Tasas de interés al alza
El Banco de México (Banxico) subió la tasa de interés de referencia 50 puntos base, esto es, 0.5 por ciento más de lo que tenía anteriormente. Ahora, la tasa será de 5.50 por ciento, y peor aún, con potencial para seguir subiendo mientras la inflación no se controle. Desde una perspectiva económica, este aumento es una buena estrategia y ha sido bien visto por los mercados financieros que cerraron con ganancias en México. Sin embargo, desde una perspectiva del consumidor, habrá que prepararse para el aumento de las tasas de interés que los bancos comerciales y tiendas departamentales cobran a sus clientes. ¿Por dónde llegará el incremento?
La tasa de Banxico no es para las personas físicas o morales, sino para los bancos comerciales que piden dinero al banco central para seguir dando crédito cuando a ellos se les acaba el dinero (puesto de una manera muy simple). De esta forma los bancos comerciales, se ven obligados a pagar más para tener recursos para prestar al público. Es una manera de disuadir a las personas a que no pidan prestado y mantener la base monetaria estable para que no aumenten los precios. Pero lo que no se cuenta al público es que lo que se debe en tarjetas de crédito, tarjetas departamentales y préstamos en general, también tiene un aumento y desde luego, no en la misma proporción que aumenta para los bancos comerciales. Si planea pedir prestado, debe hacerlo inmediatamente, porque lo más seguro es que tendrá que pagar más por ese préstamo “tan necesario” a partir del lunes.
Los créditos para autos nuevos y usados también serán más caros, y si a eso se le agrega que están subiendo de precio porque no hay oferta, imagine los aumentos para todo lo automotriz. Se espera, de acuerdo a expertos, que durante 2022 los automóviles suban un 30 por ciento y la tasa de interés promedio para comprar un auto, rebase el 15 por ciento. Bajo estas circunstancias, el mercado de automóviles estará en problemas nuevamente, tomando en cuenta que cuando menos el 60 por ciento se vende a crédito.
Los procesos logísticos también tendrán que pagar el aumento de la tasa de interés porque la compra de tractocamiones, cajas de transporte refrigeradas y secas, en su gran mayoría son vía préstamos bancarios. Estos costos más altos serán pagados por alguien y usted tendrá que adivinar quién, ya que no es difícil darse cuenta de la respuesta. Transporte de pasajeros y hasta arrendamientos de aviones tendrán las mismas consecuencias inicialmente. Los electrodomésticos que tienen un componente a crédito también muy importante, se volverán por esta razón menos alcanzables para la ciudadanía.
En pocas palabras, en un inicio el control inflacionario genera un aumento de precios, que se detiene al evitar, por la vía de hacer el dinero más caro, que gastemos dinero. El consumo se frena un poco y de esta forma la inflación se contiene. Este argumento es correcto, pero tiene un efecto no deseable, reduce el consumo en un momento en que se quiere todo lo contrario para acelerar la recuperación económica.
Con la actual tasa de interés y sus repercusiones en el mercado financiero nacional, se avecinan dos situaciones; una reducción del consumo agregado, leve pero representativo y una mejora del desempeño de los mercados financieros para los ahorradores, lo que en el mediano plazo traerá más desigualdad económica. Aquí habrá que esperar un aumento de los impuestos muy pronto para los inversionistas bursátiles que verán ahora mejores rendimientos, ya que las empresas tendrán que competir por el circulante de una manera más férrea. Es bajo estas circunstancias que las empresas se vuelven más competitivas porque se ven obligadas a ser más eficientes con sus recursos para generar las utilidades demandadas por sus accionistas. Bajo este nuevo marco financiero, las opciones de financiamiento no bancario se vuelven las oportunidades ideales para adquirir créditos y generar buenos rendimientos.
El sistema financiero y el económico simultáneamente se encuentran bajo condiciones sumamente extrañas. Por un lado, la economía requiere crecimiento por cualquier vía, el consumo está caído por la falta de productos que quiere y necesita la gente, pero no los hay. Por el otro, se da una inflación por escasez que genera mayores tasas de interés para contenerla y entonces se inhibe el consumo y baja la producción porque hay ahora menos dinero circulando. Hasta antes de este aumento, una parte importante del consumo se había dado vía crédito. Los desempleados habían estado consumiendo su ahorro, o ya algunos habían llegado a pedir préstamos en virtud de una tasa de interés reducida y todavía accesible. De hecho, el crédito bancario era uno de los responsables de la inflación. Este hecho mantuvo a la economía nacional creciendo con dinero prestado literalmente, y combinado con la falta de producción, se dio la mezcla peligrosa que se tiene hoy en día; alta inflación con escasez de productos y menos mal, que todavía no hay estancamiento económico.
Enero nos recibirá con la carga de pagos que se hace cada año como predial, tenencias, reinscripciones escolares y para colmo en este 2022, tendremos que pagar tasas de interés más elevadas que sacan de toda posibilidad el pedir prestado. Si pensaba utilizar su aguinaldo para deleite familiar, mejor ahorre para pagar todos sus compromisos y no tener que ir a empeñar lo que acaba de comprar o pedir prestado a un banco. Eso será nuevamente cosa del pasado. Lo irónico del caso es que se nos había prometido que todo sería diferente.
Ya nos veremos en enero, con nuevos datos que analizar y comentar.