Canadá, el nuevo sueño de los mexicanos
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Frente a las políticas antiinmigrantes en EU, decenas de miles están volviendo sus ojos al país de la hoja de maple, aunque quedarse sin papeles no es tan sencillo
TORONTO, CAN.- Canadá se está reafirmando como el “verdadero sueño americano” para muchos mexicanos, quienes aprovechando la suspensión del requisito de visa (2016) están llegando en un promedio mensual de 40 mil, el doble de lo registrado dos años atrás, según cifras de Statistics Canada.
Canadá es el país donde residen más mexicanos en el extranjero después de Estados Unidos, con una cifra oficial que supera los 100 mil, pero cuya tendencia es al alza, con la entrada anual de más de 25 mil jornaleros y 20 mil estudiantes internacionales, además de los turistas.
En 2018 entraron a Canadá 422 mil mexicanos; es decir, 13.4 por ciento más que el año previo, según cifras oficiales.
A diferencia de Estados Unidos, la migración mexicana en Canadá es más calificada y hay connacionales empresarios que, incluso, emplean a una decena de canadienses, mientras que varios de los profesionistas calificados están en la nómina de importantes empresas. Sin embargo, ante el recrudecimiento de la violencia en México y la cerrazón a la migración mexicana en territorio estadounidense, en los últimos tres años se ha registrado un incremento considerable en la entrada de mexicanos como turistas o solicitantes de refugio.
Liduvina Castillo ganó hace tres meses su caso de refugio en Canadá. En 2017 llegó huyendo de agresiones y amenazas en la Ciudad de México, luego de que su esposo fuera asesinado en un asalto y ella pidiera justicia con huelga de hambre. Se cambió de entidad, pero las amenazas seguían.
“Me vine a Canadá con mi hija porque a mi esposo lo mataron unos policías en un asalto y tuve que estar en huelga de hambre demandando justicia. Finalmente los encarcelaron, pero nos empezaron a amenazar y agredir diciendo que era un ‘regalo del Sur’, en alusión al Reclusorio Sur donde están presos los policías”, dijo a El Universal esta madre, quien junto con su hija de 12 años camina libre y segura por las calles de Toronto.
En algún momento pensó en emigrar a Estados Unidos, pero le fue negada la visa dos veces, por lo que con la ayuda de una iglesia en Cancún donde llegó huyendo de las amenazas, compró dos boletos de avión a Canadá. Al salir del aeropuerto de Toronto se sentó en una banca junto con su hija sin saber a dónde ir. Un canadiense de Uber les dio alojo y tras conocer su historia las puso en contacto con un centro de refugio.
“Canadá nos garantiza seguridad y como madre eso quiero para nuestros hijos”, agregó Liduvina, quien sigue extrañando México. Su hija Amarachi, quien cursa el grado 8, dijo que al principio no fue fácil, pero que ahora “me siento segura y puedo salir con mis amigas”.
CAMBIO DE VIDA
Otra mexicana del interior del país quien prefirió identificarse como Soledad, por el gran temor que aún siente a kilómetros de distancia, narró que vino huyendo de la inseguridad luego de que “levantaron” a un miembro de su familia y lo desaparecieron.
“Yo tenía mucho miedo, no podía hablar de esto con nadie, pues sabía quiénes lo tenían. Cuando se trata de un familiar tuyo, piensas quién pudo ser, lo intuyes”, agregó la entrevistada, quien inició su proceso de refugio como víctima de la colusión de las autoridades con el crimen organizado.
“Yo ya no tenía vida, soñaba que se metían a mi casa y me querían matar, pero al llegar a Canadá me sentí como cuando a Moisés se le abrió el mar, muy segura y libre; fue un milagro entrar a este país”.
Francisco Rico, coordinador del Centro de Refugio FCJ, consideró que para muchos mexicanos quizá Estados Unidos siga siendo el añorado sueño americano, pero Canadá se ha convertido en su “plan B” frente a las trabas para emigrar a ese país.
“Hemos visto un incremento en la migración mexicana a Canadá. Atendemos entre 20 y 25 mexicanos que quieren solicitar asilo o quedarse por razones humanitarias; también hemos visto un aumento de mexicanos sin permiso de trabajo”, declaró Rico.
La imparable violencia en México, la suspensión de la visa canadiense -sustituida por la Autorización Electrónica de Viaje (eTA), que es un trámite sencillo- y el creciente sentimiento antimexicano en EU han provocado un paulatino incremento en las solicitudes de refugio, que con la visa habían caído a 90 en 2014, pero que han aumentado año con año.
En 2016 se refirieron a la Comisión de Inmigración y Refugio de Canadá (IRBC) 250 casos de mexicanos pidiendo asilo, fueron aceptados 29 y quedaban pendientes 200 casos; en diciembre de 2017 fueron referidos mil 459 y aceptados 111; quedaron pendientes mil 221. 2018 cerró con 3 mil 157 referidos; 190 fueron aceptados y 3 mil 525 estaban por procesar.
El pasado 17 de mayo el gobierno canadiense suspendió el listado de País de Origen Designado (DCO) por el cual los ciudadanos de 42 países -incluido México- que quisieran pedir refugio en Canadá enfrentaban más trabas para sus procesos.
Con la suspensión de este programa, impuesto por el gobierno conservador en 2012, se abre la vía para acelerar los procesos de asilo.
Luego de que en 2009 México llegó a ser el primer país en peticionarios de refugio a Canadá, con cerca de 10 mil solicitantes, el gobierno de Stephen Harper impuso la visa el 13 de julio de ese año, lo que frenó la entrada de connacionales y generó voces de protesta.
ENTRAN DE TURISTAS
El turismo mexicano al país de la nieve y la hoja de maple pasó de 270 mil 828 en 2008 a 123 mil 763 en 2010; es decir, una estrepitosa caída de 55 por ciento. Además de que la imposición de la visa colocó la relación bilateral en su nivel más bajo.
Sin embargo, el primer ministro Justin Trudeau cumplió su promesa de campaña y suspendió el visado a mexicanos el 1 de diciembre de 2016, con lo que paulatinamente el flujo de mexicanos turistas, jornaleros, de negocios, estudiantes o solicitantes de asilo ha aumentado.
En 2016 entraron a Canadá 251 mil mexicanos, según datos de Statistics Canada; es decir, casi 21 mil por mes. Para 2017 entraron 372 mil connacionales, unos 31 mil por mes en promedio.
El año pasado la cifra se incrementó a 422 mil, con una tasa mensual de 35 mil. En enero y febrero de este año Canadá les concedió la entrada a 82 mil mexicanos, con lo que la tasa mensual está llegando a los 40 mil.
La cifra incluye a los más de 25 mil jornaleros que vienen a laborar cada año en las granjas canadienses, según datos de la cancillería mexicana, los 20 mil estudiantes internacionales que reconoce la cancillería canadiense y cientos de mexicanos que vienen a trabajar “cash”.
Emanuel es un abogado litigante que ganaba en Tabasco sólo mil 200 pesos.
“Un amigo que ya estaba trabajando en Canadá me dijo: ‘Lo que ganas en una semana, yo lo gano en seis horas de trabajo en la construcción. ¿Por qué no te vienes?’, así que le hice caso y aquí estoy”, explicó este mexicano, quien prefirió no usar su nombre real.
“Yo no quiero quedarme aquí, sino trabajar para estudiar una maestría en México y ganar mejor”, explicó.
Al igual que este joven padre de familia, muchos otros mexicanos han podido entrar a Canadá como turistas o con intenciones de estudiar inglés y quedarse a trabajar los seis meses de permiso como visitante. Van y regresan, entran por diferentes ciudades, traen vuelos de regreso que dejan perder con tal de poder trabajar.