Desde niño, Antonio Karam siente atracción por esta cultura y de adulto orienta su camino a practicar y estudiar sobre el BudaDharma, más conocido como budismo.
En su camino espiritual coincide con el Dalai Lama, quien en 1986, le pidió traer a México las enseñanzas del Buda, bajo la promesa de acompañarlo en el proceso.
En 1989, Karam funda Casa Tíbet México y se establece como su líder espiritual. Ese mismo año se realiza la primera visita del Dalai Lama al país.
Hace 20 años fundó Casa Tíbet en Saltillo. El pasado mes de febrero estuvo en la ciudad para conmemorar el aniversario.
La visita coincidió con una ola de intentos suicidas en la ciudad. En un lapso de 5 días, cuatro hombres intentaron quitarse la vida, tres de ellos saltando de puentes. Esto conmocionó a la sociedad saltillense, al ser casos poco comunes. Los motivos: deudas y enfermedades.
Aprovechamos la visita de Antonio Karam para hablar sobre los suicidios y la depresión para entender qué los origina y qué se puede hacer, ya que solo en 2023, 900 personas intentaron quitarse la vida en Coahuila, y 323 lo lograron de cuerdo con cifras oficiales.
Escenas que se veían en películas o megametrópolis, este año han paralizado el tráfico en Saltillo. Ya sea por el diagnóstico de una enfermedad crónico degenerativa, deudas o problemas amorosos, esto ha llevado a ciudadanos a intentar saltar del distribuidor vial, un conglomerado de puentes que unen al sur y centro con el oriente de la ciudad.
De este tema platicamos con Antonio Karam, quien forma parte de un selecto grupo de perfiles que Vanguardia entrevista en su sección A La Vanguardia. Esto fue lo que nos respondió.
¿Qué lleva a una persona a quitarse la vida?
Yo creo que naturalmente esto tiene que ver con el estado y condición de nuestra sociedad materialista contemporánea.
Creo que también tiene que ver con el hecho de que sufrimos una crisis de valores muy importantes y con el hecho de que especialmente el entorno juvenil no tiene una hondura espiritual. Genuinamente espiritual, no religiosa, sino espiritual en su vida. Y conciben que su bienestar depende del mundo material, del dinero, del nombre, el reconocimiento, del poder.
El problema es que todas esas condiciones, en el mejor escenario, tan solo nos pueden aportar bienestar temporal, pero no uno genuino y verdadero. Si ese fuera el caso, a mayor cantidad de dinero veríamos mayor cantidad de bienestar y felicidad.
El entorno juvenil no tiene una hondura espiritual. Genuinamente espiritual, no religiosa, sino espiritual en su vida. Y conciben que su bienestar depende del mundo material, del dinero, del nombre, el reconocimiento, del poder.
Las personas más ricas tendrían que ser por definición las más felices. Y no hay una correlación genuina entre el incremento en la abundancia material y el incremento en el bienestar interior. Esta relación tan solo opera en una dimensión muy primaria del mundo económico.
Una vez que la persona satisface sus necesidades esenciales materiales, se dispara una distancia entre el bienestar.
Por ejemplo, los estímulos materiales en términos generales. Lo que sucede es que cuando uno se ha visto condicionado, como es el caso de nuestra cultura de consumo, a pensar que tu bienestar depende de esas variables y cuando no las tienes o cuando las tienes y no te aportan esa satisfacción, naturalmente esto se traduce en depresión y se traduce en una sensación y sentido de sin razón vital.
Esto da como natural resultado este tipo de fenómenos, como son la depresión clínica que conduce al suicidio.
¿Se puede morir de amor? Por qué tenemos estos casos donde las personas se quitan la vida por perder a su pareja. También por su trabajo, por deudas o no sentirse solos.
Esto es porque has creado o has construido un sentido de identidad fantasioso. Una identidad que se centra y circunscribe, por ejemplo, a tu título universitario o a la posición que tienes dentro de la sociedad o el rol que tienes como madre.
Un ejemplo es el famoso síndrome del nido vacío, en donde una madre entra en un estado y condición de depresión, una vez que los hijos abandonan el hogar. ¿Por qué? Porque construyó un sentido fantasioso y totalitario de identidad centrado en su función que es temporal y es siempre relativa de madre.
Si no te preparas a lo largo de tu vida, no abrazas la importancia de entender que esa identidad es temporal y relativa. Si la elevas a una condición absoluta, cuando los hijos salen de casa y ese rol, por definición, tiene que cambiar no tienes la flexibilidad para adaptarte. Ese cambio te genera tremenda aflicción interior.
Si no te preparas a lo largo de tu vida, no abrazas la importancia de entender que esa identidad es temporal y relativa, ese cambio te genera tremenda aflicción interior.
O igual si te identificas entera y absolutamente con el cargo que tienes en una empresa y por alguna razón ese cargo cambia o cesa, pues entonces sientes que tu vida pierde sentido y que tú te encuentras a la deriva y que hay un sin razón en tu existencia.
Todo esto inconsciente ante el hecho de que no eres el cargo que tienes en la empresa o no eres la posición que tienes en la familia. Es más, no eres el cuerpo a través del cual te manifiestas.
Entonces si entiendes esto, etapas de la vida como el fenómeno del envejecimiento dejan de ser un objeto de conflicto.
Mientras que si te identificas con tu cuerpo en el momento en que envejeces, esto se convierte en un objeto de tremendo conflicto en tu vida porque te habías identificado con tu juventud.
Uno de los casos que acapararon la atención fue el de un joven de 16 años que intentaba saltar del Distribuidor Vial porque le acababan de diagnosticar diabetes. ¿Cómo se puede encontrar la calma ante la incertidumbre de una enfermedad crónico degenerativa?
Para empezar tener en cuenta que una de las cualidades y características esenciales de la realidad es la impermanencia.
Todo cambia y se transforma momento a momento, instante a instante.
Nada y nadie dura para siempre. Este es un hecho de la existencia y es uno con el que nosotros tenemos que reconciliarnos a lo largo de la vida. Es algo que tenemos que abrazar y entender como natural. Vamos a envejecer. Estamos en un proceso de tránsito hacia la muerte.
Nada y nadie dura para siempre. Este es un hecho de la existencia y es uno con el que nosotros tenemos que reconciliarnos a lo largo de la vida.
No es que vayamos a morir. Estamos en tránsito al morir. Y si entiendes esto en oposición a detonar un sentido depresivo, más bien, lo que hace es que te aporta la capacidad de apreciar cada instante de tu vida. Especialmente, si sabes lo raro que es la vida y lo frágil que la misma es.
Cada momento de tu vida se torna significativo. Y en lugar de estar constantemente buscando experiencias extraordinarias para sentirte vivo, animado, entiendes que la verdadera magia no está en lo extraordinario, sino en lo ordinario.
¿Por qué? Porque cada momento es significativo en el contexto de su rareza y el hecho de que cada instante no se repite.
Como dice un proverbio tibetano “Esto es solo para tus ojos; es solo para ti; es solo una vez; Nunca más”.
Entonces si estás distraído, no estás presente, te lo pierdes.
Una deficiencia muy importante es que estamos distraídos. Estamos en el futuro. Estamos en el pasado, pero el presente que es lo único que existe te pasa desapercibido, precisamente porque nunca estás en el mismo.
Pero si recuperas el presente, estás atento, y te sincronizas con él, pues cada momento es valioso e irrepetible, independiente de lo que pueda traer. Si es difícil te aporta algún tipo de aprendizaje y si es positivo te aporta un momento de alegría.
¿Cómo estar presentes?, ¿cómo enfocarse en uno mismo si desde niños estamos inmersos en estímulos externos, modas o ideales sociales que exigen poder, popularidad, riqueza para sentir que se es útil o que se tiene una vida productiva?
Yo creo que ese es el valor precisamente de acercarse a culturas introspectivas como son las culturas de oriente y particularmente la tibetana.
La cultura budista que ha desarrollado a lo largo de milenios herramientas introspectivas, en oposición a una civilización o cultura como la nuestra contemporánea materialista, que son culturas extrovertidas que siempre están volcadas hacia afuera y en las que depositamos la responsabilidad de nuestro bienestar en toda variedad de estímulos externos.
El gran descubrimiento de las culturas ancestrales y espirituales radica en el entendimiento de la primacía de la conciencia y de la mente de los seres humanos como el factor determinante de la conformación de la experiencia, en oposición a lo que nosotros comúnmente concebimos si pensamos que es el mundo que nos rodea, y que son las apariencias y estímulos ahí presentes los que determinan nuestra experiencia. .
El gran descubrimiento de las culturas ancestrales y espirituales radica en el entendimiento de la primacía de la conciencia y de la mente de los seres humanos como el factor determinante de la conformación de la experiencia.
Eso es falso. Si bien esto influye en la conformación de nuestra experiencia, no son los factores determinantes.
El factor determinante de la experiencia es la mente. Es la conciencia que decodifica e interpreta el mundo de la experiencia. Por eso decía hace un momento que una conciencia aflictiva naturalmente produce dolor y sufrimiento.
Una conciencia de sabiduría por naturaleza genera bienestar y felicidad independiente de las apariencias y estímulos a los que te ves expuesto o confrontado.
Finalmente, nada es verdad o mentira y todo depende del cristal con que se mira. y el aparato que determina esa interpretación del mundo es la mente y la consciencia
Por último ¿Cómo se logra esto? ¿Cómo podemos estar presentes y no afligirnos por el pasado y estar ansiosos por el futuro?
La meditación es un tipo de entrenamiento mental que lo que te ofrece es la capacidad de ver hacia adentro.
En oposición de constantemente estar, casi diría yo, esclavizado por esta actitud extrovertida que solo ve hacia afuera.
Además ten en cuenta de qué injerencia tenemos sobre el mundo, qué potencial tenemos de controlar nuestro mundo externo. Todo eso es muy limitado.
¿Hasta qué punto tienen injerencia en el clima? ¿Hasta qué punto tienes injerencia en el tráfico o las personas que te rodean? Es muy limitado.
¿Qué potencial de control tienes sobre todos los factores externos con los que convives? Es limitada o nula.
Pero, ¿qué influencia tienes sobre el aparato, la mente, que interpreta el mundo al que te ves expuesto? Absoluta.
Si cambias la manera en que ves el mundo cambias la experiencia que tienes del mudo.
Entonces sería maravilloso que nuestra sociedad abriera más espacios, inclusive en términos de nuestra formación académica, en las escuelas para emplear estas maravillosas herramientas que han florecido en culturas milenarias para transformar la experiencia que tenemos del mundo y descubrir que la mente es la fuente de felicidad y el dolor, y no el mundo, no el dinero, la fama, el poder no el reconocimiento.
¿Qué influencia tienes sobre el aparato, la mente, que interpreta el mundo al que te ves expuesto? Absoluta.
Si cambias la manera en que ves el mundo cambias la experiencia que tienes del mudo.
Entonces sería maravilloso que nuestra sociedad abriera más espacios, inclusive en términos de nuestra formación académica, en las escuelas para emplear estas maravillosas herramientas que han florecido en culturas milenarias para transformar la experiencia que tenemos del mundo y descubrir que la mente es la fuente de felicidad y el dolor, y no el mundo, no el dinero, la fama, el poder no el reconocimiento.
Presidente y fundador de Casa Tíbet México.
Tienes estudios de posgrado de filosofía, psicología Budista y occidental.
Miembro del 21st Century Trust de Inglaterra y del Network of Western Buddhist Teachers
Miembro fundador del International Tibet Support Network
