- 25 septiembre 2024
MIRADOR 16/03/24
COMPARTIR
TEMAS
Don Pedro de Genil y Llera, alcalde de Montesanto, se enamoró perdidamente de una mujer mora. Por ella dejó a su esposa y a sus hijos; por ella perdió el cargo que de manos del Conde de Luna había recibido; por ella –sacrilegio- renunció a la fe cristiana y tomó la del Profeta.
La mujer era codiciosa, ávida. Don Pedro empleó todas sus riquezas en satisfacer los caprichos de la amada, que gustaba del oro y de las joyas. Las tierras de pan ganar que el señor había heredado de sus antepasados cayeron en poder de la ambiciosa parentela de la hetaira.
TE PUEDE INTERESAR: Mirador 14/03/2024
Bien pronto ésta se cansó de su amador y lo cambió por un mozalbete de su misma ralea y condición. Don Pedro, así burlado, volvió a su pueblo hecho un mendigo. Todos le dieron la espalda, y primero que todos su esposa y sus hijos.
Ahora, ciego, don Pedro va de pueblo en pueblo cantando coplas a cambio de un trago de vino o un mendrugo. Una de sus canciones dice: “De hidalgos ha de ser / perder fortuna y nombre por causa de una mujer”.
¡Hasta mañana!...
Encuesta Vanguardia
https://vanguardia.com.mx/binrepository/1024x1024/0c0/1200d801/none/11604/WPUY/01_1-8506563_20240315223940.png
$urlImage