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Durante el 2022 y hasta el mes de marzo de 2023, se han contabilizado 41 alertas de mujeres desaparecidas en la región sureste. Dos mujeres siguen como no localizadas, dos más fueron encontradas sin vida. El resto huyeron de sus casas por violencia familiar, enfermedad mental, física o a causa de adicciones.
- 27 marzo 2023
El 10 de mayo del 2022 Ana Iselda Viviana Rodríguez Chávez, de 54 años de edad, salió de su casa. Dijo a su familia que iba al banco.
Pasaron horas y Ana Iselda no se reportaba, ni respondía mensajes, por lo que su esposo salió a buscarla a casa de un hombre a quien le había prestado dinero. Pero este dijo no haberse encontrado con ella.
Ante la ausencia de Ana Iselda se hizo el reporte en la Unidad de Personas Desaparecidas ubicada en Saltillo. Se activó el protocolo Alba, se publicó una ficha de búsqueda que en un par de horas alcanzó poco más de 100 compartidas en redes sociales, al mismo tiempo en que se iniciaron las acciones de búsqueda en Saltillo.
Para las 22 horas de ese 10 de mayo, la Fiscalía de Coahuila localizó el cuerpo de una mujer con signos de violencia.
Al día siguiente confirmó públicamente que se trataba de Ana Iselda quien había fallecido por asfixia y fue encontrada en un auto en la colonia Herradura.
Las indagatorias apuntaron al hombre identificado como Jonathan Alexis. De acuerdo con información de la Fiscalía General de Coahuila se giró orden de aprehensión, pero fue hasta el 5 de julio que se informó de su captura. Se le ubicó en el estado de Sinaloa.
El pasado 13 de enero se le dictó sentencia de 40 años por el asesinato de Ana Iselda, a través de un procedimiento abreviado.
Ana forma parte de estas 41 mujeres reportadas como desaparecidas en la región sureste y documentadas por este medio a través de las ficha de búsqueda publicadas en la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
Durante su búsqueda se siguió el Protocolo Alba que opera de manera obligatoria en Coahuila para todas las mujeres no localizadas.
¿EN QUÉ CONSISTE EL PROTOCOLA ALBA?
El protocolo Alba o Naranja es un mecanismo implementado en México para buscar de manera inmediata a mujeres que no son localizadas por familiares y conocidos. No hay que esperar a que pasen días para considerarlas desaparecidas.
En Coahuila se implementó de manera obligatoria a partir del 2018, pero tiene su origen desde 1993 con el primer feminicidio registrado en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Ante la falta de resultados para la localización e investigación de estos casos, las familias de mujeres desaparecidas en Chihuahua implementaron sus propios mecanismos de búsqueda, entre esas medidas era buscar desde el alba. De ahí el nombre de este protocolo.
Sin embargo, el incremento de asesinatos contra mujeres continuaba en Chihuahua y las cifras emitidas por las autoridades no eran claras.
Ante esta situación, padres de las víctimas pidieron que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) revisara este fenómeno.
En la sentencia de la CIDH se argumenta que no existían conclusiones convincentes sobre las cifras en cuanto al número de homicidios y desapariciones en Ciudad Juárez, al mismo tiempo en que indicaba que las cifras eran “alarmantes” y “suficientes para entender la gravedad del problema de violencia que se vivía desde 1993”
Las cifras de mujeres violentadas superaban los 300 casos en ese estado.
El 16 de noviembre de 2009 la Corte emitió la sentencia en el caso González y otras, referente a mujeres asesinadas en el campo algodonero.
Se pidió al gobierno mexicano que esclareciera los casos, se castigara a los victimarios y se implementaran acciones para realizar investigaciones con perspectiva de género. Y que las mujeres reportadas como desaparecidas en todo México fueran buscadas y localizadas de inmediato.
Finalmente, el 12 de julio de 2012 se modificó el Protocolo Alba.
En Coahuila, seis años después se comenzó a implementar en todos los reportes de no localización de mujeres, asegura el titular de la Unidad de Búsqueda de la Fiscalía General de Coahuila, Luis Humberto Valdez Flores.
LAS FASES DEL PROTOCOLO
La búsqueda de cualquier mujer, de cualquier edad no localizada en el estado se rige por este mecanismo. Los registros de la Fiscalía del Estado señalan cuatro fases.
La Primera Fase comprende las primeras 24 horas, a partir de que se realiza el reporte a la Fiscalía.
El Agente del Ministerio Público deberá entrevistarse con familiares, amigos, pareja y conocidos de la persona que se busca.
En esta etapa se enfocan en recabar información sobre los lugares visitados, así como recabar fotografía reciente o elaboración de un retrato hablado. Se envía la ficha de búsqueda a las instituciones policiales, municipales, estatales y federales.
Si concluyen las 24 horas sin localizar a la persona, se activa la Fase dos, denominada Operativo Alba.
Desde el 2022, solo una mujer fue localizada horas después de que fue reportada por los familiares en la región sureste de Coahuila. Se trató de una joven de 19 años que salió de su casa y fue encontrada con un familiar. De acuerdo a reportes de la Fiscalía manifestó que se fue de manera voluntaria.
En ocho casos más se logró encontrar a las mujeres dentro de las primeras 24 horas de desaparición.
La Segunda Fase tiene una duración de 72 horas. Consiste en activar el Grupo Técnico de Colaboración del Operativo Alba para que realicen acciones de búsqueda y cada 24 horas deben de emitir un reporte donde se informe qué actividades realizaron.
De acuerdo a la sistematización de información realizada por SEMANARIO, a partir de las fichas públicas del protocolo Alba, 14 mujeres fueron ubicadas con vida dentro de este plazo de tres días.
Como fue el caso de una mujer de 24 años que salió de su casa el 26 de febrero de 2022, la familia la reportó a la Unidad de Personas Desaparecidas al día siguiente y lograron localizarla el 1 de marzo.
Durante su búsqueda los familiares indicaron que temían por su vida. Sólo se informó que fue localizada y no se dieron más detalles para cuidar su privacidad. En estos casos se concluye la alerta.
En los reportes de desaparición revisados en Coahuila no se consignaron decesos en la fase dos del Protocolo.
Cuando pasan las 72 horas y no se logra localizar a la mujer desaparecida se activa la Fase tres.
En esta fase se plantea que es probable que exista un delito detrás de la desaparición de la mujer. El Agente del Ministerio Público establece líneas de investigación. Al mismo tiempo se canaliza a los familiares a la Dirección de Atención Víctimas para revisión física y psicológica.
En Coahuila se tienen 10 casos en esta etapa. Una de ellas, fue encontrada sin vida. Se trata de María del Rocío Aguilar Zamarripa quien tenía 57 años de edad.
Ella salió el 8 de octubre del 2022 junto con un grupo de personas a la Sierra de Arteaga para realizar senderismo. Sus acompañantes mencionan que se separó del grupo.
Para su búsqueda se desplegaron elementos de Protección Civil de Coahuila y Nuevo León. Fue encontrada el 13 de octubre sin vida. Se determinó que fue un accidente al caer en un barranco.
La fase tres del Protocolo Alba sólo puede concluir con la aparición de la persona.
La fase cuatro consta de dos opciones: si la mujer desaparecida es encontrada con vida se da aviso al Agente del Ministerio Público y a la familia. Se procede a la atención médica y psicológica.
En caso de encontrar a la persona sin vida se da paso a la identificación del cuerpo y posterior a ello se realiza la entrega.
LAS CIFRAS OFICIALES
Además de la búsqueda que hacen las autoridades, se realizan fichas de búsqueda que se publican en redes sociales para que la ciudadanía pueda avisar si conoce el paradero de la mujer no localizada.
SEMANARIO documentó 41 casos de la región sureste donde se emitieron estas fichas de búsqueda a través de la página de Facebook de la Unidad de Búsqueda de Personas y dio seguimiento en los resultados de la localización.
Los datos obtenidos a través de esta Unidad señalan que en 2022 se tuvo un total de 75 reportes de mujeres no localizadas en todo Coahuila. De ellas, 74 fueron localizadas con vida y una sin vida.
Mientras que el número de denuncias por desaparición, cuando ya pasan de las 72 horas son de 87, y de ellas, 62 fueron encontradas con vida, ocho sin vida y en 17 se continúa la búsqueda.
Aunque datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, indican que la cifra desde el 2022 es de 73 mujeres desaparecidas en el Estado.
JOVEN TIENE DESAPARECIDA DOS MESES
María de Jesús Pasilla Zumarán, de 26 años, desapareció desde el 5 de febrero de este año y al corte del 22 de marzo no ha sido localizada.
María salió de su casa poco después de las 10 de la noche. Dijo que “iba a hacer un mandado” y desde ese momento ya no se supo nada de ella.
Su familia reportó el caso en el municipio de Francisco I. Madero. Al no contar con la atención debida acudieron a la asociación Fray Juan de Larios donde recibieron asesoría y ellos mismo emitieron una ficha de búsqueda.
En Fray Juan de Larios han observado que cuando los familiares van solos y no tienen nadie que los acompañe y asesore, no se les atiende adecuadamente en las instancias de justicia.
VIOLENCIA DOMÉSTICA DETRÁS DE LAS DESAPARICIONES VOLUNTARIAS
El titular de la Unidad de Búsqueda, Luis Humberto Valdez Flores, indica que la mayoría de las ausencias son voluntarias, pero aclara que al entrevistarse con las mujeres manifiestan que huyeron de violencia en el hogar.
De acuerdo con la información revisada que fue entregada por la Fiscalía, 50 por ciento de las mujeres se fueron de manera voluntaria. Luis Humberto Valdez declara que el 30 por ciento huían de su casa.
Un ejemplo de ausencia voluntaria por problemas en el hogar se registró los primeros días del mes de marzo del año pasado cuando una mujer que se encontraba en casa de su suegra en el municipio de Arteaga discutió con su esposo y se fue durante la noche con su hijo.
Fue localizada al día siguiente y manifestó estar bien de salud.
El coordinador del Protocolo Alba, Luis Humberto Valdez, refiere que se han registrado casos donde la mujer huye y se resguarda en casa de una amiga o familiar.
“Son señoras que agarran sus cosas y se van por voluntad propia, nadie las obliga, pero fueron orilladas. No es una muchachita que conoció a una persona por Facebook y se fue. Esta persona se va por violencia”, indica.
Cuando se detecta que las mujeres se fueron por violencia, se deja de dar información a la pareja, ya que es al que se identifica como agresor.
“Nos pasa que viene aquí a exigirnos que les digamos dónde están. Vienen y se nos enojan. Les explicamos que no está desaparecida, pero no les decimos en dónde la ubicamos”, recuerda Luis Humberto Valdez Flores.
En esos casos, la autoridad habla con la mujer reportada como desaparecida y piden que proceda legalmente.
“Les advertimos que es necesario que haya un seguimiento, porque (la violencia) puede escalar y atentar contra su vida”.
La violencia en el hogar es un problema recurrente en la entidad. Los datos más recientes de la Encuesta Nacional Sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2021, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en Coahuila, revelan que el 39.7 por ciento de las mujeres de 15 años y más que han tenido una relación de pareja, han sido violentadas a lo largo de la relación.
De ellas, 19.9 por ciento han experimentado violencia psicológica. El segundo tipo de violencia que experimentan es la económica, seguida por la violencia física y sexual.
Sin embargo, Luis Humberto Valdez, dice que a todas las mujeres localizadas se les canaliza a la Comisión Estatal de Atención a Víctimas (CEAV) para que reciban apoyo psicológico, pero el 80 por ciento no acude.
La canalización también se realiza para familiares como padres e hijos, ya que viven crisis emocionales durante la búsqueda.
LA VIOLENCIA MARCADA DESDE LA NIÑEZ
La psicóloga y conferencista enfocada en temas de género, María Luisa Gaytán explica que una mujer que tolera violencia en su hogar es porque ya vivió violencia en su infancia.
Explica que la propia mujer que es golpeada y abusada físicamente se llega a preguntar ¿por qué no puedo dejar a mi pareja?, ¿por qué vuelvo a regresar con él si me vuelve a hacer lo mismo?
“La razón por la que no lo dejan es porque de pequeñas fueron lastimadas mucho más fuerte que con la persona que están”, dice María Luisa Gaytán.
Sobre este tema, la Encuesta Nacional Sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2021 da a conocer que en Coahuila el 35.4 por ciento de las mujeres experimentó algún tipo de violencia en la infancia. Violencia física, psicológica y sexual son las principales en las mujeres de Coahuila.
“Es en la familia de origen donde aprenden a tolerar y a soportar, y a tener la autoestima baja. A sentir que no tiene un merecimiento de cosas positivas”, indica la psicóloga consultada para este reportaje, y explica que es importante que estos patrones no se repitan.
Además, María Luisa Gaytán indica que la segunda causa por la que es difícil salir de este círculo de violencia es porque la persona con la que está la mujer violentada no la obliga a hacer lo que la forzaron a hacer de niña.
“Esto puede ser desde actividades domésticas hasta de situaciones sexuales [...] Para poder dejar a la pareja que las lastima, él necesita violentarla más de lo que fue violentada de pequeña y casi nunca es así, porque después de cada episodio de violencia sobreviene una luna de miel”, explica la psicóloga.
Esta luna de miel consiste en tratos amables o regalos.
Los tipos de violencia que se viven en el hogar son: física, emocional y sexual.
María Luisa Gaytán indica que la violencia emocional se puede describir como el temor que se tiene por la manera en que va a reaccionar la pareja cuando llega a casa. Es aquella emoción que se siente a manera de angustia en el pecho.
La violencia económica es donde no se permite a la mujer manejar el dinero o se le restringen gastos si no hace lo que su pareja le pide.
También está la violencia sexual que se refiere a tocamientos sin consentimiento.
“Una violencia más que yo manejo mucho y que no es reconocida ante la sociedad es la del silencio. Tras el acumulamiento de las otras violencias se tiende a estallar”, dice.
“Nunca te imaginas que la persona va a reaccionar y se va a defender. Que va a estallar y va a salir de aquella situación que estuvo conteniendo durante mucho tiempo”, describe.
En el caso de las mujeres que se van de casa, indica que ya no soportan la situación que viven y es frecuente que se vayan a casas de amigas, porque en la familia también vivieron ese tipo de violencia.
Cuando llegan a regresar es porque no pudieron sostenerse económicamente o porque la familia las convenció de regresar. Dentro del Protocolo Alba se encuentran al menos dos casos de mujeres que han escapado más de una vez de casa en 2022.
HUIR DE CASA POR VIOLENCIA
El titular de la Unidad de Búsqueda, Luis Humberto Valdez Flores, indica que se tienen casos en donde las mujeres regresan al hogar del que huyeron, no presentan cargos y no asisten a terapia.
El 30 por ciento de las mujeres desaparecidas de manera voluntaria están en esta situación.
La psicóloga María Luisa Gaytán indica que hay pocas opciones para las mujeres con hijos.
Mientras que en el gobierno es difícil encontrar que las apoyen por largos periodos. Tienen albergues temporales.
“Luego otra vez tiene que volver al mismo lugar, porque no tiene una economía de dónde sobrevivir. No hay un lugar especial, uno donde puedan recuperar su identidad, recuperar su autoestima y que puedan dejar a la pareja porque ya tiene de dónde vivir, cómo sostenerse y cómo salir adelante”, comenta la psicóloga.
LOS ALBERGUES COMO OPCIÓN
Los albergues son uno de los espacios donde mujeres violentadas se sienten seguras física y emocionalmente.
En Coahuila se cuenta con albergues gubernamentales y de asociaciones civiles en cada región.
En el caso de la región norte se encuentra el Centro de Apoyo Opciones Dignas A.C. en ciudad de Acuña.
Carmina Díaz quien es coordinadora de la oficina de este centro de apoyo explica que se les da ayuda integral e indica que es recurrente que las mujeres desaparecidas son reportadas por el agresor.
“Nosotros le damos la información a las autoridades, pero no al esposo ni a la familia del esposo, porque nos ha pasado que viene la tía o la prima y quieren información, pero son enviadas por el esposo de la víctima”, relata Carmina Díaz.
“Cuando ingresan al albergue se les da la oportunidad de reportarse con sus redes de apoyo (personas de confianza) que normalmente no se encuentran en la ciudad. De hecho, uno de los factores por lo que se incrementa la violencia es porque hay mucha mujer que no es de Coahuila y no tiene una red de apoyo segura”, dice.
Al año, el Centro de Apoyo Opciones Dignas atiende un promedio de 200 mujeres y al menos, 50 ingresan al albergue.
El Centro de Apoyo les ofrece una estancia máxima de tres meses. En ese tiempo se les brinda apoyo psicológico, legal y se les apoya con capacitación para que puedan encontrar trabajo.
Se cuenta con seis talleres, entre ellos de tejido, carpintería y costura.
También tienen convenios con negocios locales, como panaderías, para que las contraten y las mujeres puedan tener independencia económica.
ADICCIONES Y ENFERMEDADES MENTALES
El titular de la Unidad de Búsqueda, Luis Humberto Valdez, señala que este año se han incrementado los casos de desaparición en personas adictas.
En la información recabada de las alertas se identificó que tres mujeres tenían problemas de adicciones, como es el caso de una joven de 21 años que salió de un centro de rehabilitación en el mes de noviembre y tardaron 16 días en localizarla.
Las autoridades mencionan que fue encontrada con buen estado de salud.
“Sí estamos teniendo casos de personas que están enfermas, ya nos ha tocado mucho. Salen de su casa y no saben cómo regresar”, indica el coordinador del Protocolo.
En las desapariciones de las personas que son mayores se ha logrado identificar que padecen de alzhéimer o demencia.
“Salen totalmente conscientes, van al parque a caminar y luego ya no pueden regresar”.
En 2022 y los primeros dos meses de este 2023 se lograron contabilizar nueve mujeres con enfermedades mentales que fueron reportadas como desaparecidas bajo el Protocolo Alba.
REINCIDENTES
A pesar del apoyo que se da en el ámbito legal médico, y emocional las autoridades han reportado reincidencias en mujeres con adicciones, enfermedades mentales y las que han sido violentadas.
En el caso de las mujeres que están en peligro por vivir con agresores, la coordinadora del albergue ubicado en Acuña, Carmina Díaz, comenta que es complicado salir del ambiente de violencia.
Agrega: “Sabemos que es un proceso muy difícil, porque normalmente lo viven de niñas y ya están impuestas. Entonces es muy difícil desvincular esta violencia”.
Una de las soluciones en las que coinciden la coordinadora del albergue, la psicóloga María Luisa Gaytán y el titular de la Unidad de Búsqueda de la Fiscalía General de Coahuila, es que las mujeres violentadas deben ser tratadas de manera integral. Continuar con el apoyo emocional y psicológico es esencial para que haya concientización y que puedan seguir con una vida libre de violencia.
Que no tengan que recurrir a las desapariciones voluntarias para huir de la violencia.
***Esta investigación se realizó con el apoyo de Data Cívica y el Consulado de los Estados Unidos en Monterrey a través del Programa de Periodismo para Derechos Humanos del 2022.