El tomate que cura
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Fue llevado a Europa desde América por los conquistadores y se le conocía como "La Manzana del Amor". No era utilizado en la cocina tradicional europea por el temor a que fuese venenoso; se le tenía como adorno. Esto cambió al tener noticias que en América formaba parte de la alimentación del pueblo.
Todo el mundo debería comer abundamente tomates, tanto en invierno como en verano. Renueva el ánimo y da una sensación de bienestar general despues de consumirlos.
Su sabor es agradable y puede tomarse además su jugo, pues es muy rico en vitamina C, tan necesaria en estos días y propicio para aquellas personas que fuman mucho; es sabido que los fumadores consumen mucha vitamina C quedándose sin reservas para la defensa natural del organismo ante ataques de gripe o resfríos.
Además contiene abundante vitamina A, la cual es muy necesaria durante el crecimiento, por lo cual los niños son sus beneficiarios directos. Es muy recomendable dar a los más chiquitos, tomates, tanto en ensaladas crudas como en jugo, pues de esta manera se asegurará que crezcan fuertes y sanos.
En la cocción de los alimentos, sobre todo en verduras y hortalizas, la cantidad de vitaminas disminuye, por lo cual, en muchos casos es preferible prepararlos con poca cocción o ninguna, y el tomate es un fruto que puede bien comerse crudo, tan sólo con sal y un poco de aceite. Pero aún despues de cocinado conserva bastante bien el poder vitamínico.
El gran contenido de oligoelementos como el cobre contribuye a la buena formación de la sangre, tanto en personas maduras como en jóvenes.
Las enfermedades que cura
Reumatismo, problemas hepáticos, problemas glandulares, de intestinos, trastornos urinarios y de los riñones, vesiculares, contra el ácido úrico, desintoxicante, problemas circulatorios, etcétera.