Lorenzo Córdova en las sillas voladoras
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Ya pocos recuerdan aquella popular tira cómica de “Lorenzo y Pepita” del caricaturista Chic Young donde Lorenzo Parachoques era el esposo junior y bobalicón de la formal Pepita, siempre metido en líos por su muy simplona manera de ver las cosas y con ese voraz apetito similar al que Lorenzo Córdova Vianello siente por el dinero público, presupuesto inmenso que nunca les alcanza a él y a sus consejeros electorales dizque “autónomos” los que, precisamente, por esa insaciable voracidad han perdido su carácter ciudadano para convertirse en los burócratas más cínicos y costosos de este País.
Es cierto, el Instituto Nacional Electoral (INE) es un órgano constitucional (OCA) como los demás OCA’s y también autónomo como los poderes Legislativo y Judicial que, como nunca se había visto en México, ahora a nivel federal ya se percibe más la separación de poderes y el acotamiento de las atribuciones del Poder Ejecutivo que durante el antiguo régimen tuvo poderes
tan amplios y aplastantes que se le llegó a conocer como la “presidencia imperial”.
Separación de poderes que no existe en la mayoría de los estados donde los gobernadores son los caciques supremos de la entidad en la que ejercen su poder omnímodo sobre los poderes Legislativo y Judicial, sobre los OCA’s locales y sobre la mayoría de los municipios, escapando a esa égida sólo algunas alcaldías gobernadas por la oposición.
Y hay que aceptar que hacen muy bien esos gobernadores en ejercer el poder concentrador en sus entidades que, de otro modo, serían ingobernables como hoy resulta ser este País sin la mano firme de un poder central que aglutine en vez de polarizar.
México ya vivió un caos devastador desde su Independencia hasta pasado el Constituyente de 1857 que fue el que despojó al Poder Ejecutivo Federal de muchas facultades y atribuciones que de manera normal le correspondían. Además, los Constituyentes del 57 le dieron plena soberanía a los estados en su régimen interior como un alarde anticentralista originando los cacicazgos estatales como los que surgieron en la “Docena PÁNica” de Fox y Calderón que dieron origen a los “virreyes” estatales que saquearon y endeudaron a las entidades federativas.
Ese vacío del Poder Ejecutivo que causó la Constitución de 1857 fue la causa de que Porfirio Díaz arrasara con los poderes Judicial y Legislativo. Sin modificar la Constitución, don Porfirio anuló todo contrapeso y se convirtió en dictador.
Vea usted el desmadre que ahora existe. Todo mundo manda gracias al barroquismo de nuestras leyes, a los derechos humanos y a tantas autonomías, incluyendo a las muy devastadas universidades públicas. Y hasta el cínico de Lorenzo Córdova frecuentemente se erige como legislador, también como fiscal, luego como juez y verdugo ejecutor de sanciones.
Vea usted a los consejeros del INE amparándose para no bajarse el sueldo. El nefasto ejemplo lo dio el achichincle de Lorenzo, su secretario Edmundo Jacobo. Ambos, un par de cínicos racistas, burlescos y necios. Lorenzo es el junior bobalicón del ejemplar ciudadano Arnaldo Córdova. Pero a este infame Lorenzo Parachoques lo manipula Claudio X. González. Y lo peor es que ya lo
trepó a las sillas voladoras para la Presidencia de la República. ¡Ya bailó Bertha!