Tres problemas económicos para el segundo semestre
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El primer trimestre del año está ya terminado literalmente, quedarán algunas horas a partir de que usted lea esto y empezará el segundo trimestre del año 2023. Siempre los segundos trimestres son positivos para la economía nacional, de acuerdo a los datos, porque dejamos atrás enero y febrero que son complicados por todo lo que hay que pagar y la “cruda” financiera de las fiestas decembrinas (gastando más de lo que se tiene). Sin embargo, hay problemas que se ciernen sobre nuestra economía, algunos por nuestra propia falta de pericia en el manejo del país y otros derivados de asuntos internacionales pero que nos repercuten directamente por la alta integración.
El primero de ellos es que hoy (ayer) hubo nuevamente un incremento de la tasa de referencia por parte del Banco de México, que esta vez acarreará un aumento de los créditos automotrices, hipotecarios y de consumo en general. Si bien solo fueron 25 puntos base más a la tasa, lo importante es que se sigue aumentando porque la inflación subyacente (la de corto plazo sin productos de alta variación de precio) no cede, aunque parece que habrá llegado a su pico máximo este mismo periodo que está por terminar. Lo preocupante es que parece que habrá más aumentos, los propios miembros de la junta de política monetaria argumentan que la tasa podría llegar a un 12 por ciento, esto es, podría todavía aumentar 75 puntos base (hoy está en 11.25 por ciento). Dejando de lado que es récord histórico desde que se utiliza esta herramienta, resalta el hecho de que la economía nacional tendrá una disminución en su crecimiento, aunque no muy importante. Sin embargo, lo más importante es que los intereses pagados por el gobierno federal ya se incrementaron casi un 50 por ciento. Como lo lee, estaremos pagando a partir de mañana más intereses por la deuda gubernamental, que aunado a la necesidad de recursos para obras públicas, infraestructura y combate a la pobreza, que aumentó casi 4 millones en lo que va del sexenio, la situación se vuelve crítica, y eso que vamos “bien”. Tampoco se avizora una reforma fiscal que apoye las necesidades actuales ni federales ni estatales y desde luego, mucho menos municipales. Poco se hará por atender este asunto y lo peor del caso es que la deuda seguirá creciendo otros tres trimestres, cuando menos.
El segundo punto tiene que ver con la revolución que está generando la inteligencia artificial (IA) en todos los mercados, tanto de bienes y servicios como laborales, y es en este último que me quiero enfocar. Un reporte del periódico norteamericano Financial Times por parte de J. Goldman, afirma que un quinto de la fuerza laboral del mundo en desarrollo (donde se encuentra México) se verá desplazado para la inteligencia artificial. Esta es una mala noticia para un país que necesita no solo más empleo, sino también mejores salarios. Partiendo de la base de que los trabajos manuales no tienen afectación por obvias razones, ya que la IA no tiene manos, la tendencia argumentativa en algunos artículos de investigación es que los países en vías de desarrollo se rezagarán aún más económicamente, pues los trabajadores de alto desempeño verán mermadas el número de oportunidades laborales, así como los salarios potenciales que podrían recibir. La disrupción está siendo tan grande que líderes mundiales como Elon Musk, a través del Future of Life Institute (Instituto para la vida futura), escribieron una carta a los desarrolladores de inteligencia artificial para que detuvieran sus investigaciones cuando menos seis meses para evaluar con más detalle sus implicaciones en todas las áreas de la humanidad, porque el instituto argumentó, se debe estar seguro de que sus implicaciones, todas ellas, son positivas. Bajo esta óptica, no hay duda de que hay preocupación por dos grandes temas de la IA: el futuro del trabajo y su uso en actividades ilícitas. También está bajo amenaza la libertad como la conocemos, pues la inteligencia artificial pueda estar presente en todas partes “cuidando” el bienestar de la humanidad, así como suena, a través de todos aquellos lugares donde haya una computadora. Investigaciones recientes del propio instituto sugieren que un 70 por ciento de la humanidad podría ser sujeta a mecanismos de control social, impulsados por los propios gobiernos para mantenerse en el poder. Imagine un mundo donde su conducta es vigilada permanentemente por un “ente” que reporta al gobierno todo lo que usted hace. En España ya se utiliza un sistema de IA para revisar todo lo que tiene que ver con la evasión de impuestos. El sistema llega al límite de revisar las redes sociales de cada persona para ver si hay cambios visibles en su nivel de vida o pequeños indicios de actividades que no están registradas en sus declaraciones fiscales. A ese nivel de intromisión está al día de hoy la IA. En México, muy poco o casi nada se ha comentado al respecto y no hay nada escrito para proteger al ciudadano común.
En tercer lugar, en el mismo tenor de asuntos tecnológicos, las monedas digitales respaldadas por gobiernos harán su aparición. La propia directora general del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha dicho que es preferible que sean los bancos centrales los que se encarguen de administrar las monedas virtuales que las propias empresas como Google o Facebook, porque argumenta, a las empresas no les interesa el bienestar de los ciudadanos sino el bienestar de sus accionistas. Por la razón que sea, ya se anunció que el 23 de octubre de este mismo año, Europa tendrá el Euro virtual, en esa fecha comenzará el experimento cuyo objetivo principal es no perder el control del dinero, y lo que es más, poder vigilar cada transacción que se haga con él. De esta forma se podrán rastrear todas, sin excepción, las operaciones que se lleven a cabo. Hasta hoy, hay 105 países explorando la emisión de monedas digitales y seis ya las usan. México tendrá que entrar rápidamente a esta ola financiera, caso contrario se rezagará con consecuencias importantes como la incapacidad para integrarse a operaciones de intercambio internacional, mecanismos de pago del comercio exterior, entre otros. Tampoco podrá ser parte de un sistema financiero moderno, donde los bancos serán más eficientes y situaciones como la sucedida con el Silicon Valley Bank no se volverían a presentar, pues es un hecho que las monedas digitales mantienen un valor dinámico, cambiante con el tiempo en su propia economía. Siendo claros, este tema ni siquiera está dentro de las conferencias matutinas del Presidente, es muy complejo para su manejo. Tampoco hay otros medios que se atrevan a mencionarlo o analizarlo.
El futuro ya llegó y los otros datos demuestran que México ni siquiera está en el presente, sigue viviendo el pasado.
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Encuesta Vanguardia
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