Denuncian abandono en ejidos de Ramos Arizpe
COMPARTIR
TEMAS
Reclamo surge durante la instalación del Consejo Municipal de Desarrollo Rural Sustentable
RAMOS ARIZPE, COAH.- Irrumpiendo en la instalación del Consejo Municipal de Desarrollo Rural Sustentable, un agricultor denunció que únicamente el 20 por ciento de la población rural se beneficia de programas sociales que son creados sin metas, control ni seguimiento. Pidió, entre otros puntos la creación de un Reglamento de Desarrollo Rural Sustentable y que el personal a cargo de los programas de apoyo tenga la capacitación necesaria.
La mañana de ayer se instauró el mencionado órgano presidido por el alcalde José María Morales, en el ejido Plan de Guadalupe. Al evento acudieron autoridades de Conafor (Comisión Nacional Forestal), Conasa (Consejo Técnico Consultivo Nacional de Sanidad Animal), la UAAAN, la Secretaría del Bienestar y representantes ejidales.
Anetes de que terminara el acto, Jorge Luis Rodríguez se apoderó del micrófono para pedir que se haga un uso eficaz y transparente de los recursos financieros municipales, estatales y federales y que se revise la estructura organizacional, ya que las acciones hasta el momento “han resultado insuficientes para mejorar la calidad de vida, revertir la pobreza, marginación y desigualdad en el campo.
“La Dirección de Desarrollo Rural Municipal y la Secretaría de Desarrollo Rural del Estado están integradas con personal que, ha permanecido al menos cuatro años en tan importantes oficinas, y han sido responsables de interpretar y aplicar las políticas sin planeación, ausencia de metas, sin control y seguimiento. En estas condiciones el desarrollo y “sustentabilidad” del campo de Ramos Arizpe ha sido una utopía”, leyó Rodríguez.
En un documento entregado al alcalde José María Morales, el denunciante asegura que el municipio el 80 por ciento del territorio municipal tiene potencial agropecuario y forestal, sin embargo, de los 15 mil habitantes que ocupan estas zonas, únicamente el 30 por ciento ha recibido apoyo de alguna autoridad.
Concretamente indicó que las tomas de agua de las derivadoras de las presas están abandonadas, que el ganado ha sido sobreexplotado, comunidades pequeñas como el ejido Las Norias, y la falta de infraestructura para sembrar y cultivar lluvias. Agregó el mal estado de las carreteras, la burocracia de CFE que les impide obtener contratos de energía eléctrica y los cobros desiguales que realiza entre productores.