‘Todavía no perdemos la fe de poder cruzar’, dicen migrantes venezolanos
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TIJUANA, BC.- Desde que fueron retornados de Estados Unidos nadie sabe qué hacer ni a dónde ir y pernoctan donde la noche los alcanza, en la calle, si tienen suerte en algún albergue en Tijuana o incluso en el piso de ese lugar.
Son parte de los más de mil migrantes de Venezuela que cruzaron la frontera a EU y fueron regresados a Tijuana, en México, desde el 13 de octubre, cuando entraron en vigor los cambios en la política migratoria.
Migrantes como Jesús Navarro llegaron a la ciudad tras ser retenidos en áreas carcelarias habilitadas en la zona agreste de los desiertos en El Paso, Texas, donde cruzaron. Llegaron a una región en plena crisis migratoria con los más de 30 albergues que operan en la ciudad saturados y con una población por encima de su capacidad.
“Todavía no hemos perdido la fe de que se pueda (cruzar) porque antes de la ley que dieron (retornos bajo Título 42, con la excusa de la pandemia) nosotros estábamos detenidos mucho antes de eso, solamente que nos tuvieron detenidos hasta que salió la ley y nos expulsaron”, explicó Jesús sin saber cuál será su suerte ese día ni dónde dormirá, “vemos algo de injusticia”.
Mientras él y otros tres hombres intercambiaban información, otras familias extendían su cuerpo en el suelo de la central camionera, el único lugar en el que pudieron descansar y les permitieron dormir. La comida, escasa y cara, no era opción. Un par de galletas y café es lo que se compartían para sobrevivir la falta de atención.
Al preguntar su lugar de origen se escuchaban las voces que salían desde el suelo, familias enteras, pero la mayoría hombres jóvenes que nombran su hogar: Zulia, Táchira, Trujillo, Palmeras, Caracas y Miranda, pero sin duda Táchira, uno de los 23 estados que existen en Venezuela, es el estado que más resuena entre el grupo de migrantes que se aferra a la central como su único lugar seguro en una de las ciudades más violentas de México.