Trump se verá con el Dr. Oz para dar un gran espectáculo...pero sin información médica
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El candidato republicano iba a recurrir a las cámaras del polémico médico de la televisión para presentar su reciente examen médico, aunque ahora su campaña asegura que nada se revelará durante el programa. ¿Qué forzó al cambio de estrategia?
A Donald Trump le encantan las papas fritas, las alitas de pollo y el Taco Bowl, comidas poco relacionadas con un estilo de vida saludable, pero aún así quiere que los votantes crean que será el presidente más sano de la historia. Para ello ideó un plan muy de su estilo: una visita al médico más mediático del país, el televisivo Doctor Oz.
Aunque se había informado que el candidato republicano daría a conocer un examen médico completo durante una entrevista que se grabará este miércoles para el show del cirujano Mehmet Oz que será emitido el jueves, la portavoz de la campaña del magnate, Hope Hicks, aseguró en entrevista con CNN que Oz no revisará ningún dato sobre los exámenes de salud a los que Trump se sometió la semana pasada.
El programa ha sido tachado de "chiste total" pero ha generado gran expectación y no podía llegar en un momento más oportuno. Fue anunciado el viernes de la semana pasada antes de que la salud de Hillary Clinton se convirtiera en asunto de debate el domingo, cuando un usario de Twitter publicó un video de ella tambaleándose al abandonar la ceremonia de aniversario del 11-S.
La campaña de la candidata demócrata anunció horas más tarde que Clinton sufre neumonía y guardaría reposo. Su reaparición se espera este jueves en una gala del Caucus Hispano del Congreso en Washington. También su campaña aseguró que hará público un examen médico más completo que el que presentó el año pasado.
El examen médico y el show son en realidad la respuesta de Trump, de 70 años, a las presiones que estaba recibiendo de quienes aseguraban que oculta algún problema médico.
Su campaña publicó en diciembre una carta de cuatro párrafos firmada por un médico que usa expresiones sorprendentemente parecidas a las de Trump como el hiperbólico: "Si resulta elegido, el señor Trump, puedo asegurar sin equivocaciones, será el individuo elegido a la presidencia más sano".
La carta la firmó el gastroenterológo de Trump, Harold Bornstein, que añadió que su presión sanguínea era "asombrosamente excelente" y que su "fuerza física y resistencia eran extraordinarias".
Antes de anunciar la intervención en el programa, Trump y su círculo también habían cuestionado la aptitud física de Clinton al tiempo que ganaban fuerza las teorías conspirativas sobre la salud de la demócrata. Sin embargo, desde que se conoció la enfermedad de la candidata el republicano ha adoptado una inusual contención verbal al respecto.
Promoción
Trump se sometió al examen médico la semana pasada y el Doctor Oz había dicho que será el encargado de analizar los resultados durante la entrevista con Trump.
Pero él mismo había advertido que no esperaran malas noticias sobre el colesterol, ya que si el candidato ponía límites a lo que podía decir en el aire lo respetaría.
Preguntado en Fox News Radio qué pasaría si hay "cosas embarazosas" en el examen, Oz dejó bien claro que el show será para Trump una oportunidad para promocionarse (por si acaso había dudas).
"Bueno, le apuesto a que no las publicará... Es su decisión", dijo Oz.
La jefa de campaña de Trump, Kellyanne Conway, pareció también restar valor a lo que se revele el jueves.
"No sé por qué necesitamos un examen médico tan extenso cuando todos tenemos un derecho a la intimidad", dijo Conway a MSNBC.
"Pseudociencia" y polémica
La credibilidad de Oz tampoco ayuda a tomar en serio su programa. Será la octava temporada en antena de un programa sindicado que no ha estado exento de polémicas.
En 2014, Oz tuvo que testificar ante el Congreso sobre unas declaraciones controvertidas que hizo en el programa sobre productos dietéticos.
Otros profesionales han cuestionado al experto. Cuatro miembros del Consejo Estadounidense de Ciencia y Salud (ACSH, por sus siglas en inglés) lanzaron una campaña el año pasado para que fuera expulsado de la Universidad de Columbia a causa de su promoción de productos milagro y de métodos y prácticas de salud heterodoxos.
Oz ha dado cabida en su programa a lo que algunos describen como pseudociencia por lo que es poco probable que cuestione a Trump por algunas ideas controvertidas, escribe en la página de la ACSH su presidente, Hank Campbell.
Trump asoció en campaña las vacunas al autismo en los niños; en su libro Think Like a Billionaire de 2004 presentó la "Dieta de Mar-a-Lago" que estipula que la comida debe ser servida en "un escenario fantástico", "tener un aspecto fantástico", "tener un gusto increíble" y "no puede hacerte ganar peso".
La entrevista con Trump dará inicio a la octava temporada de un programa sindicado que vivió tiempos mejores. Además de haber sido dañado por las polémicas, el show ha visto cómo han caído sus otrora estelares rating así que la entrevista con Trump está dándole una promoción revitalizadora al doctor.
Trump por su parte encontró la manera de convertir el evento más mundano de elecciones pasadas, los exámenes médicos, en un evento mediático, escribe Campbell: "No tiene nada que perder y mucho que ganar, sobre todo cuando su candidata opositora está enclaustrada y tratando de averiguar qué exámenes médicos revelar. No ha hecho nada original, solo son exámenes médicos, pero lo está presentando para aparentar que él es el que está siendo transparante".