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La obra fallida del ITS: la construyeron, después la demolieron

Esta es la historia de una obra del Instituto Tecnológico de Saltillo (ITS) que fue pensada para ofrecer aulas y laboratorios a una institución cuya demanda de ingreso supera su capacidad. Ninguna autoridad tiene, en papel, la existencia de esta obra demolida.

  • 14 agosto 2023

Pese a la demanda de educación tecnológica que existe en Coahuila y a la falta de espacios para quienes desean cursar una ingeniería, en el Instituto Tecnológico de Saltillo, (ITS), se permitieron desperdiciar recursos en la construcción de una obra, pensada para aulas y laboratorios, que quedó sin terminar, inservible.

Se trata de un proyecto que constaba de muros, una techumbre y columnas, alzado en los terrenos de lo que por 28 años fue la Fundición del ITS, y del que, según información oficial, no existe expediente.

De acuerdo con fuentes cercanas a la institución fue en 2010, durante la administración del director Jesús Contreras García, que se desarrollaron los trabajos para la edificación de este complejo, del cual solo quedan las columnas, trabes y dalas desnudas.

Con base en la versión de algunos docentes del Instituto, la dirección de Contreras García hizo levantar unos pilares de ladrillo y encima una losa de concreto, aligerada con nieve seca, al interior de lo que 10 años antes había sido el taller de Fundición.

Esto, de acuerdo con lo que informa la dirección actual, sin previo aviso del Instituto Coahuilense de la Infraestructura Física Educativa, (Icifed), la autoridad competente.

Al respecto, información obtenida vía transparencia (folio 330026523000722), revela que de 2010 a la fecha el ITS acumula 10 quejas ante la Función Pública por incumplimiento a leyes, reglamentos y demás disposiciones normativas.

Así permaneció aquel intento de edificio, algunos aseguran que por tres años, otros que por cinco años.

Hasta que bien entrada la siguiente administración del director Arnoldo Solís Covarrubias (2013 – 2019), la techumbre de la obra, que fue vaciada con una delgada capa de concreto, encima de casetón poliestireno, fue demolida.

$!El proyecto fallido del ITS contemplaba aulas y laboratorios, hoy todo es ruinas y nadie sabe qué pasó, ni cuánto se gastó ni la razón de que no haya concluido.

Desde entonces la obra luce como un cascarón de puntales y travesaños vencidos, cuyo interior es usado como cementerio de automóviles, museo al aire libre de lo que fue la Fundición, con su horno de cubilote, y bodega a la intemperie de chatarra diversa.

Entre tanto los alumnos de Tecnológico de Saltillo deben tomar clases en espacios como laboratorios y cubículos de maestros, que no estaban destinados para aulas.

Sin registro del proyecto fallido

Con todo y que datos de la misma dirección del ITS indican que actualmente el Instituto imparte clases en sus aulas a un promedio de siete mil 400 estudiantes por año, provenientes de Coahuila y otras regiones del país.

Se estima que cada semestre esta institución acepta solamente entre 30 y 50 por ciento de sus aspirantes.

Ejemplo de ello es que para el semestre agosto-diciembre de 2023 presentaron examen de admisión dos mil 439 candidatos a ingresar en los ocho programas formativos del TEC, incluyendo los tres de educación a distancia, y sólo entrarán mil 315.

Documentos y testimonios a los que Semanario tuvo acceso revelan que la edificación, que estaba proyectada para tres niveles y al menos 18 aulas, un laboratorio de química y otro de física, fue realizada por un arquitecto particular de nombre José Luis Escobedo Acosta.

Ello al margen de las mínimas normas de construcción y, además, sin notificar al Instituto Coahuilense de la Infraestructura Física Educativa (Icifed), órgano encargado de la construcción de escuelas en la entidad

Semanario intentó por más de más de año y medio acceder a información a través de solicitudes de transparencia y oficios directos a las autoridades del Tec, para esclarecer los detalles del fallido proyecto.

No obstante, las autoridades educativas, tanto en Coahuila, como a nivel federal, respondieron que no se cuenta con documento alguno que haga referencia a esta obra.

Esas respuestas impiden saber, de primera mano, los pormenores de dicha edificación tales como: constancias de la licitación, proyecto ejecutivo, estudios de factibilidad, costo, constructora que la realizó, reportes de avances técnicos y financieros y sus metas y alcances.

$!Se desperdiciaron recursos en una obra pensada para aulas y laboratorios, que quedó sin terminar y se demolió.

Está la obra, pero “no hay evidencia” de documentos

Semanario solicitó al Tecnológico Nacional de México (TecNM), organismo al que está adscrito el ITS, vía transparencia (folio 331000922006779), copia de todos los documentos sobre el proyecto de obra iniciada como ante proyecto, planos y presupuesto; documentos de la obra no concluida, y posteriormente demolida como costos y contratista que efectuó la demolición.

El TecNM respondió que no se encontró información sobre el proyecto mencionado.

Al calce del oficio de respuesta aparece el nombre y la firma de la doctora María Gloria Hinojosa Ruiz, actual directora del ITS y el sello de la institución.

Cabe señalar que esta solicitud fue subida a la Plataforma Nacional de Transparencia, (PNT), el 9 de noviembre de 2022, con fecha límite de entrega el 8 de diciembre del mismo año. Empero la respuesta llegó hasta el 11 de enero de 2023, después de una solicitud de prórroga.

El 13 de enero de 2023, Semanario interpuso una queja, expediente RRA 441/23, ante el Instituto Nacional del Transparencia contra el TecNM y el ITS, por nulo cumplimiento a la solicitud de información y violación de los plazos.

Durante el proceso de alegatos Semanario hizo llegar al INAI como pruebas, mediante correo electrónico, las fotografías de la obra civil ubicada en terrenos del ITS, campus principal, que consta de columnas, trabes y dalas construidas y parcialmente demolidas, a que se hace referencia en la demanda de información.

En tal expediente se consigna que el TecNM impugnó la inconformidad presentada por Semanario y confirmó su respuesta.

“(...) no obra documental alguna que avale lo requerido por el hoy recurrente”.

Finalmente, la impugnación fue desechada por el Pleno del INAI quien, en su resolución del 15 de marzo de 2023, instruye además al TecMN y al ITS, a buscar exhaustiva y razonablemente la información solicitada por Semanario en todas sus áreas, incluyendo la Subdirección de Servicios Administrativos.

Lo anterior, detalla el expediente, tomando en cuenta, que “(...), si bien es cierto que la búsqueda de la información se realizó en una de las áreas competentes, siendo esta el Departamento de Planeación, Programación y Presupuestación, lo cierto es que omitió efectuarse en la Subdirección de Servicios Administrativos”.

Dado que, según el numeral 1.3.0.0.0 del Manual de Organización del Instituto Tecnológico, “la Subdirección de Servicios Administrativos tiene entre otras atribuciones y funciones las de planear, organizar, dirigir, controlar y evaluar la administración de los recursos humanos, financieros, materiales y servicios generales; elaborar el programa operativo anual y anteproyecto de presupuesto; dirigir y controlar el ejercicio del presupuesto, registros contables, tesorería, fiscalización y administración de los ingresos propios del Instituto, así como dirigir y controlar las adquisiciones, control de bienes muebles, almacenes y servicios generales”.

La respuesta al fallo del INAI por parte del TecNM y del ITS, llegó el 22 de mayo del presente año, es decir, más de dos meses después de emitido el dictamen de incumplimiento, violando así lo dispuesto en la resolución.

En su respuesta enviada por correo electrónico, el TecNM y el ITS contestaron que después de realizar una nueva búsqueda exhaustiva y congruente en todas las áreas competentes, en específico la Subdirección de Servicios Administrativos, tal y como lo había ordenado el INAI, así como en el Departamento de Planeación, Programación y Presupuestación, dentro de sus archivos físicos y electrónicos, “le indico no es posible proporcionar la información respecto a la solicitud hecha por este medio. Toda vez que no obra evidencia alguna de los documentos solicitados del proyecto en mención. Derivado de lo anterior dicha información resulta inexistente”.

$!La obra fallida del ITS quedó olvidada y demolida, pero nadie sabe qué fue lo que pasó

Semanas antes, y valiéndose del derecho de impugnar la resolución del INAI ante el Poder Judicial de la Federación, tal y como se estipula en el Artículo 165 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, este medio acudió ante la autoridad jurisdiccional para solicitar un amparo que revirtiera el fallo del órgano de transparencia, en el sentido de instruir al TecNM y al ITS a buscar y entregar la información solicitada.

El PJF asignó como asesora jurídica a la abogada Carmen Valdés Rivera quien dijo no encontrar desfavorable la resolución del INAI y habló de la imposibilidad de interponer un amparo, alegando que los plazos legales, plazos que el TecNM y el ITS habían venido violando en la entrega de sus respuestas, estaban vencidos.

Es importante destacar que durante la primera entrevista con Valdés Rivera, la jurista cuestionó al reportero sobre en qué le afectaba que el Tec Saltillo entregara o no la información que estaba solicitando.

En papel, obra nunca existió

Tiempo atrás, el 20 de octubre de 2022, Semanario hizo llegar de manera personal un oficio al Tecnológico de Saltillo, que no cuenta con Unidad de Transparencia.

El escrito estaba dirigido a la doctora María Gloria Hinojosa Ruiz, la actual directora de la institución, con copia para Armando Nuncio González, subdirector de Planeación y Vinculación, María de Jesús Pérez López, subdirectora Académica y Ania Guadalupe Sánchez Ruiz, subdirectora de Servicios Administrativos.

Se solicitaban todos y cada uno de los documentos referentes a la obra iniciada, no concluida y demolida, en los terrenos de ex Fundición del ITS.

El 7 de noviembre se recibió en la redacción de este medio el oficio número D/1048/2022, en el que el Tecnológico contestó que “en archivos de la Institución no se cuenta con la información sobre el proyecto mencionado”.

Es decir que este proyecto, según las autoridades educativas, nunca existió ni existe.

“Esa obra no la tienen registrada porque no fue una obra que haya sido reportada a México ni tampoco era una obra que la estaba haciendo el Icifed. Esa obra la hicieron aquí directamente. Una cosa sí es cierta, que la obra era irregular, que la echaron a andar sin autorización de nadie”, dice una fuente cercana a la alta dirección de aquel tiempo.

O sea que, a la vista de las autoridades, esta obra no existe ni existió.

Sin embargo, el Informe de Rendición de Cuentas 2010 del ITS, dentro del numeral 5.3.1 relativo a la Programación Presupuestal e Infraestructura Física, consigna que

“(....) en el Programa de Ampliación de la Oferta Educativa (PAOE) 2010, se asignó al instituto la cantidad de $7,133,186.17 pesos que se ha asignado para la remodelación y adecuación de un espacio de 1,555 metros cuadrados (edificio de la exfundición) que funcione como área multifuncional e incluye aulas, laboratorios, cubículos y un auditorio”.

Una gaceta de la época, editada por el Instituto Tecnológico de Saltillo, expone que en el año 2010, el espacio que ocupara la Fundición hasta el año 2000, había sido destinado para la construcción, en su interior, de un complejo de 18 aulas en la primera etapa, conservando los hornos ahí instalados, a fin de dotar de un ambiente metalúrgico al edificio y mantener la esencia de lo que por 28 años fue el taller de Fundición.

Según ex empleados de la oficina de Construcción y Equipo, adscrita al departamento de Planeación, el diseño arquitectónico de la obra habría sido parte de la tesis de un alumno de arquitectura de la UAdeC, que tomó como modelo la Infoteca Central de la Unidad Campo Redondo.

Pero el proyecto fue desechado y el Instituto encargó un nuevo diseño a una empresa de Torreón.

Era la administración del entonces maestro en ciencias Jesús Conteras García, quien desde 2022 funge como parte de la Comisión de Selección del Consejo de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción de Coahuila.

La ejecución de la obra fue fatal, a decir de fuentes consultadas.

“Nosotros ya no intervenimos, ya no se nos tomaba en cuenta, ya no supervisábamos, la gente de la oficina ya no tuvo ninguna injerencia, nos relegaron”, afirma la fuente.

Y es todo lo que se sabe.

Semanario buscó en reiteradas ocasiones, a través de llamadas y mensajes de texto y audios en su celular, al ex director del Tec Saltillo, Jesús Contreras García, y a su entonces subdirector de Planeación y Vinculación, y luego subdirector de Servicios Administrativos, Juan Antonio Sánchez Fernández, para que ofrecieran una explicación sobre lo sucedido con la obra iniciada, no concluida y posteriormente demolida del área de la antigua Fundición, pero hasta el cierre de edición no se habían reportado.

Algunos profesores y empleados administrativos del ITS, que pidieron a Semanario proteger su identidad, han llegado a pensar, ante la falta de información, que la obra de la ex Fundición, de cual según el Tec Saltillo no existe expediente, se empezó a construir con recursos propios del Instituto, tales como cuotas de inscripción, cursos, servicio externo, posgrados, aportaciones de tecnológicos y servicios escolares, entre otros.

Con base en el Informe de Rendición de Cuentas 2010 del ITS, el Instituto contó ese año con un activo de 29 millones 242 mil 058.57 pesos por ingresos propios y gasto directo.

“No tenemos mucha información. Cuando se solicitó por transparencia se buscó y no se tiene. No sé de cuándo haya sido la obra esa. Buscamos en todo, a ver dónde había esa información. Ese recurso no es federal. De la Federación no es, ya nos dijeron que no se hizo ninguna ministración de recurso para esa obra.

“¿Se consiguió por el estado, por dónde se consiguió?, es lo que no se sabe exactamente. Ahora que llegamos en 2019 nos encontramos con que tenemos esa obra que no se finiquitó, al contrario, se demolió”, advierte Armando Nuncio González, subdirector de Planeación y Vinculación del ITS y quien durante la época en que se desarrolló dicho proyecto ocupaba un puesto de alta dirección en el Instituto.

$!Armando Nuncio, subdirector de Planeación y Vinculación del ITS dice que lo más necesitan son aulas.

¿Y los recursos de la federación?

En relación con los recursos asignados por la federación al ITS en 2010, en un oficio, el 513.1/0289/10, fechado el 23 de febrero de ese año, obtenido vía transparencia, (solicitud 331000922004538), el doctor Carlos Alfonso García Ibarra, titular de la Dirección General de Educación Superior Tecnológica, (DGEST), se dirige al ingeniero Jesús Contreras García, director del ITS para autorizar un cambio de meta en el ejercicio de los recursos provenientes de dos programas:

El PAOE (Proyecto para la Ampliación de la Oferta Educativa) 2009, por cinco millones de pesos que, de inicio, serían utilizados para la construcción de un módulo de educación a distancia en Cuatrociénegas.

Y el Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM), con una bolsa de 14 millones 83 mil 500 pesos, destinados a la construcción de una unidad académica departamental tipo lll, no se especifica dónde.

El Tec Saltillo habría solicitado el cambio meta argumentando que no se había concretado la donación del predio por parte del gobierno estatal para la edificación de la obra en Cuatrociénegas; y que el costo para la realización de la unidad académica departamental había presentado un incremento significativo.

Por tanto, el ITS pedía que se integraran los dos fondos en uno solo y se destinaran en su totalidad, es decir 19 millones 83 mil 500 pesos, a la citada unidad académica.

La DGEST dio su visto bueno.

“(...), esta dirección general no tiene inconveniente en autorizar cambio de meta del PAOE 2009 y canalizar el recurso como complemento al logro de la meta programada dentro del FAM 2009”.

En ninguna parte del documento se hace referencia a una obra a edificarse en el terreno de la ex Fundición.

Otros docentes sugieren que el malogrado edificio de la antigua Fundición pudo haber sido sufragado, en aquel tiempo, con algún recurso no etiquetado del gobierno estatal.

O que el Tec se allegó los fondos para la realización de este proyecto a través de su Fundación que, por cierto, ya no existe.

Semanario busco vía mensajes de texto en su celular a Ernesto Gómez Moyeda, quien fuera presidente de la Fundación del Instituto Tecnológico por varios años, pero hasta el cierre de esta edición no había respondido.

No obstante, profesores del Tec insisten en que la obra construida en los terrenos de la antigua Fundición existió, existe, que fue iniciada, no concluida, y posteriormente demolida.

También insisten en que la evidencia documental se encuentra, por fuerza, en los archivos del área de Planeación del ITS.

$!Así se ve la obra demolida de la que nadie se hizo responsable, ni tampoco se conoce cuánto costó en total.

¿Quién la construyó?

La construcción habría estado a cargo, presuntamente, de un arquitecto particular de nombre José Luis Escobedo Acosta.

Fuentes que en su momento estuvieron cerca del desarrollo de esta obra, aseguran que, una vez concluidos los trabajos de edificación de muros y columnas de ladrillo, instalación de dalas y vaciado de la losa de concreto y poliestireno, maniobras que, se supone, ya habían implicado un desembolso económico para el Instituto, no se sabe por cuánto, la dirección solicitó, se ignora por qué, dinero a la federación para terminar el edificio.

Semanario encontró evidencias de esta versión en un expediente solicitado de forma directa al departamento de Planeación, Programación y Presupuestación del Tecnológico.

Sobre el particular, el oficio DG/0752/11, expedido por el Instituto Coahuilense de la Infraestructura Educativa, (Icifed), el 14 de junio de 2011, alude, en su primer párrafo, a un Convenio de Apoyo Financiero celebrado por el gobierno del estado y la Secretaría de Educación Pública para el Proyecto para la Ampliación de la Oferta Educativa 2010, destinado a la remodelación, (Taller de fundición) de un espacio de mil 555 metros cuadrados, que incluiría aulas, talleres pesados y laboratorios, con recurso federal por un monto de siete millones 133,186. 17 pesos.

Empero, dicho escrito advierte que “derivado de un estudio con valoración técnica realizada al inmueble mencionado, se resolvió la no conveniencia de su remodelación, proponiéndose la construcción de un edificio tipo U3C con nueve aulas didácticas en dos niveles”.

El estudio, a cargo del Icifed, se habría realizado sobre la obra iniciada, y no concluida, del área de la antigua Fundición.

La autoridad encargada del diagnóstico fue el propio Icifed.

Por tanto, se exhortaba al ITS a realizar las gestiones, ante la Subsecretaría de Educación Superior del gobierno federal, para la modificación de la meta.

En oficio posterior, el 513.1/1824/11, fechado el 6 de julio de 2011, la Dirección General de Educación Superior Tecnológica, autoriza el cambio de meta y canalizar el recurso al proyecto propuesto por el Icifed, es decir el del edificio U3C, con nueve aulas didácticas en dos niveles.

El 25 de octubre de 2012 mediante un memorando se informaba de la entrega - recepción de la obra, que incluía nueve aulas didácticas, servicios sanitarios, escalera y obra exterior.

El edificio se construyó no en el terreno de la antigua Fundición, sino en el predio del Tec denominado El Ejido.

Este proyecto, se lee en la respuesta a una solicitud de información, (folio 05009530000422), hecha al Icifed, tuvo un costo de cinco millones 831 mil 554.51 pesos.

El resto, dos millones 313 mil 447.25, se usarían, con el visto bueno del Icifed, en la construcción de otras cinco aulas didácticas, escalera y obra exterior, no se detalla en qué campus del Tec.

Este medio tuvo acceso al estudio que el Icifed elaboró sobre la obra iniciada y no concluida de la ex Fundición del ITS, y cuya adecuación se había calculado en 15 millones 575 mil pesos.

El documento, con fecha del 29 de abril de 2011, destaca, por citar algunas anomalías: depresiones en acabados de losas, riesgo de inundaciones en el taller, riesgo de incendios por uso de poliestireno como aligerante en la losa, altura no adecuada entre el piso y la losa de concreto, entre otras.

El análisis concluye que el Icifed determina inconveniente adecuar la losa, así como sus instalaciones, para el proyecto que se pretende desarrollar.

$!Se cree que en este espacio donde ahora todo es chatarra y la intención de una obra, puede construirse un área de posgrado con cubículos y laboratorios especializados para el área de materiales.

En 2013, la demolición

Tras la llegada de Arnoldo Solís Covarrubias, a la dirección del ITS, en 2013 la obra iniciada y no concluida del área de la antigua Fundición fue derribada, se desconoce el costo, procedencia de los fondos y la persona moral o física que realizó los trabajos de demolición.

Para justificar su demolición, el Instituto pidió la colaboración de la Universidad Autónoma de Coahuila en la realización de una nueva valoración de la obra.

Los resultados, como en el caso del estudio del Icifed, resultaron negativos y la edificación se tumbó.

Más tarde se pensó construir en los terrenos de la ex Fundición un centro de negocios, pero debido a la falta de recursos la obra quedó en proyecto.

“Era una idea muy buena porque además de ser el centro de negocios iba a ser el centro de idiomas, porque el Tec Saltillo no tiene centro de idiomas. Una especie de mini world trade center. La idea era que el Tec Saltillo y las empresas se juntaran para emprender, para crear e impulsar nuevos proyectos empresariales y el centro de idiomas iba a estar a un lado en ese espacio”, apunta un profesor ya jubilado del Tec que prefiere no dar su nombre.

Nuevo proyecto

En relación con la obra iniciada, no concluida y posteriormente demolida en el terreno de la antigua Fundición del Tec, Nuncio González, subdirector de Planeación y Vinculación, comenta que podría ser un espacio idóneo para construir un área de posgrado con cubículos y laboratorios especializados para el área de materiales.

“Sería excelente, ese terreno que tenemos nos gustaría aprovecharlo para construir aulas, necesitamos aulas, aulas, es la alta prioridad, algunos laboratorios que apoyen algunas especialidades y cubículos para maestros”, propone.

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