‘No Respires’; poderosa y terrible tensión
Esta cinta es una obra maestra con personajes complicados, un ritmo cuidado y una gran capacidad para atrapar al espectador
Calificación: 9 de diez
¿Le molesta la gente que habla en medio de la película en el cine? Llévelos a ver “No Respires” (“Don’t Breathe”). Le aseguro que se van a quedar bien quietecitos, seriecitos, calladitos, ni van a querer mascar palomitas, ni sorberle al refresco. Así de poderosa es esta película, no es broma. Gusto de presumir que he visto una gran cantidad de películas de terror y, debido a ello, ya cuesta mucho trabajo que me asuste de verdad, aunque eso no significa que no pueda apreciar los sustos bien logrados, aunque ya no los sienta. En este caso, no fue así. La tensión que esta película genera, el suspenso y el peligro que construye alrededor de esta situación, me afectó seriamente. Y casi, casi que aplico los consabidos clichés de morderse las uñas o ponerme al borde del asiento. Lo confieso: hace mucho que una película no me hacía sentir así.
La cinta trata de un grupo de tres jóvenes ladrones, quienes aprovechan que el papá de uno trabaja en una empresa de seguridad, para meterse a robar a las casas de las que su padre tiene las llaves. Entre ellos hay una chica, que está desesperada por dejar su difícil vida en Detroit, así que cuando se entera de que un anciano solitario guarda una fortuna en su casa, hace todo lo posible por entrar. Y aunque en un principio parece ser un golpe de suerte que el mencionado viejo sea también ciego, no cuentan con que su entrenamiento militar sigue estando muy presente, mientras que, por otro lado, también tiene serios problemas emocionales.
Este 2016 ha sido un gran año para el terror. “The Conjuring 2”, “10 Cloverfield Lane”, “Hush”, “The Witch”, “The Purge: Election Year”, “The Shallows” y ahora esta maravilla creada por el uruguayo Fede Alvarez. “No Respires” es tensa, tensa, tensa y no puedo usar lo suficiente esta palabra, para acentuar lo que van a sentir si entran a verla. Alvarez maneja esta obra como un maestro prestidigitador, donde casi cada punto está en su justo y correcto lugar, avanzando con una fluidez que es increíble para tratarse de una cinta donde la mayoría del tiempo la pasamos dentro de una casa, con sólo tres personajes y a veces un perro. Hacer que una película con tan pocos elementos se sienta tan dinámica, es ya por sí solo un logro impresionante. No existen momentos callados aquí. La película no para y es una acción tras otra, a un ritmo que logra meterse muy dentro de nuestras entrañas.
No pierde tiempo. Es sencilla y efectiva. Pongámoslo así: la joven que se quiere ir (Jane Levy) tiene una vida difícil, esto nos queda claro en tan sólo un par de escenas; el chico que le roba las llaves a su papá (Dylan Minnette) está enamorado de ella; y el novio de la susodicha (Daniel Zovatto) es lo que se conoce en inglés como “douchebag” y que en México podría traducirse como “cabrón”. Éste es el personaje menos trabajado, pero tiene una razón que así sea. En tan sólo un par de líneas también entendemos la historia detrás del hombre ciego (Stephen Lang), por qué es así y por qué actúa de tal manera. Y esto es uno de los grandes aciertos del brillante guion, que también fue escrito por Álvarez, en conjunto con su colaborador frecuente Rodo Sayagues.
Y es importante porque en esta película, aunque podríamos señalar un “villano”, tenemos que entrecomillar la palabra. Recordemos que los protagonistas son un trío de jóvenes abusivos que intentan robar a un ciego. Y que este ciego que luego los encierra es un anciano con un pasado muy trágico. Así, se expone la increíble cualidad de estos personajes: ni los ladrones son del todo malos, ni el ciego es tan malvado, porque de todos entendemos lo que hay detrás. Y lo que hay detrás casi justifica todo lo que hacen. Claro, podríamos entrar más en discusión sobre este punto, pero lo importante es que podemos entender a todos los involucrados. Su motivación es clara. Es algo mucho más que sólo un grupo de jóvenes contra una amenaza, como suele ser en las cintas de terror.
Pero lo más importante, los más sobresaliente, lo que destaca a esta cinta por encima de muchas otras, es la capacidad que tiene para mantenernos en constante alerta. Hay prolongados silencios en esta película, donde uno no quiere ni moverse, ni respirar, para tomar de forma literal el título, que parece aplicar más hacia uno como espectador que a los protagonistas. No existen palabras para describirlo. Hay que verlo para creerlo. La manera tan efectiva en que esta película nos sumerge en esta casa, en las circunstancias de los protagonistas. Funciona excelente y es gracias a que hace todo de manera muy verídica. Casi no comete errores, de esos donde no nos creemos que una u otra parte actúen de tal manera, ante una situación claramente inverosímil.
Aquí todo funciona, se siente real, con todo y sus giros inesperados, que algunos podrían considerar demasiado. Pero incluso ahí, la película es muy cuidadosa. Tiene la precaución de no irse al extremo, de ser elegante y detallada en sus tomas y la manera en que revela sus secretos. Por eso, aunque podrían parecer ridículos, funcionan bien. Quizá la única vez que me sacó de la hipnosis en que me tenía, fueron un par de situaciones donde no entendí muy bien la geografía de la casa, ni dónde, ni cómo llegaban a tal lugar. Aunque pienso que quizá ese es problema mío y si soy más observador, podré ver que todo tenía sentido. No sé, todo pasó muy rápido.
Lo que queda de todo esto es una obra hecha para torturar al que entre a verla. Sus objetivos son claros, sus personajes están bien escritos y la manera en que nos golpea es increíble. Hasta me atrevería a decir que existen pocas películas de terror con este nivel de… sí, tensión, no tengo otra palabra para decirlo. ¿Se cree muy valiente? Llévese las uñas largas, porque probablemente salga sin dedos.
El dato
> Director: Fede Álvarez
> Elenco: Jane Levy, Dylan Minnette, Daniel Zovatto, Stephen Lang.
> Género: Terror
> Clasificación: B15
> Duración: 88 miuntos