Estos no son otros datos, estos sí son ciertos
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La recaudación de impuestos federales que esparcen en los programas sociales no le representa al Gobierno Federal esfuerzo, pues cada mes los contribuyentes pagan sus gravámenes que de ahí son tomados para otorgárselos a los beneficiarios que en reciprocidad esperan de ellos el voto.
En cambio, los gobiernos estatales con presupuestos cada vez más reducidos provenientes de las exiguas participaciones federales, se empeñan en implementar programas locales de beneficio social complementándolos, mediante convenios de colaboración, derivados sobre todo de un convencimiento con empresarios que constatan que realmente el beneficio llega a gente vulnerable mediante acciones conjuntas, pues pasar dinero de mano a mano como lo hace la Federación es fácil, mientras que la vinculación con empresas y organismos de la sociedad civil que suman al desarrollo del Estado contribuyen a la calidad de vida de los coahuilenses.
Con estos programas sociales, la Federación matiza y los usa como distractores de la problemática que agobia al país, entre los que se encuentran los más de mil 500 policías que han sido asesinados, pues la militarización de la seguridad pública no ha dado los resultados esperados, ya que a diario hay cantidad de muertos, como en mayo pasado que se registraron solo en ese mes 118 crímenes.
La inestabilidad y la incertidumbre en la conducción del gobierno han ocasionado entre otras causas un decremento en la economía nacional de casi el 2 por ciento. Por otro lado, la promesa de que no habría aumentos en los precios de las gasolinas fue una falacia, pues contrariamente han alcanzado niveles altos que no han sabido equilibrar los subsidios del 100 por ciento otorgados al contribuyente usuario del energético en virtud del incremento en los precios internacionales del barril de petróleo, y que por ese porcentaje de ayuda máxima ha hecho que la recaudación se vea disminuida.
Uno de los elementos básicos para impulsar la recuperación económica es detener la violencia y la impunidad, pues la estrategia de seguridad implementada ha resultado fallida, que ha dejado un saldo de más de 115 mil homicidios y más de 100 mil desaparecidos.
Los datos anteriores están documentados de tal manera que no vale decir que se tienen otros datos, pues cuando se dicen esas palabras, éstas deben ser probadas citando la fuente, no sacadas de la manga para encubrir la verdad, la cual es demostración de la incapacidad que se tiene en esta rama del quehacer oficial y por consiguiente la comprobación de caer en el principio de Peter.
Los mexicanos hemos dado muestra de una resistencia ante las forzosas imposiciones de los acontecimientos que impone la 4T, consanguínea de un gobierno que es dirigido en forma empírica, cuyos resultados no han sido los mejores.
De igual forma existen datos tan funestos como el incremento de máximos históricos contra la mujer con casi 18 mil víctimas cuya insensibilidad también es atribuida a la Subsecretaría Federal de Seguridad Pública por la falta de atención que ha provocado la ola de inseguridad nacional, pues la atención se enfoca a que su titular se dedica a hacer campaña política con el señuelo de promocionar la revocación de mandato alentado por el Presidente.
El lenguaje de los miembros de la 4T como imitadores bajo el manto del Presidente proyectan de igual manera su forma de actuar, lo que quiere decir que si los coahuilenses aceptamos al candidato a la gubernatura por ese partido, vamos a tener un gobierno de mitómanos que gobernarán aduciendo “otros datos”.
Cuidado porque estas personas, cuando se ven perdidas, recurren a artimañas para lograr sus propósitos, pues si en las elecciones pierden, inventan maniobras para judicializar el resultado sabiendo que pueden contar con el apoyo del Tribunal Federal Electoral que les pueda otorgar el triunfo.
Se lo digo EN SERIO.
franciscoaguirreperales@gmail.com
@aguirreperalesf