El fin del monopolio petrolero
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¿Habrá que agradecer a la crisis de los precios del petróleo haber adelantado una de las medidas más polémicas de la reforma energética?
El Cronista de Saltillo, Armando Fuentes Aguirre, “Catón”, narra que en su juventud, los muchachos que buscaban impresionar a las estudiantes estadounidenses que venían en verano a estudiar español, les decían que su apellido era Pemex y que su papá tenía unas gasolineras.
Claro que en los años 50 y 60 del siglo pasado no se había aprobado ninguna reforma energética y Petróleos Mexicanos eran más que la principal empresa del País, un símbolo de soberanía intocable.
Pasó el tiempo y ya en la segunda década del siglo 21, en dos meses más, habrá en México gasolineras que puedan importar combustibles que no sean de expendios con el nombre de Pemex.
En efecto, el presidente Enrique Peña Nieto anunció ayer que a partir del próximo mes de abril cualquier compañía pueda vender gasolina y diesel en las estaciones de todo el País.
¿Habrá que agradecer a la crisis de los precios del petróleo haber empujado al Gobierno Mexicano a adelantar una de las medidas más polémicas de la reforma energética? Puede ser. Como también de podría haber algún componente político en esa decisión.
En todo caso, más pronto de lo que todos esperábamos, habrá más de las 11 mil estaciones de gasolina de Pemex en el País, y se ofertarán combustibles de otras marcas y precios (aunque los precios de gasolina y diesel se liberarán hasta 2018).
Otra modificación a la relación de los mexicanos con sus combustibles fósiles se dará en diciembre, cuando se realice la primera subasta de yacimientos en aguas profundas del Golfo de México.
Esta es la licitación de la Ronda Uno más esperada por las compañías petroleras de todo el mundo desde la apertura del sector energético de México en diciembre de 2013.
Las firmas petroleras suelen hacer cuantiosas inversiones en ese tipo de yacimientos, ya que calculan sus ganancias en plazos de entre 5 y 10 años.
¿El apetito de las petroleras para las aguas profundas será similar, menor o mayor al que mostraron en las pujas de los yacimientos en tierra y en aguas someras el año pasado: 30 bloques subastados de 44, muy por debajo de lo esperado inicialmente?
Es otra incógnita de respuesta pendiente. En todo caso, lo que se está viendo es que en Los Pinos decidieron meter el acelerador a la implementación de las reformas, a fin de que se vean resultados como los que muestra la apertura en telecomunicaciones, por ejemplo.
Ahora sí es el principio del fin del monopolio petrolero mexicano. Ojalá que sea para bien del País.