En el ascensor estadístico frente a la pandemia y la enseñanza espiritual
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TEMAS
AÑO 2020.
20+20 IGUAL
A CUARENTENA
Se ha despedido marzo.
De locura fueron sus últimas semanas.
Lo de febrero loco quedó en simple proverbio meteorológico. Lo histórico, lo anecdótico, lo coyuntural y lo opresivo se fueron engarzando como lo hacen las cuentas de un rosario. Todo alrededor de una molécula importada de Oriente.
Fue puntual la primavera en su versión norteña. Con días frescos, otros nebulosos; pero con esa niebla saltillense que se exporta a Londres y que se especializa en obstruir la carretera Sal-Món. Por acá la hemos tenido hasta en los días floridos de mayo.
La mejor actitud en este confinamiento altruista es la de descubrir las oportunidades: de sanar, de descansar, de trabajar, de ejercitarse, cultivarse, relacionarse consigo mismo y con Dios para así mejorar la relación intersubjetiva en lo familiar y en lo ambiental. Desarrollar la capacidad de adaptación suprimiendo quejas y nostalgias, y poniendo entusiasmo en estrenar lo nuevo, lo inédito, lo diferente. Tratar de mejorar los hábitos y perfeccionar la concentración y la perseverancia.
PERSPECTIVA SOLIDARIA
Los resguardos afectan muchas economías domésticas, de compraventa y de servicios familiares o callejeros y placeros. Gobierno, iglesias, iniciativa privada y su clientela agudizan su sensibilidad para descubrir necesidades en esos niveles de captación moderada. El apoyo oportuno y constante cierra la puerta a las insolvencias progresivas.
El afán de lucro va cediendo el paso a las gratuidades, a los descuentos, a las facilidades de pago y de crédito y a los aplazamientos que defienden las economías domésticas populares y las de pequeñas empresas. La convivencia ha de volverse menos competitiva y más complementaria. Los “túes” y los “yo es” van descubriendo ese “nosotros” comunitario que se expresa con el “yo estoy bien - tú estás bien”, y así se centran en el “ganar-ganar” sin aplastar ni excluir a nadie.
El mismo crecimiento como elefantiasis o de tumores autorreferenciales se va haciendo orgánico. Se va viendo esa perspectiva solidaria como el requisito para poder seguir respirando sin ahogar a nadie.
JUVENTUD EN TIEMPO BORRASCOSO
Es una gran aventura. Creatividad para aprender sin aula, para enamorarse virtualmente, para orar en ambiente familiar, para inventar prácticas deportivas sin salir. Enfocar la mirada a la lejanía. El joven, en pleno túnel verá siempre una montaña en el horizonte como lo hace el ojo. El oído se burla diciendo que no oye cantos de pájaros ni rumor de viento. El tacto dirá que no toca ni hojarasca ni ramajes. El olfato dirá que no hay montaña porque no se captan los olores silvestres... Sin embargo, el ojo de juventud, en pleno túnel, desde su corazón, seguirá diciendo: “estoy viendo una montaña” porque sólo el ojo joven puede ver el trazo azul de las cumbres en la lejanía. Saben los jóvenes que las victorias universitarias de hoy serán los mejores recuerdos para el porvenir.
LOS QUE TIENEN QUE SALIR
Envían mensajes algunos: “Tengo que salir a trabajar temprano. Me quito las chanclas de casa y me pongo los zapatos que desinfecto al volver”. “Yo soy enfermera y estoy recibiendo preparación para cuando venga la tercera etapa de la pandemia”, “Acá, en Guadalajara, estamos todos viendo que cada vez son más los que se están quedando en su casa”, “Acá, en España, nos seguimos preguntando con qué limas rompemos los barrotes mentales para no tener al ‘bicho’ como pensamiento parásito”.
Del barrio llega el mensaje dictado al nieto, que tiene celular: “Nosotros pasamos, de chiquillos, por el sarampión, la viruela loca, la tos ferina, en tiempos de las lavativas y las purgas. Nos tocó la otra influenza en la que nos dejamos de saludarnos de mano. Ahora nos estamos cuidando de estos coronados”, y dice el nieto que es él quien sale para los mandados urgentes. Esperemos que también salgan y sean destruidos los invasores que sólo infectarán sin enfermar y que la mayoría de los que enfermen puedan curarse sin salir de casa...