Alteraciones del mercado laboral
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Los datos más recientes sobre la situación del empleo en México del Instituto de Estadística y Geografía (INEGI) así como los del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dan cuenta de que ya se recuperó totalmente el nivel de empleo pre- pandemia. No sólo eso, ya la tasa de desempleo para septiembre de este año es de sólo 3.9% de la Población Económicamente Activa, sólo 0.7% menos que el nivel de marzo de 2020.
La problemática del mercado laboral no radica en la empleabilidad, sino en su situación confusa para los economistas que analizan este fenómeno y desde luego, para el propio trabajador en varios sectores de la economía. Es aquí donde hay que detenerse para explicar esta tomentosa situación y dar esperanza a los que aún están desempleados y a los que no lo están, explicarles porqué su dinero no alcanza y no alcanzará por al menos otros nueve meses más.
Para empezar, el número tan alto de empleos se debe a algo que se llama un subsidio interno cruzado. Esto significa que, si el empresario tiene cien pesos disponibles para contratar dos trabajadores, dado que hay muchos desempleados que estarán dispuestos a trabajar por un menor sueldo, contrata 3 trabajadores o contrata los mismos dos, pero pagando menos. No se malentienda, esto no es un “abuso” derivado de las condiciones actuales, simplemente el empresario no puede pagar lo mismo porque no vende lo mismo. En general, la economía se encuentra creciendo en los indicadores, pero en términos reales, no ha recuperado el mismo nivel de producción, ventas y salarios que se tenían en marzo de 2020. Cuando se presentan datos de crecimiento anual del 4%, eso quiere decir el crecimiento del periodo, pero no de cómo estaba la economía antes de la pandemia. Por eso resulta confuso para muchos trabajadores entender porqué si la economía crece “tanto”, los salarios son más bajos que a principios de 2020.
Los salarios se mantendrán así por al menos, nueve meses más debido a que los sistemas de producción en la industria automotriz, cartón, y ahora plástico, tienen una falta de materias primas que impiden que se puedan fabricar y desde luego vender, los productos que las empresas de estos sectores producen. Por ello, estos sectores tienen altos niveles de desempleo y bajos sueldos, simplemente no hay de donde pagarles. Esto explica parcialmente, porqué hay inflación (escasez) y desempleo (mano de obra) a la vez. Esta condición no va a cambiar cuando menos hasta después de agosto del 2022. Ya ha sido reconocido el problema a nivel mundial. México saldrá beneficiado con la posibilidad de ser parte de la cadena de producción de semiconductores al ser considerado para realizar la programación de estos.
Los cerca de 200 mil empleos excedentes que se han generado hasta el mes de septiembre, de acuerdo con los datos de los institutos antes mencionados, no contemplan las necesidades de nuevos empleos. Esto es, México necesita cada año al menos un millón 200 mil empleos para hacer frente a los nuevos entrantes al mercado laboral como aquellos estudiantes que se gradúan, aquellas personas que dejan la escuela y entran a buscar trabajo, los que tienen ya un trabajo, pero buscan uno mejor, por citar unos casos. Tanto el año pasado como este, esos nuevos empleos para el mercado laboral no se han generado. El Presidente ha señalado “el poder de recuperación” de la economía mexicana en este sentido. Esto no es cierto. El desempleo no ha aumentado porque dos millones de personas ya abandonaron el mercado laboral, ya sea por cuestiones de habilidades no adaptables a los requerimientos tecnológicos actuales o por edad. Eso ha ayudado a que la tasa de desempleo no se mantenga elevada. Por ello también, a pesar de que hay un gran desempleo, el indicador no es alto, ya que la forma en que medimos el desempleo en México es muy conveniente para situaciones caóticas como la que se vive actualmente. Si la persona no busca empleo en las dos semanas previas a la encuesta, ya no es desempleado, aunque no tenga trabajo. Así se mide el desempleo aquí.
El segundo elemento que afecta al mercado laboral tiene que ver con la inflación y la escasez que se vive en alimentos y los altos precios de los energéticos. Ambos factores están mermando duramente el poder adquisitivo salarial. La pérdida en este indicador ya está más allá del 20%. Además, la solución de este aspecto vía importar productos en este momento es inviable. El dólar está llegando a los 20 pesos con 80 centavos y ya no hay margen para una reducción de precios. Esto es, la inflación, aunque no sea consuelo, es un problema mundial. Tampoco se vislumbra una solución de corto plazo porque la pandemia causo importantes daños en la cadena de suministro alimentaria. Por ejemplo, los fertilizantes, básicos para la producción de alimentos, han tenido un aumento del 300%, en lo que va del año. El plástico y cartón requeridos para los empaques se han incrementado cuando menos un 120% en el mismo periodo. Si además se agregan los costos de refrigeración y gasolina para el transporte de los productos del campo a las ciudades, aquí está el conjunto de razones que hacen y estarán haciendo que los alimentos sigan subiendo de precio hasta finales del año que viene.
Para concluir, no olvidar que la pandemia aceleró 10 años, cuando menos, la llegada de la robótica y la inteligencia artificial a las empresas. La robotización es ya una realidad en México por el rezago que se tuvo durante años. Dos razones contribuyeron para acelerada incorporación; la prohibición del outsourcing general y la pandemia. En el primer caso, el gobierno federal creó una ley para evitar el abuso de este esquema en perjuicio del trabajador, pero creó un núcleo de desempleo que no acaba de resolverse. En el segundo caso la pandemia demostró que los robots no se enferman y pueden seguir trabajando a pesar de una contingencia sanitaria, sin poner en riesgo la salud de las personas pero sí su ingreso. Sin embargo, ambos casos generan desempleo en sectores muy particulares del mercado laboral.
Quedan menos de 45 días para que termine el año y ya sólo un mes de actividad “normal” antes de que todo entre en una pausa por las vacaciones navideñas. Sin embargo, hay que recordar que siempre, después del “buen fin” comienza el ciclo económico a la baja de México. Nuevamente aumentará el desempleo y sus funestas consecuencias. Conclusión: hay empleo para casi todos, con menos sueldo, y un horizonte de recuperación de nueve meses. Ante tanta alteración del mercado laboral, cualquier signo positivo es ganancia, al menos en estos tiempos de transformación.