De Harry Belafonte y Fito Páez
En noticias más agradables, el pasado miércoles 26 se estrenó en Netflix la bioserie del prolífico rocanrolero argentino Fito Páez
A este mes de conmemoraciones de fallecimientos de cantantes y músicos se le agregó el martes pasado el del cantante, actor y activista afroamericano Harry Belafonte, a los 96 años de edad.
Nacido el 1 de marzo de 1927 en la ciudad de Nueva York, Belafonte llegó a ser considerado “El Rey del Calipso” por popularizar este estilo musical caribeño en la década de los 50 y por haber sido galardonado con el Emmy, el Grammy, el Oscar y el Tony es uno de los pocos artistas del espectáculo estadounidense en tener la categoría de EGOT (las siglas de todos los premios) aunque el Oscar no lo ganó en una categoría competitiva sino por su activismo particularmente para con los derechos civiles de loa afroamericanos en el año 2015.
Pero volviendo a la faceta de cantante que es lo que más lo relaciona a estas líneas, Harry Belafonte se catapultó al estrellato musical precisamente con la salida de su álbum “Calipso” (1956), que lo convirtió en el primer solista en llegar a las ventas de 1 millón de LPs. Entre sus mayores éxitos musicales se recuerdan “Day-0 (The Banana Boat Song)”, que tuvo su “segundo aire” a finales de los 80 como parte de la banda sonora de “Beetlejuice”, de Tim Burton; “Jump in the Line (Shake Señora)”; “Jamaica Farewell” (evidenciando aun más sus raíces jamaiquinas) y “Mary´s Boy Child”, entre muchas otras más., ya que no solo se limitó a los ritmos caribeños, sino que integró en su música al blues, el folk y el gospel.
Entre los muchos tributos que se dieron en redes sociales desde el mismo día que falleció por ahí destacó el del no menos reconocido productor Quincy Jones, a quien dedicamos estos espacios el mes pasado cuando llegó a los 90 años de edad, quien compartió el siguiente post: “Descanse en el poder mi querido hermano Harry Belafonte, a quien conocií junto a mi otro hermano Sidney Poitier, cuando luchábamos por nuestros sueños en la ciudad de Nueva York en los años 50 a nuestro trabajo conjunto en la grabación de ´We Are the World’ y todo lo que hubo en medio, tu fuiste el mejor exponente del ser artista y activista a la vez. Para todos aquellos que no tenían voz y aparentemente ninguna esperanza hiciste un mundo mejor, y no pudiste haber tenido una mejor misión que esa. Dios te bendiga”.
En noticias más agradables, el pasado miércoles 26 se estrenó en Netflix la bioserie del prolífico rocanrolero argentino Fito Páez bajo el título de “El amor después del amor”, quizás su álbum y tema más representativo estrenado en el año de 1992 y cuya gira tuvo su punto culminante en un concierto masivo que dio en la capital del país, Buenos Aires, en abril de 1993 ante un aproximado de 60 mil personas, que es precisamente con la acción que arranca la serie protagonizada por el actor Iván Hochman y basado en las memorias del músico.
De esa apertura, la serie se remonta a la ciudad provinciana de Rosario en 1978, poniéndonos en antecedentes de que para entonces eran tres años de dictadura en aquel país sudamericano y por lo mismo expresiones como el rock era un acto de resistencia. Con todo, codeándose desde sus inicios por figuras ya consolidadas por aquel entonces dentro de este género como Charly García y Fabiana Cantilo, entre otros, gracias al emblemático movimiento de “Rock en tu idioma” de los años 80 fue que Páez llegó con todo a México y fue creciendo hasta hacerse incluso director de cine, pasión que compartió cuando menos unos años con su esposa Cecilia Roth (“Todo sobre mi madre”) y activo en la música incluso tocando en masivos como sucediera hace algunos años en ciudades de Coahuila.
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Encuesta Vanguardia
- 27 abril 2023
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