Saltillo: Despiden con misa a Édgar Leonel, ejemplar periodista
‘La fe alivia mucho el dolor; sí duele la separación, pero si pienso dónde está Édgar Leonel, eso trae consuelo’, dijo el sacerdote en su homilía
Édgar Leonel González Torres, periodista y abogado, ganador en siete ocasiones del Premio Estatal de Periodismo, con más de tres décadas de desempeñarse como reportero, fue despedido con misa de cuerpo presente, acompañado de su esposa, hijos, familiares y amigos.
En la Capilla Renacimiento, en Saltillo, el sacerdote Manuel Pachicano Llaca aseguró que la muerte de la carne, no es más que un paso para renacer a la vida eterna y la fe es la base para reconfortar a sus seres queridos, pues si bien es cierto duele la muerte porque nos arranca a los seres queridos, debemos comprender que verdaderamente se trata de un nacimiento en la eternidad.
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“Dios, en ese dolor, le dice a Édgar Leonel, ‘vente, vente a tu casa’`, gracias a Jesús, que vamos a celebrar en esta semana todo lo que hizo por usted, por mí y por Édgar Leonel. Padeció, fue a la cruz y resucitó al tercer día para que todos los hombres hagamos exactamente lo mismo”, dijo Pachicano Llaca en su homilía.
“Por eso la fe alivia mucho el dolor, sí duele la separación, pero si pienso dónde está Édgar Leonel, eso trae consuelo, porqué él está mejor, está libre de todas las penurias de la vida. Es la Palabra divina la que nos ilumina: en el Evangelio que escuchamos dice ‘¿Por qué buscan a Édgar Leonel entre los muertos? El no está aquí, él ya resucitó”, agregó el religioso.
“Para consuelo y fortaleza de la familia en estos momentos tan dolorosos por la partida de Édgar Leonel, un ícono en las páginas de VANGUARDIA, es necesario pensar en la Palabra Divina, en lo que Dios piensa de la muerte, no la inventó Él, pero de la desgracia que era, Él convirtió una gracia.
“Yo por eso a la muerte no le llamo muerte, le llamo nacimiento. Hoy acaba de nacer Édgar Leonel para la vida que no se acaba, para la vida a la que todos nosotros aspiramos llegar. Nuestra vida de fe católica nos enseña de muchas maneras esto: lo que era el fin de la vida, es el principio de la vida eterna”, expresó en la homilía.