El aborto en EUA... Sin adjetivos
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El precedente más remoto del aborto en EU es el famoso caso Roe vs. Wade, que data de 1973 y que abrió la puerta al derecho de la mujer a un aborto legal, como un “derecho a la privacidad”. El interés del Estado en materia de salud materna no sería tomado en cuenta antes del segundo trimestre de embarazo y su interés por la futura vida hasta que hubiera “viabilidad”, momento en el que el feto puede vivir fuera del útero materno. Los estados de la Unión podrían prohibir el aborto después de tal viabilidad, exceptuando los casos en que fuera necesario para proteger la vida o salud de la mujer gestante.
Cada estado de la Unión tiene la facultad de legislar este derecho, como establece la Décima Enmienda de la Constitución: “Los poderes no delegados a los Estados Unidos (la Unión) por la Constitución, ni prohibidos por ella a los Estados, son reservados a los Estados respectivamente, o al pueblo (mediante elecciones)”. Esto ha dado pie a múltiples regulaciones estatales en la materia, sea para hacer más permisivo o más restrictivo la posibilidad de abortar.
La Corte estuvo a punto de revertir lo establecido en el caso Roe, en Planned Parenthood vs. Casey que, de hecho, es el precedente que obliga, NO Roe. En 1992 ratificó el aborto como “derecho”, aunque se consideraron constitucionales el consentimiento informado de la madre gestante, de los padres y una espera de 24 horas.
Jane Roe es el pseudónimo que utilizó Norma McCorvey en 1973, para pedir su derecho al aborto. La misma Norma McCorvey solicitó a la Corte en 1993 que revirtiera el derecho al aborto. Presentó una moción para anular el caso y pidió que se tomaran en consideración las declaraciones juradas de mil mujeres que manifestaban los estragos de haber abortado; sin embargo, su petición fue desestimada en 2004 por la corte de apelaciones del Quinto Circuito.
Dobbs vs. Jackson pide a la Corte Suprema que determine si es o no constitucional la prohibición vigente en Mississippi de todos los abortos electivos después de quince semanas de gestación. El peticionario argumenta que la Corte debería anular el precedente que establece el derecho constitucional al aborto seguro, previo a la llamada viabilidad o si, alternativamente, debe rechazarse la viabilidad como herramienta para medir la constitucionalidad de dicho derecho.
En respuesta a ello, el Centro de Salud de la Mujer sostiene que la Corte debe defender el derecho constitucional al aborto porque no existe una razón convincente para anular los precedentes de tal derecho.
Uno y otro defienden elementos esenciales del constitucionalismo estadounidense. Para unos el cuasi sagrado “precedente”, es decir la base casuística del Common Law; y para los otros, el principio federalista consagrado en la Constitución y la inexistencia en ella de referencia alguna al aborto. Según estos no existen elementos para ser regulado o interpretado a nivel federal, sino en los estados.
Es necesario señalar, frente a la ola de desinformación que ya se avecina, que no se está solicitando ni la prohibición ni la aceptación generalizada del aborto en Estados Unidos. La discusión no está planteada en blanco y negro; sino en tonalidades de gris.
Actualmente la corriente originalista cuenta con una mayoría de jueces de la Corte Suprema, es decir, que son partidarios de la aplicación de la Constitución en su significado original y conforme al espíritu de sus redactores. Es por ello muy probable que la discusión y definición de este espinoso tema se turne a los estados y al pueblo. Tal y como establece la Décima Enmienda. La minoría argumentará por una Constitución en tanto que organismo vivo, que debe adaptarse a las circunstancias del tiempo, con independencia de las reformas legislativas que prevé el proceso político. En el marcador final se estima que unos 23 estados prohibirán el aborto, y que 27 lo permitirán.
Así informados, sin adjetivos, enfrentemos la ola de desinformación que se avecina. Que sea de provecho.
@chuyramirezr