A pesar de que las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte en Coahuila y que desde 2017 cada día una persona sufre un paro cardiaco en su casa o en la calle; la Ley de Cardioprotección en Coahuila que obliga a los inmuebles públicos o privados a certificarse como espacios cardioprotegidos, es letra muerta
- 24 abril 2023
El 27 de noviembre de 2018 se publicó en el Periódico Oficial la Ley de Cardioprotección del Estado de Coahuila, misma que obliga a los inmuebles y eventos públicos o privados, con afluencia de más de 500 personas, a certificarse como espacios cardioprotegidos.
Es decir, a contar con personal capacitado en maniobras de reanimación cardiopulmonar, y con uno o varios Desfibriladores Externos Automáticos, (DEA), dispositivo portátil utilizado para restablecer el ritmo cardiaco en caso de infarto y con ello salvar vidas.
Sin embargo, según la respuesta de la Secretaría de Salud (SS) del Estado a la solicitud folio 050098800000823, en Coahuila existen solamente 27 espacios catalogados como cardio seguros.
Esto a pesar de que en Coahuila, según datos de la misma Secretaría obtenidos vía transparencia, entre 2017 y el año pasado un total de 1,672 personas sufrieron un ataque cardiaco mientras se encontraban en su casa o la calle, es decir, un promedio de 1.3 casos diarios.
Por si fuera poco, cálculos de la Secretaría de Salud Nacional indican que el 70% de los ataques cardíacos ocurren no en hospitales o clínicas de salud, sino en casas o espacios públicos, donde el paciente tiene una alta probabilidad de perder la vida por no recibir ayuda oportuna.
“Da tristeza que de repente ves gente en el periódico que se infartó en la casa o en la calle y no pasa nada”, lamenta Manuel Ylizaliturri Resce, ortopedista y traumatólogo, miembro del Patronato del Cuerpo de Bomberos de Saltillo y uno de los primeros impulsores de la cultura de la cardioprotección en la ciudad.
Es el caso de María Trinidad Sierra Martínez, 60 años, a quien la mañana del 29 de marzo de 2022 la muerte sorprendió en forma de un infarto en los patios de la Central de Autobuses, mientras viajaba desde Piedras Negras con destino a Guanajuato.
Los paramédicos de la Cruz Roja y los policías municipales, sólo llegaron para comprobar que ya no contaba con signos vitales.
En un sondeo realizado por Vanguardia a diversos establecimientos con afluencia masiva de gente en la localidad, se pudo advertir que, por ejemplo, en sitios como la terminal de camiones no se cuenta con un Desfibrilador Externo Automático y, en algunos casos, ni con brigadas capacitadas en primeros auxilios y designadas para actuar ante incidentes como un paro cardiaco.
Con todo y que en la central camionera, según la versión de Miguel Colchado, el gerente, en un día flojo concurren 1,200 pasajeros y hasta 3,200 diarios durante las vacaciones.
“No contamos con desfibriladores, pero sí nos dan capacitación en primeros auxilios”, dijo el gerente y añadió que los cursos son impartidos por el Centro de Capacitación de Estrella Blanca, desde la Ciudad de México.
PRINCIPAL CAUSA DE MUERTE
Profesionales de la salud entrevistados para este reportaje, coinciden en la necesidad de que en espacios públicos con altas concentraciones de gente haya desfibriladores, considerando que, de acuerdo con datos del INEGI, en los últimos 10 años los padecimientos del corazón vienen ocupando la primera causa de muerte en la entidad.
En las tablas de Principales Causas de Mortalidad del INEGI se observa, por ejemplo, que en 2020 se registraron en Coahuila 9,404 fallecimientos debido a enfermedades del corazón y enfermedades isquémicas del corazón, en comparación con el Coronavirus que, en el mismo año, provocó la muerte de 6,359 personas; la diabetes, que ocasionó 3,901 decesos y los tumores malignos, que mataron a 2,387 personas.
“Ya tiene más de una década que el infarto agudo de miocardio o las enfermedades cardiovasculares, ocupan el primer lugar en muertes, incluso a nivel nacional, y ninguna otra las ha desbancado, ni siquiera el Covid en el 2020”, advierte Rodolfo Gaona Rodríguez, cardiólogo clínico e intervencionista.
Y su dicho no está nada fuera de la realidad, pues en la última década el número de muertes relacionadas con problemas del corazón casi se duplicó al pasar de 5,097 en 2012, a 8,415 en 2022.
Siendo el infarto agudo de miocardio el responsable directo de las 15,918 muertes registradas entre 2016 y 2022, según informes de la SS.
No por nada el artículo 4 de la Ley de Cardioprotección del Estado de Coahuila ordena que en aquellos inmuebles y/o eventos, tanto públicos como privados, en donde se concentre un alto flujo de personas, se instalen Desfibriladores Automáticos Externos:
Un desfibrilador, si el inmueble o evento cuenta con un flujo de entre 500 y 5,000 usuarios y hasta 20, si el inmueble o evento cuenta con un flujo de 45,001 usuarios en adelante.
Rodrigo Campo Aguirre, cardiólogo clínico e intervencionista, añade que este tipo de dispositivos deberían ser indispensables, por ejemplo, en lugares como centros comerciales y aeropuertos.
En su, aún no aprobada, iniciativa de ley en materia preventiva de muerte súbita cardiovascular y de espacios cardioprotegidos, presentada el 3 de diciembre de 2020, la senadora Lucía Virginia Meza Guzmán, del Grupo Parlamentario de Morena, va más allá al incluir lugares como: estadios, terminales, edificios administrativos, clubes, centros comerciales, supermercados, bancos, gimnasios, industrias, entre otros.
LUGARES CADIOPROTEGIDOS EN COAHUILA
Por lo que se refiere a Coahuila la Secretaría de Salud declara que son 27 los lugares certificados como espacios cardioseguros.
No obstante, Semanario pidió en dos ocasiones la lista con nombre y ubicación de tales espacios, pero la dependencia únicamente envió una lista de siete espacios:
Peñoles y el Territorio Santos Modelo en Torreón, ZF Pwrtrain Modules y Planta Mabe en Ramos Arizpe, el complejo Zapa en Saltillo y la compañía Stellantis en Derramadero.
En Saltillo sólo la administración de Manufacturas Zapalinamé/Tetakawi, (Complejo Zapa), accedió a mostrar la placa que avala a este parque industrial como un espacio cardioseguro.
Durante la visita de Semanario, Adriana Martínez, supervisor médico de este complejo, que aglutina a más de 20 empresas y cerca de 3,200 empleados, señaló que fue en agosto de 2022 cuando se logró la certificación.
La invitación vino de la Secretaría de Salud.
Adriana Martínez aclaró que desde hace cinco años Zapa cuenta ya con dos Desfibriladores Externos Automáticos, uno colocado en el departamento médico y el otro en el área médica de una de las firmas, además de cuadrillas capacitadas en atención de primeros auxilios.
“Las áreas médicas que hay en el parque están en un extremo y otro, cubrimos perfectamente. El departamento médico está exactamente a la mitad del parque para que todos puedan tener acceso rápido, es un edificio aparte”, detalla.
De modo que casi de inmediato obtuvieron la certificación.
PROTECCIÓN CIVIL, SIN SUPERVISAR
Preguntado en torno a si Protección Civil Coahuila lleva algún inventario de los lugares con afluencia masiva de gente que cuentan con desfibrilador, Francisco Martínez Ávalos, titular de esta subsecretaría, dice que este rubro no está incluido en el formato de supervisión.
“Es una buena oportunidad que tú nos das para incluirlo e ir haciendo nuestra propia estadística. Hay un programa de prevención de accidentes, pero creo que sería muy bueno extenderlo a prevención de infartos o atención de infartos”.
Empero, José Alfredo Ibarra Saucedo, coordinador de la Cruz Roja Saltillo, afirma que no es alto el porcentaje de negocios donde hay un desfibrilador.
“Creo que las zonas cardioprotegidas son muy importantes”, dice.
Por su parte el cardiólogo Luis Tláloc Córdova Alveláis, dice que incluso hasta en las iglesias debería haber un DEA y gente capacitada para usarlo.
Sin embargo, Semanario confirmó que, al menos, en la Catedral de Santiago de Saltillo no cuentan con este equipo y ni siquiera con personal preparado en maniobras de RCP.
El padre Plácido Castro, rector de la Catedral, informó que en caso de algún infarto al interior del templo, al que le caben cerca de 800 personas sentadas, se tiene la instrucción de mandar llamar a un médico de Cáritas Catedral, cuya oficina se encuentra en la calle de Bravo a espaldas de la iglesia.
“No hay eso aquí, pregunte en Cáritas”, instó el clérigo.
De igual forma durante el recorrido realizado por Semanario en algunos negocios de la localidad, se pudo observar, por citar un caso, que en el mercado Nuevo Saltillo, ubicado en el centro y en el que en día normal entran 1,500 personas, no hay desfibrilador.
“No, esos no los tenemos todavía, pero qué bueno que nos dices para incluirlos ya en la agenda”, dijo Fernando Martínez, el administrador.
Lo mismo ocurre en la Plaza de la Tecnología que a diario registra una afluencia de más de mil personas.
“Nosotros no tenemos, como tal, lo que usted me pide, si no con gusto”, se excusó Martha Mar, la gerente creyendo que el reportero iba en busca de un desfibrilador para comprarlo.
Tampoco en edificios públicos como la Fiscalía General del Estado, el Registro Civil ni el Poder Judicial de la Federación, a donde cientos y cientos de personas acuden a realizar trámites diariamente, tienen un DEA.
La Presidencia Municipal de Saltillo es uno de los pocos espacios públicos donde se constató que hay un desfibrilador a la vista, empotrado a una pared, justo en el centro de lobby.
Una fuente cercana a la dependencia informó que el lugar cuenta con una brigada de primeros auxilios y que el Ayuntamiento está en proceso de obtener la certificación de la SS como espacio cardioprotegido.
En relación con este tipo de espacios el artículo 14 de la Ley de Cardioprotección de Coahuila decreta que las áreas que hayan sido reconocidas como cardioprotegidas, tendrán 90 días naturales para instalar los Desfibriladores Automáticos Externos y capacitar a las personas que para ese efecto designen.
De no ser así la SS girará apercibimiento para que un plazo no mayor de 15 días hábiles se cumplimente dicha instrucción y si esto no sucede, se procederá a clausurar el inmueble respectivo hasta que dicho requisito sea satisfecho.
Sin embargo, la Secretaría de Salud no tiene información sobre apercibimientos o clausuras, según respuesta a una solicitud de información.
CARDIOPROTECCIÓN, CONCEPTO CON HISTORIA
El concepto de la cardioprotección no es nuevo.
Ya en 2013 se había publicado en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo por el cual se exhortaba a los propietarios y responsables de establecimientos con grandes concentraciones de personas, a contar, entre otras cosas, con Desfibriladores Automáticos Externos en sus instalaciones, “con la finalidad de atender la ocurrencia de una eventual emergencia médica como infarto agudo del miocardio, arritmias y muerte súbita”, se lee en el documento.
Pero al parecer sólo quedó en eso, una invitación.
El Desfibrilador Automático Externo, según la Ley de Cardioprotección, es un equipo electrónico automático portátil, utilizado para restablecer el ritmo cardiaco de las víctimas de arritmias malignas, padecimiento conocido en el argot médico como fibrilación.
El DEA funciona mediante un par de electrodos a modo de parches que, colocados en el tórax de la persona, emiten, según sea necesario, una descarga eléctrica que devuelve el ritmo normal al corazón del paciente, lo anterior con apoyo de maniobras de resucitación.
“Cualquier persona que no sea médico debe de saber que existen y hacia dónde hay un desfibrilador para agarrarlo y conectárselo al paciente. Son tan sencillos de usar que a la hora que lo abres ellos mismos, por voz, te van diciendo qué debes hacer.
“’Coloque los parches en la posición indicada’ y trae una foto de cómo se los debes colocar, ‘apriete el botón de analizar’ y el desfibrilador analiza si es que hay una arritmia cardiaca y decide si tiene que dar una descarga eléctrica o no, para ayudar a reanimar al paciente y que dé tiempo a que llegar una ambulancia o sea trasladado a un hospital para continuar su atención médica”, ilustra Julio Antonio Córdova López, cardiólogo.
De tal forma que, conforme al artículo 6 de la Ley de Cardioprotección, los Desfibriladores Automáticos Externos deberán situarse en lugares de fácil acceso y adecuadamente señalizados, colocando sus instrucciones en idioma español de manera clara y visible, así como material ilustrativo, tanto de su manejo, como de la técnica de resucitación pulmonar, de tal forma que se facilite su uso a cualquier persona.
“Seguramente (con el desfibrilador) se podrían salvar o se hubieran podido salvar algunas vidas”, dice Córdova López.
Como la de don Cipriano, 71 años, quien la tarde del 1 de agosto de 2022, acudió como de costumbre a divertirse al salón de baile de la Sociedad Mutualista “Zarco de Artesanos”, en el centro de la ciudad. Cuando comía tamales sentado a una mesa de la cocina se desvaneció de repente.
Personas que se hallaban a su alrededor intentaron reanimarlo y llamaron al 911.
Tras revisarlo, los cuerpos de auxilio determinaron que el corazón de Cipriano se había detenido para siempre.
Pero ni ahogado el niño tapan el pozo. El sitio sigue sin desfibrilador.
EL VALIOSO TIEMPO
“Todo es cuestión de tiempo”, advierte Manuel Ylizaliturri Resce, también instructor de reanimación cardiopulmonar o Soporte Básico de Vida, (BLS, por sus siglas en inglés).
Y explica que aproximadamente 50 por ciento de las víctimas de ataque cardiaco sobrevive en los primeros cinco minutos.
Después de esos cinco minutos las posibilidades de sobrevivir por cada minuto que pasa disminuyen 10 por ciento.
“¿Cuál es la solución?, que llegue un desfibrilador en menos de cinco minutos a donde está el paciente”, dice Ylizaliturri.
Añade que el método tradicional, que son las compresiones en el pecho, tiene buena respuesta, pero no tanta sobrevida.
Y recalca que está comprobado que si se empieza con la compresión o reanimación cardiopulmonar en menos de dos o tres minutos, ello con la intervención de primeros respondientes, y el desfibrilador llega en menos de cuatro minutos, hasta el 70 por ciento de pacientes puede sobrevivir sin secuelas permanentes.
Al respecto, estudios de la American Heart Association demuestran que 9 de cada 10 víctimas de paro cardíaco que reciben la descarga de un DEA en el primer minuto, sobreviven.
“El tiempo es neurona, entre más tiempo pase y no se oxigena, no se da RCP, se mueren las neuronas y entre más tiempo pase y el corazón no se destape para que reciba sangre, se muere el músculo. Tiempo es músculo, tiempo es neurona”, previene Erik Varela Cortés, subsecretario de Atención Médica de Urgencias de la Secretaría de Salud de Coahuila.
De ahí la importancia, reitera el doctor Manuel Ylizaliturri, de que todo ciudadano conozca lo que es y sepa dar reanimación cardiopulmonar; y de que en cualquier sitio, donde haya una concentración masiva de gente, exista un desfibrilador a menos de cuatro minutos de distancia.
Está demostrado, apunta, cómo gracias a la implementación de este tipo de estrategias, se ha conseguido aumentar la supervivencia en ciudades como Hawaii y Austin, Texas.
“Y en una bola de partes. En Piacenza, Italia, que es una ciudad de 100 mil gentes, una cosa chiquitita, a todos los tienen entrenados y hay desfibriladores por todos lados”.
A este respecto la Ley Estatal de Salud en su artículo 50, fracción lII, habla que de la incorporación de auxiliares voluntarios en la realización de tareas simples de atención médica, así como su participación en determinadas actividades de operación de los servicios de salud, bajo la dirección y control de las autoridades correspondientes.
“A los niños, desde primaria, les deben de enseñar maniobras de resucitación cardiopulmonar, que sepan qué hacer si en su casa un abuelo colapsa. Si está el niño solo con el abuelo, que sepa que debe llamar a los servicios de ambulancia y que sepa qué hacer en lo que van llegando”, propone el cardiólogo Rodolfo Gaona Rodríguez.
JÓVENES NO ESTÁN EXENTOS
Si antes se pensaba que los males cardíacos eran exclusivos de los adultos mayores, Gaona Rodríguez, advierte que en la actualidad los problemas del corazón han ido ganando terreno y se han colocado como la tercera causa de muerte en el grupo de edad que va de los 25 a los 35 años.
“De los 35 a los 45, es el segundo lugar en muerte y de los 45 en adelante, a cualquier edad, las enfermedades cardiacas son la principal causa de mortalidad”, precisa.
Erik Varela Cortés, también médico general con entrenamiento en medicina prehospitalaria, platica que al personal del Sistema de Atención Médica de Urgencias, (SAMU) de la SS, le ha tocado atender casos de ataques cardiacos en pacientes jóvenes de 23 y 28 años, hasta adultos de 50 años y adultos mayores de 80.
Sin embargo, la muerte de Guillermo Moncada Ramírez, 17 años, no dejó de causar consternación entre la sociedad saltillense.
Era la víspera de la Navidad 2020, Guillermo había entrado en una joyería del centro, unos medios dijeron que para recoger una mercancía, otros que para comprar un regalo a su madre.
De pronto se derrumbó, cayó al suelo golpeándose en la nuca y empezó a convulsionar.
Los empleados de la tienda intentaron reanimarlo, en tanto llegaba una ambulancia.
Horas después, la necropsia revelaría como causa de la defunción un infarto agudo del miocardio.
DIABETES E HIPERTENSIÓN
El cardiólogo Rodolfo Gaona Rodríguez, dice que las personas con diabetes tienen un gran riesgo de padecer enfermedad cardiaca.
Y lo peor es que en México y en Coahuila este mal ha ocupado, por años, las primeras causas de muerte.
Sin ir más lejos, en el último lustro este trastorno, que hasta antes del Covid19 era llamado la pandemia del siglo XXl, ocasionó, según el INEGI, la muerte de 14,967 personas en el estado, más que los tumores malignos que en el mismo periodo acabaron con la vida de 11,097 pacientes.
Al menos de 2020 a 2022 la diabetes se ubicó como la tercera causa de muerte en Coahuila.
“Si agarramos a ese subgrupo de personas con diabetes, el 80 por ciento murieron por un infarto”, dice Gaona Rodríguez.
La hipertensión arterial, incluida en las enfermedades cardiovasculares, es otro de los factores de riesgo, incurable, que provoca insuficiencia cardiaca, o sea la incapacidad del corazón para bombear sangre adecuadamente y que, con el paso del tiempo, causa el debilitamiento de este órgano.
Un dato que refleja a las claras la magnitud de este padecimiento es que tan sólo entre 2016 y 2022 el ISSSTE Coahuila otorgó 438,146 consultas por hipertensión arterial.
De la misma amanera, información sacada por transparencia, (solicitud folio 330018023006636), muestra cómo en las unidades de medicina familiar del IMSS en Coahuila la presión arterial se mantuvo de 2017 a 2022 entre los principales padecimientos no transmisibles con 38,142 casos.
LOS ESLABONES DE LA CADENA
El doctor Erik Varela dice que esto de capacitar en RCP a la comunidad y de que los edificios y lugares públicos tengan un DEA, son solo dos eslabones de una cadena de supervivencia más grande que incluye: llamada al sistema de emergencias, capacitación en RPC, espacios con desfibrilación temprana, ambulancias avanzadas y traslado a unidades de cuidados intensivos coronarios, es decir, con salas de hemodinamia.
Una cadena que la Secretaría de Salud de Coahuila ha denominado “Proyecto Código Infarto”, enfocado a atender a pacientes que llegan a presentar infarto agudo del miocardio.
“Mientras más eslabones se vean reforzados en esa cadena la tasa de supervivencia aumenta”, aclara Varela Cortés.
Y dice que por eso la SS se ha esforzado por equipar las ocho ambulancias del Sistema de Atención Médica de Urgencias, (SAMU), con monitor de signos vitales, desfibrilador, electrocardiograma, laboratorio portátil de pruebas rápidas y oxígeno.
El doctor Manuel Ylizaliturri Resce, instructor de reanimación cardiopulmonar o Soporte Básico de Vida, (BLS, por sus siglas en inglés), destaca que un punto vital en esta cadena, es el tiempo de respuesta desde la recepción de la llamada al 911 hasta que la ambulancia llega al lugar del incidente.
El especialista cree que se necesita ser más ágil.
De acuerdo con información del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM) de la SS de Coahuila, el tiempo de llegada de una ambulancia al sitio donde se ha reportado una emergencia médica oscila entre 10 y 12 minutos.
“Les creo, pero es un tiempo de respuesta muy alto para un paciente con un infarto, ya se perdió prácticamente el 100 por ciento de oportunidades de que ese paciente salga adelante, si está inconsciente”, objeta Ylizaliturri.
Por su parte Erik Varela justifica que de 100 telefonemas recibidos en el 911, 70 nada tienen que ver con una urgencia médica, lo que impacta en el tiempo de recepción y respuesta de las llamadas.
Subraya que el Centro Regulador se ha puesto como meta en el corto plazo, bajar el tiempo de respuesta para una emergencia de salud a siete minutos.
Cuestionado sobre si en los hospitales generales de la SS de Coahuila se cuenta, por ejemplo, con salas de hemodinamia, el área hospitalaria donde se realizan procedimientos invasivos como el cateterismo cardiaco, Varela Cortés responde:
“Estamos en espera de que sean instaladas las hemodinamias, la de Saltillo y la de Torreón. Entonces vamos a tener completito el proceso”.
一¿Y más o menos para cuándo?
一Ya llegaron los técnicos, yo creo que algunos meses. Nosotros ya avanzamos.
Empero el cardiólogo clínico e intervencionista, Rodrigo Campo Aguirre, asevera que la mitad de los pacientes que se infartan no llega al hospital y de la mitad que llegan dos pueden fallecer.
“O sea de 10 que llegaron al hospital, el 20 por ciento pueden llegar a fallecer sobre todo por el tiempo prolongado de infarto que tuvieron...”.