El No para la maestra Delfina

Perder el estado de México, en su elección para la gubernatura, significa el final de todo un siglo. Al servicio de los señores feudales del PRI. Necesitan el total apoyo de los otros componentes. El PAN y el PRD deben aportar todo el capital político, trucos y mañas, maletines de dinero y acarreo de votantes, para aplastar, en las boletas solamente, al tornado de MORENA y de Andrés Manuel.

Para el presidente de la nación, desarticular y arrebatar la zona aledaña a la capital, con los 12 millones de seres viviendo, asegura la continuación del proyecto transexenal.

Claudia Sheinbaum, Adán López y Marcelo Ebrard, obligación moral de por medio, en las horas libres de sus empleos en la gubernatura de la ciudad de México, Gobernación y Relaciones Exteriores, hacer agenda conjunta con la maestra Delfina.

Levantar la mano de ella en sus visitas programadas. Placear en los espacios multitudinarios. Denostar el rezago de los mexiquenses. Apadrinar a cuanta familia se acerque al templete. Prometer y jamás empobrecer.

Es época electoral. Las avanzadas de sus colaboradores federales operan sigilosas. Para no llamar la atención de los órganos fiscalizadores del mermado INE.

Cada compromiso signado representa la palabra empeñada. Eso es la piedra abismal para la maestra Delfina. Sus apariciones con la 4T fueron actos anticipados de campaña. Incluyendo su rectoría en la Secretara de Educación Federal.

Delfina es antipática, apocada y de muy poca facilidad de palabra. Contrario a Andrés Manuel. Ese es el capricho del despeñadero.

La sumatoria de pifias aporta ventaja a quienes, por razón de negocios particulares, se han enriquecido con el PRI y sus increíbles socios del PAN y PRD, en esta elección de estado, tan reñida, cerrada y observada, para terminar en los tribunales.

Donde el equipo legal de abogados, tumbaran los votos de Delfina en las urnas.