Saltilleras

PRIMERA SARAPERA. El asunto del agua potable en nuestra ciudad ofrece un panorama desalentador. El arribo de Aguas de Saltillo en la administración de Óscar Pimentel generó una ganancia desorbitante para esa compañía debido a la condición con la que recibió la red potable, llena de fugas y errores en la distribución, y, por ende, un aumento en la reserva de agua derivada de los veneros que surten la ciudad.

Según el gerente de la compañía española, actualmente se surten mil 700 litros de agua por segundo para abastecer a los saltillenses, sin embargo, no se hace alusión a si ese gasto incluye el agua industrial y doméstica, o solamente aquella. Es importante hacer esa separación debido a la diferencia de gasto medio de una empresa para el uso de
su proceso −como la refresquera, la de la fundición, preparación de alimentos, por dar algunos ejemplo−, y así medir el tamaño del problema de abasto futuro.

Las fuentes de agua principales para la ciudad continúan siendo Zapalinamé y Arteaga, las cuales aportan un 30 por ciento cada una, y el resto de otros veneros antiguos.

Como se ha hecho referencia, las reservas de agua están muy lejanas y la infraestructura necesaria para tender la tubería no depende de la empresa que administra, sino de las instancias de gobierno de la ciudad y del estado.

El gerente general de Aguas de Saltillo declara que la ciudad cuenta con reservas del líquido para un año y medio antes de llegar al punto de ruptura, es decir, el momento en que la demanda supera la oferta.

Pero esta noticia parece no haber impactado en las autoridades municipales que siguen en su estrategia mediática de pintar cunetas e inaugurar Oxxos, mientras que los saltillenses iremos a sufrir las de Caín a 18 meses de distancia. ¡Válgame!

SEGUNDA SARAPERA. Por enterados de la Presea Saltillo a Luis Horacio Salinas (QEPD), cuyo mérito visible en la actualidad es el de
ser abuelo del joven Manolo primero, y tan tan, como dijo un diputado federal.

Con sabor a lisonja, el reconocimiento al que hago referencia
revela el proceso de designación de las personas e instituciones merecedoras al premio, y hace suponer la influencia política de la nomenclatura coahuilense.

Derivado de lo anterior, y así como nuestro presidente AMLO tiene sus números, yo tengo mi muy modesta lista de propuestas para la próxima presea: don Baltazar González, “Le Messie”, creador de la tradición de elaboración de piñatas artesanales; don Rosendo García Attic, continuador de la tradición centenaria de elaboración de sarapes y cobijas de lana de cuna tlaxcalteca que dieron fama a la ciudad; la maestra Esperanza Dávila, verdadera cronista de la ciudad, y don Carlos Gaytán Dávila, pionero de la locución y narrador de los sucesos del barrio del Ojo de Agua; entre muchísimos otros personajes con méritos de homenaje y reconocimiento a su modesta, eficiente y útil actividad o vocación.

Cervantes nos regala la frase: “Si a los oídos de los príncipes llegara la verdad desnuda, sin los vestidos de la lisonja, otros siglos correrían”.

TERCERA SARAPERA. Como exitosas fueron catalogadas las diversas actividades artísticas y culturales organizadas para festejar un aniversario más de nuestra ciudad y perla del mundo mundial.

Exposiciones, ópera, teatro, danza y hasta fara-fara hubo para amenizar esta celebración que nace extrañamente de una discusión histórica entre Flores Tapia y mi tío Humberto Gómez Villarreal acerca de la fundación de la ciudad, en la que finalmente triunfó quien más peso político tenía y, como era el gobernador, entonces se dijo que 1577 fue el año y julio el mes, y asunto arreglado. Lo anterior para que coincidieran los 400 años de fundación en 1977 y no en el siguiente sexenio, como lo afirmaba el famoso y sabio historiador que logró rescatar los restos de Miguel Ramos Arizpe.

Con los festejos hubo un adelanto a la inauguración de la feria de Saltillo, que tradicionalmente iniciaban después de la fiesta del 6 de agosto, lo anterior sin haberle pedido permiso al Santo Cristo, a ver si no hay represalias con las lluvias. C’est la fin.