‘Yo también quiero saber cosas’
COMPARTIR
¿Qué hago con la información que tengo? ¿Para qué la busco? ¿Qué hago con la información que tengo incluso sobre mi misma? ¿De qué me sirve?
¿Para qué comparto información? ¿Con qué intención me reservo información?
La información aporta poder. También puede provocar vergüenza. Compartir o no la información que tengo me coloca en un lugar con respecto a los demás, cuando menos desde mis intenciones.
Puedo compartir información para presumir de lo que sé. O para perjudicar a alguien. O para que otros no puedan perjudicarme a mí. Esparzo información para dar a entender que estoy contenta, o que he logrado algo importante, para que me vean, para que se den cuenta de que estoy herida. Tal vez me ha pasado algo y creo que es bueno decirlo como advertencia para otros. Y, quizás solo requiero descargar la energía emocional que ya no logro contener dentro de mí.
Hace un momento recibí un mensaje. “Hola, estamos aquí reunidos...” Respondí, “Bravo, ¡chisme!” No era cierto que habría chisme. El mensaje era para pedirme información que tengo yo y solamente yo. No porque sea secreto de estado, sino porque solamente existe en mi cabeza. Ya. La compartí y situación solucionada.
Conozco a gente muy abierta para compartir y compartirse. Conozco a quienes son herméticos y que a los curiosos nos dicen cosas como, “No me gusta que me interroguen”. Después de intentar convencer de que no pretendía yo una interrogación como tal, observo la manera en que el otro protege y guarda su información. Soy perceptiva y empiezo a entender. Y como sigo igual de curiosa, seguramente intentaré sacarle la información en otro día y de otra manera. ; )