Nuevo León, estado de remesas

Lo hemos logrado. Somos el quinto lugar en el país con ingresos del extranjero. Nos llegan a las intercambiarías los giros. Muchos de ellos son para los moches. Para el coyote. Con eso se cubre la cuota de paso al norte.

Cubanos, Haitianos, Venezolanos, Dominicanos, toda Centroamérica y Colombia, recibe del extranjero las dadivas de sus paisanos.

Mientras Arizona, Nuevo México, Texas y el estado de Florida, prometen a los votantes, republicanos y demócratas, cerrar la frontera porosa con México.

Para el pensamiento anglosajón, los latinos y los francófonos de color, representamos la contaminación de las buenas maneras. En el uso de fentanilo, de violencia en los hogares, las balaceras y las pandillas en todos los 51 estados de la Unión Americana.

También el crimen organizado lanza el dinero blanqueado. Para sus inversionistas y sostener cada una de las estructuras financieras de sus células.

Monterrey desplazó a las entidades tradicionales. A los estados de los desplazados históricos. De los 12 millones de personas sin papeles. Nuestros chicanos de Oaxaca, Veracruz, Puebla, Chiapas y el Estado de México apenas cubren las necesidades de sus familias con los importes cambistas.

Nuevo León es el HUB de los cambistas. Hacinados en colonias de medio pelo, los migrantes y los prestamistas, ya encontraron la gota fría de los prestamistas. Del cobro de piso nada simulado. En bares y cantinas. Muchos de los negocios de los colombianos están bajo el suave aire del desierto norteño.

Bienvenidas las remesas para quienes sueñan con el american way of life.

Tesla y el nearshoring, es solo utopía de borrachines jocosos viendo un partido de futbol soccer. Retando a la nomenklatura de ponerles una verdadera lección de política. Doblarnos hasta la rodilla. Crujirles los huesos de la soberbia etílica.