Una oportunidad para pellizcar el erario de Coahuila (volumen II)

Si no sucede nada extraordinario, el próximo jueves 1 de noviembre se presenta una oportunidad más para pellizcar el erario de Coahuila.

En la fecha señalada, sin una fiscalización efectiva, se dará el fallo a la licitación CE-905040987-E12-2018, la cual representa el segundo gasto más importante del año para la administración estatal después de la adquisición de dos millones y medio de despensas advertida tiempo atrás en este mismo espacio: “las tradicionales actividades decembrinas”.

Víveres y comparsas. O pan y circo, como hace dos mil años en Roma.

Se trata de desfiles con carros alegóricos, pinos artificiales y pistas de hielo que se llevarán a las cinco regiones del estado. El evento –copia del año pasado-  se llamará “Luz y magia 2018”. Anteriormente “Coahuila brilla 2017”. El nombre, por supuesto, es lo de menos.

En 2017 costó 68 millones 769 mil 466 pesos. Sumando la inflación anual, anexos como cinco trenes “expresos” como atracción que serán la novedad, y particularmente los aumentos exorbitantes del último año en insumos como la gasolina, el costo final puede rebasar tranquilamente los 80 millones de pesos en 2018.

Además del dinero, lo interesante radica en otra parte: la convocatoria en curso es una copia de las bases utilizadas el año pasado. En su defensa podrán decir que para eso están los archivos y el trabajo previo contenido en ellos: para imitarse. Sin embargo el DIF comete los mismos ‘errores’ de su antecesor: agrupa todo en una sola partida, oportunidad perfecta para desdibujar los costos reales y comprar a sobreprecio. Hacer negocio con recursos públicos, pues.

Me explico. Entre la fecha que se publica la licitación (19 de octubre) y la cita para la presentación de propuestas (30 de octubre), median solo 11 días. Reunir en ese periodo los requerimientos pedidos (un catálogo de 99 hojas con conceptos específicos y puntuales) es imposible materialmente.

Que la contratación sea “pública” y “nacional” no es ninguna garantía de transparencia, y mucho menos de correcta aplicación de recursos públicos, que es lo importante. En algunas fases del proceso, por ejemplo, ni siquiera intervienen representantes de la Secretaría de Finanzas y tampoco de la Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas. Acaba de suceder y consta en el acta de “junta de aclaraciones” del 23 de octubre.

Bajo el título “La última Navidad de Rubén y Carolina en Coahuila”, el 22 de abril se publicó en este mismo espacio que 41 días antes de concluir su mandato, Moreira y Viggiano contrataron el mismo servicio a “Elite Espectáculos, S.A. de C.V.”, de Nuevo León.

La empresa, para empezar, tiene dos domicilios fiscales. Uno en San Nicolás de los Garza y otro en el municipio de Guadalupe, en una vivienda deshabitada. Ambos en el vecino estado.

Si bien existen áreas del Gobierno donde las características que se demandan suelen ser especializadas, lo que provoca por consecuencia que haya poca competencia en el mercado y a veces un mismo proveedor, éste no es el caso.

“Elite Espectáculos, S.A. de C.V.” asiste al Gobierno del Estado de una manera curiosa -por decirlo de alguna manera-. Atípica. Su único evento anual es el servicio que hace al DIF. No existe constancia fiscal de que labore el resto del año en ninguna parte, sin embargo tiene la capacidad para reunir en 11 días elementos técnicos y variopintos. Lo mismo 33 maquillistas que 40 sanitarios portátiles, o 15 mil 937 detonaciones de pirotecnia en un mismo saco que 67 personas para botargas.

Parece, a todas luces, una convocatoria dirigida. Y como era previsible, a la referida “junta de aclaraciones” celebrada días atrás no se presentó ningún licitante, simplemente llegaron preguntas por correo electrónico.

Adivinó: de “Elite Espectáculos, S.A. de C.V.”, de Nuevo León.

Otra vez el proveedor único. Otra vez el mismo. Otra vez el despilfarro.

CORTITA Y AL PIE

Ya no están –físicamente- Rubén y Carolina, sino Miguel y Marcela; Riquelme y Gorgon. Pero la historia es cíclica y tiende a repetirse.

LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS

Amén del derroche de 466 millones de pesos en el primer semestre de 2018 en publicidad (que a falta de obras y acciones trascendentes termina por utilizarse para repetir la frase huera “Fuerte, Coahuila es”), y de la proyección para la segunda parte del año (cerrar con mil millones de pesos ejercidos, el doble de lo presupuestado originalmente), en la entidad probablemente se consumará el negocio ya que rigen organismos cómplices como la Auditoría Superior, apocados como el Congreso del Estado, o elefantes blancos como el Sistema Estatal Anticorrupción.

Eso no inhibe que deje aquí constancia del asunto para su conocimiento. A quien corresponda.

@luiscarlosplata