Entorno laboral en Coahuila (2)

Se comentaba acerca del barril de pólvora en el que está sentado el ambiente laboral de Coahuila en estos tiempos de desacomodos y efervescencia.

Las modificaciones y adecuaciones en la legislación laboral hicieron entrar a nuestro País a un nuevo esquema de actuación sindical, pero con décadas de atraso con relación a los países europeos en los que fueron establecidos como de avanzada.

Este hecho generó de repente cambios, por ejemplo, anteriormente los trabajadores normalmente eran comunicados a través de asambleas o reuniones sobre el resultado de las negociaciones de contrato donde podían expresar su conformidad o desacuerdo con lo pactado por la Comisión Revisora; sin embargo, hoy día con los procesos de aprobación de contratos se deberá citar a elecciones para que a través del voto libre y secreto se decida si se acepta o no la propuesta, de ahí regresar a la mesa de negociación con el resultado, que ya se vio que puede ser de no aceptación, como en la última revisión de Volkswagen en Puebla, y para atrás los filders y a empezar el proceso.

Se agregó también la necesidad de legitimar los contratos colectivos, lo anterior ante la práctica de los menos que contaban con los llamados contratos de protección. Este proceso significa que la mayoría de los trabajadores deben decidir si el contrato vigente es aprobado o no mediante votación libre y secreta. Como este proceso es realizado ante la autoridad federal del trabajo se ha tornado lento y, a vistas de que para mayo de 2023 todos deben estar legitimados, no hay trazas −a decir de Chita, mi madre− para lograrlo, ya que solamente el 12 por ciento de éstos en el País han pasado por ese proceso y en algunos casos, como GM Silao y Nissan Aguascalientes, con grandes sorpresas por la intervención del grupo Napo-FAT de Alcalde Justiniani-AFL-CIO y la Catem (Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México).

Y para acabar con el cuadro, el capitulo laboral del T-MEC estableció un mecanismo de revisión de la democracia sindical, de su libertad y desempeño en las compañías, de tal manera que se estableció un minitribunal que juzga acerca de la violación de estos derechos a instancia de queja, y por supuesto que tiene dientes, ya que de no subsanar las irregularidades las compañías pueden ser condenadas a no poder exportar sus productos a EU y Canada o a establecerles aranceles.

En definitiva, es un derecho inalienable de los trabajadores elegir a sus representantes sindicales, emitir sus opiniones sobre las propuestas que se les hagan llegar y ser la parte fundamental del impulso a la protección de sus derechos laborales, sin embargo, hoy día estas modificaciones tardías han generado que se despierten intereses económicos en los grupos radicales que durante años se han dedicado a sembrar el caos y la división, que aprovechan este lapso para enriquecerse a través de las cuotas sindicales y el esfuerzo de los trabajadores, sumando el interés de sindicatos extranjeros representados por el AFL-CIO, el cual pretende regresar a las empresas a los Estados Unidos, donde día con día pierde afiliados y además se ha convertido en un alfil político entre demócratas o republicanos, olvidando sus fines de creación.

Coahuila, como se ha venido comentando, se puede convertir en un polvorín en el aspecto laboral y los síntomas están apareciendo tanto en la región Centro como en la Norte del estado.

Los procesos de legitimación van caminando, sin embargo, en 2023 y a partir de enero se estarán revisando los salarios o el clausulado en todas las empresas, por ende la aparición repentina de estos grupos radicales o de coaliciones al vapor de trabajadores que se oponen a los procesos de negociación y alientan a la no aprobación de lo propuesto y negociado.

Por ende, del trabajo que con hilo fino hayan venido haciendo los sindicatos al interior de las empresas para generar climas laborales óptimos, la comunicación constante de los logros que se obtengan y la solidaridad manifiesta con sus compañeros gremiales, será el impulso que generará la continuidad y también el avance en el desarrollo económico de nuestro estado.

Es este entendimiento y acción el que genera la paz y no la acción del gobierno que, ha quedado demostrado, no le sabe y sólo se cuelga la medalla del mérito ajeno.

No es cuestión de suerte, se trata de trabajo constante, enfocado y efectivo el que deberán realizar los sindicatos de Coahuila para generar el bien común. Éxito.