y luego entraron domicilio. Isaías Castillo se identificó como funcionario y fue puesto en libertad. Detuvieron a tres personas que fueron subidas a una Hummer.
Instantes después, luego de una llamada de Castillo Luna, llegó la entonces alcaldesa de Lerdo, Rosario Castro Lozano y el director de Seguridad Pública Municipal, Raúl Villegas.
Rosario Castro se identificó con el general Miranda, solicitándole una orden de cateo. Al no haber orden oficial, exigió la libertad de las tres personas, alegando la falta de jurisdicción para detener a personas en los límites de Lerdo.
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Miranda accedió, explicando que recibió una llamada reportando varias personas armadas en el domicilio. Así, la fiesta no se llevó acabo.
DINERO A CAMPAÑAS ELECTORALES
El 21 de febrero de 2007 desapareció Francisco León García, “Pancholeón”, ex candidato al Senado por el PRD, cuando se dirigía a una mina de la familia. “Martín” refiere que años antes fue presentado a “El Grande” por “El Guacha”, y luego ambos comenzaron a frecuentarse.
Durante las charlas, Francisco León refería ser un candidato fuerte, que incluso podía ganar la alcaldía de Gómez Palacio. Necesitaba dinero para su campaña, así que Sergio Villarreal comenzó a apoyarlo con 10 mil dólares por semana para su precampaña. “Mario” detalla que Francisco León recibía esos 10 mil dólares semanales desde mediados de 2006.
Agrega que “El Grande” pagó el evento de cierre de campaña en el lecho seco del Río Nazas, con la Banda Limón, erogando al alrededor de 30 mil dólares. Aclara que Francisco León le prometió a ”El Grande”, que en caso de ganar la Presidencia Municipal, le concedería diversos puestos dentro de su Ayuntamiento. Entre ellos el de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal. Francisco León no ganó, y desde aquel 21 de febrero cuando desapareció no se sabe nada de él, incluso si aún sigue con vida o no.
AMIGOS DE GENERACIÓN
Según “Mario”, Sergio Villarreal fue compañero de generación en la Policía Judicial Federal del anterior subprocurador de Justicia de la Región Lagunera de Durango, Hugo Armando Reséndiz, arraigado por la PGR el 18 de febrero de 2007 por nexos con el narcotráfico.
También, refiere, se relacionó con el ex comandante del Grupo de Apoyo Táctico de la Policía Municipal de Gómez Palacio: “El Tagle”. Hugo Armando Reséndiz se encargaba de informar a “El Grande” acerca de las denuncias que ha había en su contra, la cual proporcionaba a través de una radio Unefon que el mismo “Mario” había entregado.
En una ocasión le fue entregada a Reséndiz la cantidad de 5 mil dólares. A menudo, Reséndiz recibía en hoteles la visita de mujeres procedentes de “El Bunker”, un table dance de la localidad, en recompensa por sus informes detallados, los cuales consistían en pitazos de posibles cateos y denuncias.
Hasta el momento, un grupo paramilitar vinculado con el narcotráfico se quiere apoderar de la plaza que antes pertenecía a “El Grande”, quien ya no está en la región.
Claro Burciaga, según fuentes oficiales, anda divagando por Sinaloa, tratando de salvar su vida. Apenas el 13 de mayo, fue encontrado Sabino Burciaga (familiar del gatillero Claro) con el cuerpo totalmente desmembrado. El 14 de mayo fue levantado por 4 personas disfrazadas de agentes de la AFI, Enrique Ruiz Arévalo, director general para la Investigación del Secuestro y Crimen Organizado de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Hasta hoy no se sabe de su paradero. Todas estas revelaciones indican la raíz del problema que hoy vive La Laguna. Ya no se puede decir más que Coahuila es un lugar donde el narcotráfico no tiene presencia. Ya es un muevo frente de batalla.