La Famosa Carmelita

1 No cabe duda que todas las expresiones sencillas, sin afectaciones ni hipocresías son mucho mejor recibidos por todo el mundo. Las personas que se presentan a sí mismas con máscaras, personajes o actitudes ajenas a ellas mismas, no solamente inspiran desconfianza, terminan por ser muy impopulares. Hice esta reflexión después de ver la entrevista que Joaquín López Dóriga hizo a la famosa Carmen Salinas.

2 Antes de analizar lo que la Salinas dijo en esa ocasión, me permito decir lo siguiente: ¡qué buen trabajo está haciendo López Dóriga en su propio espacio por internet. Uno esperaría que alguien de su generación, y después de haber triunfado internacionalmente en medios de comunicación tradicionales, se sintiera deprimido por tener que volver a empezar y fuera de lugar en un medio (el internet) que, hasta hace muy poco, le era ajeno. ¡Un gran ejemplo de que la vida no termina cuando la juventud se ha ido!.

3 Volviendo a la famosa Carmelita, durante toda la vida ella ha cargado sobre sus hombros la imagen de “La Corcholata” aquel personaje que hizo en cine y a la que llamaban así porque cuando no está pegada a la botella, la encontramos tirada en el suelo. ¡Imagínense la fichita, literalmente! En realidad, todos los personajes que interpreta tienen ese “toque de barrio” tan característico. Porque ella no hizo imagen de “india”, como María Elena Velasco, sino de mujer urbana de clase muy baja y marginal.

4 Pero, evidentemente, ella llevó muchas vivencias personales a sus creaciones histriónicas, y nunca trató de aparentar ser otra cosa más que ella misma. Ya con los años, se convirtió en el arroz de todos los moles al opinar públicamente de una inmensa cantidad de temas: si algo está en el centro de la polémica o se puso de moda, ella tiene algo que decir. Impresionante estrategia de autopromoción, adoptada por la Salinas desde antes del advenimiento de las redes sociales.

5 Ahora, con López Dóriga, mostró que sigue siendo la misma de toda la vida. Quizá un poco mejor vestida y un peinado más pulcro, el cual mantiene negro como la noche, pero sigue usando ese tonito para hablar, entre burlón y llorón, tan característico e inconfundible. Toda encantadora y sin tratar de hacerse la sofisticada en un entorno “tan fifí” como el del periodista que la entrevistaba, Carmen Salinas soltaba una que otra declaración súper fuerte que, en boca de cualquiera otra persona, hubiera sido un escándalo de proporciones mayúsculas.

6 En un momento dado estaba hablando de sus encuentros con el ex presidente Vicente Fox y soltó: “Me dijo (Fox) tengo que hacer la siembra de la marihuana porque...va a ser muy buena para curar a mucha gente…”. Así, tranquilamente señaló al famoso político y empresario como un potencial productor de la famosa hierba. Después afirmó que, en una de las películas de ficheras que había hecho, le dieron cerveza tibia para hacer las escenas y que esto la hizo eructar tanto que terminó ¡botada de risa y orinada! Y que así, toda mojada, aparece en algunas escenas.

7 No me imagino a alguna diva hablando así de sí misma. Pero Carmelita Salinas no necesita hacerse la diva o la sofisticada. Su falta total de pretensión de grandeza o estrellato es justamente lo que la hace tan encantadora y la mantiene vigente entre los grandes públicos. Así como López Dóriga nos enseña a reinventarnos a cualquier edad, la Salinas nos deja una lección muy valiosa: ser auténticos hasta la muerte. Vean la entrevista completa en el YouTube del famoso Joaquín porque, como dijo una amiga muy querida: no tiene desperdicio.

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