‘Ya no hay locos’; el espíritu vence siempre
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Necesitamos revivir a ese manchego soñador en el corazón de México, para combatir con valentía
En memoria de mi padre.
Gabriel Zaid afirma que, en México, a mayor esfuerzo educativo menos lectores. Según el autor, la mitad de los universitarios no compran libros, esto indica “algo realmente inaudito: en México la clase ilustrada es aún más bruta que la clase iletrada”.
Si bien es cierto que el confinamiento aumentó la lectura en México, la realidad es que, según la Ocde y a la Unesco, México ocupa el lugar 107 de 108 países con hábito de la lectura y para muestra un botón: en Canadá el promedio anual de libros leídos por persona es de 17.5, mientras en nuestro país sólo se leen 2.9 libros al año. ¡Alarmante!
Comento lo anterior debido a que el 23 de abril se conmemora “Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor”, cuya intención es fomentar la lectura, alentar a la industria editorial y proteger la propiedad intelectual mediante el derecho de autor.
La lectura puede cambiar la vida de las personas, como es el caso del Miguel de Cervantes y su Quijote que siguen inspirando a todas las personas que lo leen
y que se atreven a forjar sus
propias utopías.
EL PRÍNCIPE DE
LOS INGENIOS
“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no hace mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”, así empieza el libro de ficción más famoso del habla hispana, me refiero a “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” que por su narrativa es considerado universalmente como el mejor libro jamás publicado y se encuentra en el segundo lugar, después de la Biblia, en traducciones a diferentes lenguas. Sin lugar a duda, esta obra es también un tesoro lingüístico, pues nuestro idioma bastante le debe.
Don Quijote originalmente fue español, pero hoy también es mexicano; hoy, en definitiva, este forjador de ideales, junto con su creador, son personajes universales, razón por la cual se les recuerda y honra en el mundo entero.
Don Quijote y Sancho Panza, aun cuando nunca se han ido, aunque siempre han peregrinado entre nosotros, volverán a sus andadas con inusitada fuerza e imparable empeño; ambos personajes, permanentemente actuales, seguirán inspirando a las personas que buscan la libertad, la justicia y el heroísmo.
INMORTAL PERSONAJE
Bueno es recordar a este autor, pues su idea genial de “Don Quijote”, al ser siempre joven y vocero espiritual de la gente común y corriente, desde siempre, este guerrero de ideales, ha servido de inspiración a innumerables artistas, autores, músicos, compositores, escultores, pintores y demás creativos; de hecho, el mismísimo Borges dijo:” Siempre pienso que una de las cosas felices que me han ocurrido en la vida es haber conocido a Don Quijote”.
En las obras de los más grandes se descubre la luz resplandeciente de los ideales, valores y virtudes inmortales y universales que se fraguaron en la nítida alma del hidalgo y de su inesperable escudero Sancho Panza.
Bueno es leer o releer las aventuras del Caballero de la Triste Figura, pues como bien lo dicen Manea y Navalón: “Los que han leído o no el Quijote, saben que la gran enseñanza de la obra es que el loco era el cuerdo y que todos los cuerdos, al sacrificar sus sueños, ahogar sus utopías y abandonar su búsqueda de libertad, eran los locos”.
UN ALTO IDEAL
Las ganas de vivir y cabalgar imposibles aventuras de Don Quijote son inmensas, tal vez por ello, colmado e hinchado de entusiasmo, se autonombra caballero y se dispone a cuidar, proteger y deshacer agravios de su hermosa dama Dulcinea del Toboso; Tal vez por ello, su forma de ver las realidades del mundo son siempre inocentes y puras; tal vez por ello, este caballero siempre busca la justicia y ayudar desinteresadamente a los desventurados, pobres y desfavorecidos; tal vez por ello, permanentemente busca la belleza, el heroísmo y la conquista de sus ideales y sueños sin importar el sacrificio, siempre siendo él mismo y sin considerar las adversas realidades que presenta la vida; sin importar las ruindades humanas que descubren la decadencia social; tal vez por ello, Don Quijote le dice al mundo, especialmente a los jóvenes, que existe
un derecho universal que es
fundamental en toda persona:
el derecho a soñar.
El Caballero le dice a toda persona: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres”.
Palabras sabias. Insustituibles.
LA EMOCIÓN DE UN IDEAL
José ingenieros, empieza su libro “El Hombre Mediocre” diciendo: “Cuando pones la proa visionaria hacia una estrella y tiendes el ala hacia tal excelsitud inasible, afanoso de perfección y rebelde a la mediocridad, llevas en ti el resorte misterioso de un Ideal. Es ascua sagrada, capaz de templarte para grandes acciones. Custódiala; si la dejas apagar no se reenciende jamás. Y si ella muere en ti, quedas inerte: fría bazofia humana”.
Esas palabras bien describen la osadía de vivir del Caballero peregrino, porque la causa y compañera de sus andanzas es su rotunda fe en sus propios ideales, sus inquebrantables creencias y la fuerza de su ilimitado esfuerzo para obtener victoria sobre los infortunios e imposibles.
CABALLEROS ANDANTES
Ejemplo para la juventud de hoy es Don Quijote por el llamado ético que propone en todas sus aventuras y quehaceres, por su aspiración constante en la búsqueda del bien y la justicia, por jamás considerar estériles sus atrevimientos, por ser manantial del idealismo e imperecedera fuente de creación para transformar al mundo. Y este antiquísimo caballero es el que, constantemente, le ordena al joven del siglo XXI: “Despierta y haz de cada día una experiencia luminosa”.
El Quijote enseña que, aunque el cuerpo salga magullado en las batallas, el espíritu vence siempre, principio básico que debe considerar toda persona que desea convertir en realidad sus sueños, ideales y emprendimientos; esos que quieren ser hacedores de nuevas realidades; para lograrlo podrían como Don Quijote, asumir las reglas de la locura, inventarse utopías que los puedan convertir en caballeros andantes para destruir esos molinos de viento grotescos y gigantes que son reales y que continuamente intentan carcomer sus espíritus e idiotizar sus mentes; para conseguirlo convendría matar a
esos dioses que hoy se adoran
y veneran.
Esos dioses de la comodidad, la velocidad y el éxtasis que hacen languidecer a la juventud a destiempo: el consumismo desmedido, las drogas, el alcohol, el sexo irresponsable que asesina al amor y destruye toda posibilidad de compromiso (bien lo dijo Don Quijote: “Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama”); a la violencia, a la búsqueda del placer por el placer mismo, a la tecnología que sustituye los encuentros y la cercanía humana, a la indolencia ante el dolor ajeno; al nihilismo y la ausencia de creencia en Dios que despoja sus jóvenes almas de todo bien para atiborrarlas de desesperanza y sinsentido, secuestrándoles su llamado. Su vocación de vivir. Su libertad de ser.
YA NO HAY LOCOS
Concuerdo con León Felipe: “Ya no hay locos, amigos, ya no hay locos. Se murió aquel manchego,
aquel estrafalario fantasma del
desierto”.
Hoy, más que nunca, se requieren de esos locos cuyos sueños pueden cambiar todo lo que se proponen. Necesitamos revivir a ese manchego soñador en el corazón de México, para combatir con valentía a los fantasmas y las aciagas realidades del presente
que nos tienen en permanente
insomnio.
Es urgente hacer andar de nuevo al príncipe de los ingenios para inspirar a esos “locos” que sin temor se atreven a cambiar para bien al mundo. Para
Cervantes y Don Quijote no hay
final posible.
Programa Emprendedor
Tec. De Monterrey
Campus Saltillo
cgutierrez@tec.mx