‘Mi familia y el futbol americano me ayudaron a superar la leucemia’
El campo de juego es la representación de la vida: hay altibajos, gente con diferentes características y tienes que salir adelante con tus compañeros, trabajando en equipo, con carácter, aprendizaje y sentido de pertenencia. “Eso te va a hacer que enfrentes la vida de una manera más fácil”, dice Édgar José Rodríguez Villareal, mejor conocido como “Sam”, el nuevo entrenador en jefe del equipo Lobos de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC).
El head coach sabe de lo que habla. Hace 21 años, el 28 de enero de 2001, le diagnosticaron leucemia, cuando recién se había graduado de Ingeniería Industrial en la Facultad de Sistemas de la UAdeC. A partir de ese momento, el joven apasionado por el futbol americano (incluso decidió entrar a la Facultad para jugar en los Pumas de Sistemas antes de decidir la carrera) tuvo que dejar el campo de juego. Y en su lugar llegaron las quimioterapias durante cuatro años.
“En ese momento tú piensas: ¿por qué me pasó a mí?, ¿por qué si yo estaba físicamente bien, si no abusaba de mi cuerpo? Lo único que me sacó adelante fue pensar en el bienestar de mi familia y regresar al futbol americano. Esa era mi pasión. Era mi vida”, dice Édgar Rodríguez, “Sam”, en su oficina en la Unidad Deportiva Universitaria de la UAdeC.
Un año y medio después de haber iniciado las quimioterapias, el joven regresó a los entrenamientos y al emparrillado para jugar su último año. “Yo le decía al doctor: es que si no juego, si no voy a poder jugar, ¿pues para qué seguir el tratamiento? Entonces él me dijo que todo estaba en mis manos y en la actitud con la que yo enfrentaba la situación. Eso me hizo salir adelante y terminar mi último año como jugador”. Al equipo no le fue bien, pero para él fue un logro.
En 2003 empieza a entrenar jóvenes y logra ir a la Universidad del Tepeyac en la Ciudad de México, donde además de continuar el camino de entrenador, estudió las maestrías en Dirección Empresarial y en Desarrollo Organizacional y Modelos Gerenciales. Para 2008 regresó a Saltillo y fue invitado por el entonces coach a integrarse al Programa de Liga Mayor de la Universidad Autónoma de Coahuila.
Ahora, como entrenador en jefe de los Lobos, su “objetivo es seguir manteniendo la hegemonía en nuestra conferencia, seguir preparando muchachos, que sean buenos ciudadanos”.