La vida de… Terry Jones
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Dado que me es imposible conciliar el sueño en el autobús, procuro en cada viaje aprovisionarme con una generosa selección de películas tal y como lo posibilita Netflix y otras plataformas para los equipos móviles.
Viajar absorto en la diminuta pantalla y con audífonos, repele a los extraños que tenga ganas de sacar conversación, pero la función primordial no deja de ser el matar todas esas tediosas horas/nalga de carretera.
Tampoco crea que veo tantas. La verdad es que la vista se cansa, me distraigo fácilmente y le estoy regresando una y otra vez para no perder un sólo diálogo. Es un milagro cuando veo dos filmes en un mismo viaje.
El problema empieza con cuáles pelis escoger para viajar. Tengo que hacer selecciones seguras, es decir, apostar por los clásicos.
No deja de ser una pequeña gran coincidencia que apenas el martes me decidiera viajar con los Monty Python y su “Vida de Brian” (1979) y que apenas unas horas más tarde, estando yo a la mitad del camino, me enterase del deceso de Terry Jones, miembro fundador de este legendario grupo de comedia británico y director de la triada de películas que constituyen el legado fílmico del afamado colectivo, complementado por “Monty Python y el Santo Grial” (1975) y “El Sentido de la Vida” (1983).
Jones fue director y coautor de las entregas cinematográficas, teatrales y televisivas del equipo de comediantes y ya en solitario ejerció muy en serio el estudio de la Historia, publicó varios libros y hasta realizó algunos documentales en este campo. Nada mal para un egresado de Oxford, supongo.
Así que involuntaria, anticipada y afortunadamente puede hacerle mi muy personal y merecido homenaje al segundo Monty Python en abandonar este plano existencial.
De regreso a “Life of Brian” o “Vida de Brian”, cuyo argumento ya comentamos aquí hace no mucho, la verdad sea dicha –y sin ánimos de “quedabién”, la encontré todavía más vigente, profunda y cáustica que la primera vez que la vi, hace un par de décadas.
Y para demostrarle que no digo lo anterior para colgarme de las muestras de simpatía que recibirá el hoy difunto, aquí un ejemplo de la frescura atemporal del filme:
EXT/DÍA: En las gradas del Coliseo, en tiempos de Cristo, un grupo de disidentes de la resistencia contra Roma, conspira y hace planes:
JUDITH: Yo creo, Reg, que un grupo antiimperialista como el nuestro debe reflejar las divergencias de intereses entre las bases.
REG: ¡De acuerdo! ¿Francis…?
FRANCIS: Sí, creo que el punto de vista
de Judith es muy válido, siempre que el
partido no olvide que es el derecho
inalienable de todo hombre…
STAN ¡O mujer!
FRANCIS: O mujer… ser liberado….
STAN: ¡O liberada!
FRANCIS: O liberada…
REG: ¡De acuerdo!
FRANCIS: ¡Gracias, hermano!
STAN: ¡O hermana!
FRANCIS: ¿Por dónde iba…?
REG: Ya habías terminado.
FRANCIS: Ah….
REG: Además, también es derecho de todo hombre…
STAN: ¡O mujer!
REG: ¿Qué fijación tienes con las mujeres,
Stan? ¡Nos estás distrayendo!
STAN: Las mujeres también tienen derecho a participar en nuestro movimiento.
FRANCIS: ¿Por qué te preocupas tanto por las mujeres, Stan?
STAN: Yo… quiero ser mujer…
REG: ¿Qué?
STAN: Quiero ser una mujer. Desde ahora quiero que me llaméis Loretta.
REG: ¡¿Qué?!
STAN: ¡Es mi derecho como hombre!
JUDITH: ¿Por qué quieres ser Loretta, Stan?
STAN: Porque quiero tener hijos.
REG: ¡¿Quieres tener hijos?!
STAN: Los hombres también tienen derecho a tener hijos si quieren.
REG: Pero… ¡Tú no puedes parir!
STAN: ¡No me oprimas!
REG: ¡No es que te oprima, Stan! ¡Es que no tienes matriz! ¿Dónde vas a gestar el feto? ¿Lo vas a meter en un baúl?
STAN: (Se echa a llorar).
JUDITH: ¡Chicos, tengo una idea! Estamos de acuerdo en que no puede parir por no tener matriz, lo cual no es culpa de nadie, ni siquiera de los romanos. ¡Pero sí puede tener el derecho a parir!
FRANCIS: ¡Buena idea, Judith! Lucharemos contra el opresor por tu derecho a parir hijos, hermano. ¡Digo, hermana!
REG: ¿Y eso de qué sirve?
FRANCIS: ¿El qué?
REG: ¿De qué sirve defender su derecho a parir si no puede parir?
FRANCIS: Es un símbolo de nuestra lucha contra la opresión.
REG: ¡Es un símbolo de su lucha contra la realidad!
No me voy a molestar en discutir alegatos en un sentido u otro del derecho a escoger la identidad de género. Lo único que buscaba señalar es que estos debates son más viejos de lo que pensamos. A veces nos creemos que se gestaron al calor de las redes sociales y ya ve que no.
Y como ya supondrá, en la película (y en la Historia real) la tan preocupada, consciente y progresista disidencia jamás pudo organizar la defensa de sus derechos frente al verdadero opresor, porque se quedó para siempre enfrascada en discusiones absurdas, estériles y bizantinas. ¡Justo como venimos haciendo hoy en día!
¡Gracias, Terry Jones, por señalarnos con mucha gracia nuestra estupidez, con 40 años de anticipación! Y por hacernos ver siempre el “lado positivo de la vida”.
petatiux@hotmail.com facebook.com/enrique.abasolo
