Mercado laboral en transformación
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El mercado laboral se encuentra en un buen momento, no solo por una tasa de desempleo tan baja como desde hace más de 15 años no sucedía sino porque la economía en su conjunto está muy bien. También sirve para comprender mejor el entorno global del momento que luce ideal para nuevas inversiones o para realmente hacer cambios trascendentales en las organizaciones tales como innovación tecnológica, de formas de trabajo y hasta de esquemas de participación en el que los trabajadores se vuelvan socios, solo por citar algunos ejemplos.
Para empezar la inteligencia artificial ha venido a inquietar a propios y extraños por la “amenaza” que pudiera representar para algunos trabajos, sobre todo de análisis, donde es más eficiente que el trabajador promedio. Nótese que dije “eficiente” y no superior o algún otro adjetivo. Datos de Goldman and Sachs, dicen que el 80% de los trabajos en Estados Unidos tendrían cuando menos un 10% de sus tareas eliminadas por la inteligencia artificial. El mismo estudio señala que 300 millones de empleos en el mundo podrían perderse si la parte jurídica de protección al empleo no se cambia o adapta para transformación las actividades laborales. Sin embargo, la tecnología está transformando todo lo que hacemos y ya ha llegado a prácticamente todos los sectores de la actividad económica.
Comencé por hablar de la inteligencia artificial porque está haciendo transformaciones en un mercado laboral que tanto a nivel nacional como estatal se están reinventando. Por ejemplo, la pandemia dejó una transformación en el lugar de trabajo, el 30% de la población trabajadora, en promedio, ahora trabaja desde casa o desde cualquier lugar que quiera o pueda. Las oficinas han dejado de ser el punto de reunión laboral y ahora los centros de trabajo en comunidad (Coworking en inglés) representan la actualidad del empleado moderno. Es más, ya hay personas menores de 35 años que se niegan a asistir a una oficina o simplemente no aceptan trabajos que no sean “remotos”. El internet generó un mercado laboral diferente que ahora, en la parte de la oferta, cambió no sólo el lugar para trabajar, sino hasta el tráfico, que ha disminuido y se ha convertido en el principal instrumento para reducir los traslados en las grandes ciudades mejorando así la calidad de vida.
Aparte de la computadora, la herramienta de trabajo principal es sin duda el teléfono celular, que ocupa un tiempo importante de nuestras vidas. Con una computadora y un celular se puede hacer prácticamente todo lo que se requiera para un empleo de profesionista. Sin embargo, los trabajos manuales, irónicamente, son los que no serán afectados por las nuevas tecnologías. Por ejemplo, un soldador no puede ser reemplazado solo por inteligencia artificial, sino que se necesitaría también un robot. Y aunque esto ya se hace en las grandes empresas de fabricación de automóviles, las empresas pequeñas y medianas aún no tienen manera de cubrir los costos elevados que representan estos dispositivos. Los trabajos de obreros, y de gran demanda de mano de obra física, no están bajo amenaza todavía, aunque en la medida que la robótica avance podrían cambiar las cosas.
En lo que respecta a la demanda (las empresas buscando trabajadores) la situación también es diferente. Para ilustrar este elemento baste decir que ya hay organizaciones que dan de prestaciones aplicaciones para celular o plataformas de video y audio. Para los trabajadores jóvenes las prestaciones para la jubilación, un auto y hasta casas ya no son importantes. Simplemente están concentrados en los atributos que la sociedad tecnológica requiere. Datos de Alemania y Suecia, indican que entre el 11 y el 18% de la fuerza laboral menor de 25 años ponen como condición para aceptar un puesto de trabajo que les den celulares con apps de audio y video. De hecho, cada vez más empresas dan como prestación un celular, no como mecanismo de control, sino como medio para el entretenimiento y la relajación de los empleados.
En México, la situación no dista mucho del contexto internacional, a diciembre de 2022 en la ciudad de México se reporta que hasta un 17% de los trabajos son llevados a cabo vía remota. Para el resto del país este número baja hasta un 11%, aunque los datos sugieren que seguirán en aumento en los siguientes años y podría llegarse hasta un 40% como lo sugieren estudios diversos tanto en nuestro país como en América Latina. Lo importante es que las empresas se están comprendiendo y actuando en relación a esta tendencia porque saben que si quieren atraer talento joven y capaz tendrán que hacer algo diferente a lo que venían haciendo.
A pesar de lo anterior, llama la atención que la generación “no tan joven” de trabajadores, aquellos entre 45 y 55 años, están siendo contratados también dejando de lado el mito de que los mayores de 50 no tienen acceso a oportunidades. Desde luego, este segmento de la población necesita estar actualizado en el mundo tecnológico dominando la tecnología de cómputo y hasta volviendo a las aulas universitarias para poder actualizarse o aprender nuevas habilidades y competencias que les permitan ser empleables. Para aquellos que lo han logrado, las oportunidades están disponibles y las empresas han aprendido a combinar generaciones, lo que ha forjado mucho éxito en términos de utilidades y participación de mercado. En este aspecto, se ha encontrado una fórmula que combina la energía y el dominio tecnológico de los jóvenes, con la paciencia, la sapiencia y la experiencia de las generaciones no tan jóvenes, dando como resultado organizaciones internacionales de gran capacidad de formulación de nuevos proyectos y ganancias como Unilever, Procter and Gamble, o el propio Samsung por citar ejemplos conocidos de uso de esta estrategia.
El mercado laboral ya cambió, México con una tasa de desempleo del 2.4% deja en claro que existen muchas oportunidades para quien necesita un empleo, pero también obliga a los aspirantes a cambiar transformando la pluma y el cuaderno por la computadora sus paquetes o lenguajes de programación, la oficina por la casa o un lugar en cualquier parte del mundo con acceso a internet. Transformarse o “desemplearse”, ese es el nombre del mercado laboral para todos, aún para los jóvenes que si entienden bien esta frase podrán literalmente, conquistar el mundo, simples matemáticas: son mayoría y tienen más energía, con eso ganan.
Encuesta Vanguardia
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