Mirador 31-01-2016
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La otra tarde me tomé un café con Agustín García.
Somos amigos desde hace más de cinco décadas. Trabajamos juntos en “El Sol del Norte”, el periódico donde empecé a escribir. Él era jefe de la sección deportiva, yo reportero de la sección local.
Gran jugador de futbol americano, llegó a ser coach del famoso equipo de los Burros Pardos, del Tecnológico de Saltillo. Con su labor periodística dio notable impulso al deporte en la ciudad y en el Estado.
Agustín acaba de escribir un bello libro cuyas páginas están llenas de recuerdos y de anécdotas. Esa tarde me lo entregó para que Radio Concierto, la estación radiofónica de mi familia, lo publique como parte de su labor cultural.
Le agradecí a Agustín el honor que nos hace al poner en nuestras manos su obra. Será la suya una aportación valiosa a la comunidad. Muchos saltillenses relacionados con el deporte y con el periodismo encontrarán ahí sus nombres y evocarán la vida de aquel Saltillo de ayer que en la memoria es tan de hoy.
A Agustín García le doy las gracias por su libro. Le doy las gracias, sobre todo, por el don de su amistad.
¡Hasta mañana!...