Municipios de La Laguna, tenemos un problema
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En la semana se dio a conocer que la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-1994 disminuirá de .025 a .010 miligramos de arsénico por litro de agua, como lo marca la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde hace tiempo, ambientalistas, científicos y médicos pedían que la norma mexicana se adaptara a la internacional. El anuncio representa un problema para los municipios de La Laguna, infestados de arsénico por todos lados gracias a la sobreexplotación de los mantos acuíferos por la agroindustria.
Dependiendo de los números de poblaciones, es el tiempo que tendrá cada municipio para cumplir los nuevos lineamientos. Aunque eso del tiempo es mero protocolo, pues ni ahora, y seguramente ni después, lo cumplirán. Veamos.
De los municipios laguneros, es el Simas Torreón el único que tiene mediciones periódicas (dos por año) de los niveles de arsénico en el agua en los pozos domésticos. Actualmente, según la última evaluación publicada del segundo semestre de 2021, 29 de 74 pozos activos incumplían la actual norma. Sin embargo, si ya se pusiera como parámetro la norma recomendada por la OMS, la cual por cierto tiene casi 30 años de aplicarse, estaríamos hablando de que el 90 por ciento de los pozos del Simas Torreón no cumplirían con norma de los .010 miligramos.
Pero fuera de Torreón ningún otro municipio lagunero tiene los recursos humanos y financieros para hacer mediciones continuas de la calidad del agua. Esto lo reconocen los alcaldes y gerentes de los sistemas de aguas municipales. De hecho, desconocen los niveles de arsénico en sus pozos.
A raíz del proyecto de Agua Saludable para la Laguna, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) realizó un estudio de los sistemas operadores. Los resultados fueron poco alentadores.
En San Pedro, los seis pozos que operan superan la actual norma con hasta .096 miligramos de arsénico por litro de agua.
De los seis pozos de Francisco I. Madero ninguno cumple con el límite permisible de concentración de arsénico.
De los cuatro pozos del Simas Matamoros y cuatro más del subsistema Coyote-Granada únicamente uno está en regla y lo seguiría estando con la nueva disposición.
De estas cifras surge un cuestionamiento pues, según la nueva disposición, dependiendo de la cantidad de población, habrá municipios que tendrán que esperar hasta seis años para la aplicación de la norma, pese a que es en las zonas rurales donde se acentúa el problema.
Bien lo señala el Observatorio Socioambiental de la Universidad Iberoamericana Torreón en un pronunciamiento sobre la actualización de la norma: “prolonga el sufrimiento de los habitantes de las zonas rurales” y habla de una “discriminación hacia las comunidades más empobrecidas de la Comarca Lagunera”.
AL TIRO
En el estudio de estabilización del acuífero de la Laguna, hecho por la Conagua, se confirma que la reserva de agua de mejor calidad (que cumple con la norma actual en cuanto al límite máximo permisible de arsénico) se agota anualmente “con una tendencia a desaparecer en 36 años”. Posteriormente “sería posible aprovechar únicamente agua con concentraciones de arsénico superiores a 0.025 mg/l”.
Según el estudio de la Conagua, al año 2025 en la situación actual sólo un 4 por ciento del agua producida cumplirá con el límite permisible de 0.010 mg/l de concentración de arsénico.
Desde el año de 1962 se tiene registro del Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE) en las comunidades rurales de la Comarca Lagunera, según el Instituto Nacional de Ecología, está señalado por un cuadro clínico caracterizado por astenia (cansancio), adinamia (debilidad muscular), anorexia (falta de apetito), melanodermias (manchas en la piel), hiperqueratosis (engrosamiento de la piel), vasculopatías (enfermedades que afectan los vasos sanguíneos, incluyendo la diabetes) y neoplasias (formaciones de masas o tumores). Incluso se tienen registros de alteraciones neuromotoras y sensoriales y de cáncer de piel.
Pero las comunidades rurales tendrán que esperar.