Observaciones de auditoría: ¿qué significan realmente?
COMPARTIR
Las autoridades auditoras realizan cada año ‘observaciones’ al gasto público que luego no se traducen en sanciones. ¿Qué debemos pensar ante esta realidad de las auditorías realizadas
Los entes públicos sujetos a la revisión de sus cuentas públicas en Coahuila tuvieron observaciones, en 2022, por 3 mil 913.14 millones de pesos, de acuerdo con la Auditoría Superior del Estado. ¿Es esta una cifra importante o no, en el contexto del gasto público estatal?
Si se le mide en relación con los montos observados en años anteriores, la cifra podría parecer pequeña, pues en 2020, las observaciones alcanzaron los 8 mil 191 millones de pesos y en 2021 fueron 4 mil 483.45 millones.
Sin embargo, más allá de las cifras que año tras año ha sido observadas por la ASE, los casi 4 mil millones de pesos que fueron objeto de observaciones el año pasado resultan realmente escandalosas, pues dicha cantidad bien podría servir para resolver muchos otros problemas.
Con independencia de la observación anterior , también es necesario reiterar lo que se ha dicho cada vez que se revelan las cifras de observaciones de la autoridad responsable de auditar el gesto público: no queda claro si los montos observados corresponden o no a irregularidades reales.
Y es que, como lo hemos dicho en múltiples ocasiones anteriores, si la autoridad responsable de revisar el gasto público hace “observaciones”, lo que se esperaría es que estas derivaran de un ejercicio indebido del gasto público y que eso se tradujera en sanciones a los responsables.
Sin embargo, cada vez que conocemos de estas “observaciones” lo que suele ocurrir en última instancia es que nada pase, es decir, que nadie sea castigado por la presunta irregularidad en la que se habría incurrido.
¿Cómo es que los fiscalizadores del gasto público detectan irregularidades -que asientan en las auditorías- en el gasto y posteriormente resulte que tal detección no implicaba que se hubiera violado alguna norma en el ejercicio del presupuesto gubernamental?
Resulta muy difícil explicar esta circunstancia y solamente se antojan dos explicaciones posibles de esta dicotomía: o quienes realizan la auditorías se equivocan en sus apreciaciones, o las “observaciones” se realizan con fines desconectados de la revisión del gasto público.
En cualquier caso, el trabajo de las autoridades auditoras queda descalificado por no representar un ejercicio de verificación del gasto gubernamental que sirva para evaluar la calidad del servicio público.
Valdría la pena en este sentido, que quienes tienen bajo su responsabilidad la fiscalización del presupuesto gubernamental recibieran de parte de la ciudadanía una calificación a su trabajo y que esta estuviera vinculada con la detección de irregularidades reales y no solamente de “cuestiones presuntivas” que no deben someterse a verificación.
Porque al menos por ahora, las observaciones al ejercicio del presupuesto público, por muy altas que sean las cifras que, la verdad es que nada nos dicen realmente sobre la calidad en el ejercicio de los recursos que nos pertenecen a todos.
Encuesta Vanguardia
https://vanguardia.com.mx/binrepository/1152x768/0c60/1152d648/down-right/11604/TUAA/editorial-vanguardia_1-4625089_20230125190453.png