¡Todos a terapia, por piedad!
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“¡Qué importante es resolver los traumas emocionales de la infancia!”
1.- Pues sí, nos quedamos sin príncipe. Desde que falleció José José hasta el momento de escribir estas líneas, los restos del cantante mexicano todavía no llegan a nuestro país. Con la intención de rendirle el homenaje que su trayectoria merece, sus hijos mayores han estado luchando para traerlo a México. Pero en todos estos días las cosas se han complicado hasta el punto más ridículo y, además, surgió la nueva villana que todos aman odiar: Sara Sosa.
2.- Haciendo a un lado a Luisito Rey, Yolanda Saldívar, Karla Panini, Elba Esther Gordillo, Sergio Andrade, Marcial Maciel, Laura Bozzo, Niurka Marcos y hasta a Catalina Creel, llegó la hija menor de José José para colocarse en el primer lugar de las personas más odiadas de México. Sara Sosa (me niego a llamarla “Sarita”) tuvo, durante los primeros días después del fallecimiento de su padre, un pésimo manejo de su imagen pública con todo ese lío que armó al no tener comunicación transparente con sus hermanos.
3.- Es cierto que los reporteros, periodistas y editorialistas del mundo del espectáculo no podemos tener la verdad absoluta de lo que ha estado pasando en la intimidad de la familia Sosa, por más que hagamos labor de investigación, por la sencilla razón de que no vivimos junto a los integrantes de esa familia. Pero lo que sí es innegable es que los últimos años de José José, incluyendo estos capítulos de su fallecimiento, han sido oscuros y desagradables. Enfermo, oculto y manejado como si fuera menor de edad, el señor tuvo un final tristísimo, indigno de su categoría.
4.- El modo en que Sara Sosa manipuló a su padre para mantenerlo alejado de México y del resto de la familia hasta días después de su muerte, no sólo representa una terrible crueldad contra su progenitor, sino una enorme falta de respecto a la figura pública. No significa que las celebridades tengan que publicar en fotografía y video todos y cada uno de los días de su vida, pero Sara debió haber mantenido acceso a la familia para, entre todos, emitir comunicados y actualizaciones que permitieran al público tener noticias de su cantante favorito.
5.- Sin embargo, analizando detenidamente la biografía de José José, este final trágico y complicado es algo que se veía venir. Con la autoestima fracturada en mil pedazos desde su infancia y adolescencia cuando su propio padre, cantante de ópera y alcohólico, le prohibía cantar canciones populares asegurando que jamás llegaría a ningún lado con ese tipo de música, el intérprete de “El triste” siempre estuvo sediento de la aprobación y el cariño que su papá le negó. Partiendo de esto, su vida emocional siempre fue un desastre.
6.- Una de las consecuencias de ese maltrato emocional al que fue sometido, es el tipo de relaciones en las que se embarcó. Se casó tres veces con mujeres mayores y sumamente dominantes. La primera de ellas ¡le llevaba más de 20 años! La segunda de sus esposas (quien es madre de los dos hijos mayores de José José) se había dedicado a la prostitución en los Estados Unidos y en el momento de estar casada con él, gastaba la fortuna del cantante como si no hubiera un mañana. Y la tercera señora fue la cubana esa que no lo dejaba ni a sol ni a sombra y quien es la madre de la polémica Sara Sosa.
7.- Rodeado de mujeres siniestras (incluyendo su hija, la menor) que lo manejaban como un títere, José José jamás se dio permiso de disfrutar de la vida con relaciones sanas y constructivas. Como si deseara darle la razón a su padre: “lo que haces no sirve”. Y debido a que su talento y carrera eran tan brillantes, tuvo que sabotear su vida personal para no verse a sí mismo como un triunfador. No hay que olvidar que José José destruyó su preciosa voz y tenía 20 años de no poder cantar. ¡Qué importante es resolver los traumas emocionales de la infancia! ¡Todos a terapia, señores!
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