Dan inmigrantes duro golpe a Bush
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Frena jueza federal programa de control de indocumentados
WASHINGTON, E.U.- Una jueza federal impidió que la administración Bush ponga en marcha la próxima semana un control de los inmigrantes indocumentados mediante el número del Seguro Social, en respuesta a una demanda de la central sindical de Estados Unidos, informaron ayer medios locales.
La jueza Maxine Chesney, del Distrito Federal en San Francisco, California, prohibió que el Departamento de Seguridad Nacional envíe notificaciones a unos 140 mil empleadores acerca de los "números sospechosos" del SS, informó el "The Washington Post".
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunció el 9 de agosto pasado varias iniciativas contra los inmigrantes indocumentados, y la principal era la exigencia, a partir del 4 de septiembre, de que los empleadores exigieran números del Seguro Social válidos a sus empleados.
El Seguro Social, que es el sistema gubernamental de jubilaciones, otorga a cada trabajador un número de cuenta, y a esa cuenta los empleadores envían las deducciones que se hacen de contribuciones jubilatorias sobre los sueldos de los trabajadores.
Muchos trabajadores indocumentados emplean números falsos para obtener empleo. Cuando la Administración del Seguro Social encuentra una discrepancia, la notifica al empleador, pero durante décadas los empleadores no han tomado medidas al respecto.
En los 63 años desde su creación en 1937 hasta 1999, el Fondo Fiduciario del Seguro Social había acumulado 301 mil 800 millones de dólares en "ganancias no acreditadas", que es como el Seguro Social denomina a las contribuciones que no pueden vincularse con un número válido de identificación.
La central sindical de Estados Unidos, la AFL-CIO y la Unión de Libertades Civiles habían iniciado una querella con el argumento de que el Departamento de Seguridad se había excedido en su autoridad para aplicar las leyes de inmigración y pretendía usar de manera ilegítima los bancos de datos del Seguro Social.
Los demandantes añadieron que tal medida perjudicaría a ciudadanos estadounidenses e inmigrantes documentados: hay errores en los datos del SS de unos 12.7 millones de personas nacidas en Estados Unidos, 250 mil personas nacidas en otros países y que se han hecho ciudadanos estadounidenses, y unos 4.8 millones de inmigrantes documentados.
La orden de Chesney es temporal, y la jueza fijó una audiencia para el 1 de octubre en la que se analizará el asunto.