Saltillo Millenial: una ciudad para los jóvenes

Artes
/ 26 julio 2019

Invitamos a cuatro miembros de la comunidad artística y cultural de la ciudad a compartir su opinión sobre Saltillo en el marco de su 442 aniversario

Una ciudad cambia con el tiempo y cada generación la ve desde una perspectiva diferente, producto de los hechos y acontecimientos más relevantes que le toca vivir.

Mi generación, los millenial, nacimos cuando Soriana, Gigante y De Las Fuentes se disputaban los clientes y Ciudad de París era lo más parecido a un centro comercial; el ICOCULT daba sus primeros pasos y el ahora icónico Museo del Desierto era sólo una idea.

Tuvimos la oportunidad aún de jugar en las calles, con trompos, baleros y balones de futbol hasta con novedosos tazos, beyblades y cartas de Yu-Gi-Oh, antes de que, hace una década, la violencia le diera forma a nuestra adolescencia y juventud.

Disfrutamos de Jungle Jim’s Playland, de M y M Cinemas, los Hoyts y vimos llegar a Cinemex y Cinépolis acompañadas de centros comerciales que ahora tomamos con naturalidad. Nos adaptamos a estos cambios y los hicimos nuestros.

Ahora, Saltillo se debate entre sus áreas, con diferentes necesidades y actividades; diversión al norte, cultura en el centro, industria al oriente y poniente y millones de habitantes continuamos en este proceso de crecimiento.

Para celebrar sus 442 años, más de cuatro siglos de vida, invitamos a cuatro miembros de esta generación que ha crecido con el último estirón de la capital de Coahuila para que nos cuenten lo que es para ellos Saltillo.

 

Una ciudad con talentos

Para mi Saltillo ha sido la mejor escuela, llegué a los 17 años, pero puedo decir que aquí fue donde crecí. Esta ciudad me ha dado todo.

Me gusta que siempre hay personas con grandes proyectos y muchas otras dispuestas a apoyar, aportar o colaborar.

Pero también me gustaría ver más gente entrando de lleno al arte y la cultura, todos tenemos algo que decir, pero a veces nos limitamos, por tener miedo o por ignorar cómo hacerlo. En Saltillo hay gente con mucho talento y debemos estar orgullosos de eso.

—Alejandro Ruvalcaba, músico, miembro de Celtillo Folk

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Activa sencillez

Pienso que Saltillo es una ciudad en la que se vive a gusto, es tranquila y relativamente “sencilla”.

Esa “sencillez” de Saltillo no significa que no haya nada que hacer, siempre hay algo que hacer...desde una pequeña reunión con los amigos en una casa, hasta eventos grandes de música o teatro. En estos últimos años hemos visto cómo nuestra ciudad ha crecido de manera exponencial, cada vez hay más lugares que visitar, actividades por realizar y gente que conocer.

Hablando de gente, hay muchas personas emprendedoras, también hay gente muy talentosa que hace cine, teatro, música, danza, pintura, escritura, deporte y muchas disciplinas más, a veces lo único que necesitan es un empujoncito para que nos compartan su visión del mundo.

Aun así, hay una gran área de oportunidad en ese aspecto. Poco a poco hemos visto más variedad y propuestas independientes de eventos y espectáculos que en un día ponen en sintonía a gran parte de los saltillenses, creando un momento de unidad (que en estos tiempos cada vez es más raro). Lo que me gustaría es que ese tipo eventos no se queden en algo de un día o dos al año o que sea por una fecha en particular.

Saltillo es una ciudad que tiene la necesidad estar en actividad de manera constante durante todo el año, donde haya oportunidad para todos... y tiene la capacidad para hacerlo, lo único que falta es difusión e inclusión.

—Sergio García Berumen, cineasta y gestor cultural

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De transporte, sarapes y pan mena

La primer ruta de transporte público que tomé en mi vida fue la 13A, y parte de mí aún recuerda el trayecto en pedacitos, como si se tratara de un video que vi en algún lugar. Para mí, ser Saltillense y vivir la ciudad a pie y en transporte público van inherentemente de la mano, al igual que casi el 70% de la población de la ciudad uso el transporte público porque nací en Saltillo dentro de una familia promedio, pero soy Saltillense porque sé lo que significa la aventura, y a veces tortura, que es subirse a una combi. 

Y es que hablar del transporte público de la ciudad significa, inmediatamente, hablar del Saltillo real, sus ciudadanos y sus problemas. Hoy en día mucho se habla de querer convertir a Saltillo en una ciudad inteligente y, aunque muchos relacionan este concepto con aplicaciones tecnológicas, para mí la verdadera transición a ser una ciudad inteligente es tener un sistema de transporte público eficiente, asequible y sobre todo digno para usuarios y operadores. 

Entonces, ¿Cuál es nuestro regalo de cumpleaños para Saltillo? A lo largo de los años han ido y venido distintas administraciones municipales, todas con la promesa de mejorar el transporte público de Saltillo, y todos y cada uno quedando pequeños ante el titánico problema que deciden enfrentar, quizá dentro de unos años el regalo de aniversario para la ciudad podría ser un sistema de transporte público digno. 

Hoy celebramos a nuestro Saltillo y su 442 aniversario, pero me refiero al Saltillo de verdad, no nomás el norte de la ciudad o su zona industrial con cada vez más y más empresas extranjeras, celebramos a esta ciudad hermosa que se caracteriza por sus inigualables atardeceres, el clima que cambia a cada 15 minutos, sus sarapes, el pan mena, los dinosaurios, y su pésimo sistema de transporte público…

¿Y tú? ¿Cuál fue la primer ruta de transporte público que recuerdas haber tomado?

—Diana Infante, arquitecta y activista

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Un pie en el pasado y otro en el futuro

Pueden decirse pocos, pero 442 años es un tiempo lleno de historias, de anécdotas, sin duda ha sido una ciudad en crecimiento, la cual aún así no se olvida de sus inicios y que ha pasado a ser un centro de grandes artistas; artistas que lo han dado todo por llevar un poco de cultura en cada lugar de aquí. Ellos nos entregan parte de su tiempo para escuchar y disfrutar lo que tienen por contarnos,  ya sea a través de una fotografía, una pintura, una pieza de baile, una obra de teatro, etc. Una urbe que es sinónimo de transformación, de metas, de creación. 

Cada paso que se da por sus calles nos hace pensar en qué habrá ocurrido hace muchos años por allí. Desde mi infancia he recorrido cada centímetro, cada kilómetro, siento como si explorara lugares distintos incluso al momento de doblar una esquina. Rincones llenos de magia, que nos hacen recordar aquella leyenda contada por nuestros abuelos. 

Ni qué decir de su tradicional comida y sus típicos lugares que nos siembran relatos con tan solo oler, sentir, y escuchar esas piezas musicales que nos envuelven y hacen que nuestros pies quieran ir al ritmo.

Saltillo cuenta con grandes artistas en muchísimos ámbitos, personas que merecen el reconocimiento de todos y cada una de los habitantes. Por todo lo que han entregado y que aún al día de hoy lo siguen haciendo, para así poder seguir sorprendiéndonos y demostrarnos que no importan las adversidades, la cultura y el arte siempre seguirán vivas mientras aún haya gente que guste de abrir un libro en un café o bar de la ciudad, o disfrutar de alguna obra de teatro en los distintos recintos culturales que muchas compañías de teatro independiente nos ofrecen, entre muchas cosas más que esta tierra nos brinda.

—Guillermo Guajardo, actor

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Lo siento, Manuel Acuña

Lo siento, Manuel Acuña, pero a esta ciudad le dejaste un espíritu suicida que quisiéramos no seguir leyendo en los periódicos. Hoy que cumple años tu ciudad, su Catedral, sarape y calles de leyendas, tengo que hablar del tema… La ciudad y alrededres parece ser la capital del suicidio. Hoy nos hace falta rebelarnos. Saltillo tiene que atreverse. En honor a Rosita Alvírez, ¡que NO nos den tres tiros! ¡Ni uno! ¿Cómo así que es pura tragedia la de nuestros poetas? ¿No murió el autor Otilio González fusilado? Yo traigo un globo que dice “Basta” a la fiesta. En nombre de Julio Torri, que nos devuelvan las librerías perdidas, una de ellas con su nombre. Que nos indignemos en tributo al pintor gringo Edward Hopper, pues el Cine Teatro Palacio -que pintó en acuarela- ya es una zapatería –cuyas ofertas no inspiran pinturas. Que el fuego arda el 6 de agosto sólo en la pirotecnia de la fiesta de Santo Cristo y no en la Casa Alameda, que debe que resurgir como fénix para seguir ofreciendo cultura alternativa y arquitectura (y que debe cuidarse). Que el sarape sea nuestra bandera y no sólo la marca de un equipo de béisbol: que su arco iris nos represente y Carolina Herrera no le haga tributo en sus diseños, mientras nosotros olvidamos nuestra identidad; que seamos la colorida capital del estado. Que dejemos de lado el conformismo, el “que lo hagan otros”, el “mejor me tomo una copa de cianuro” como Manuel Acuña. Si algo te agradezco, Acuña, es que ese pesimismo en tu biografía puede generar hoy optimismo al querer hacer lo contrario. Esta ciudad hay que festejarla haciendo el cambio. Lo siento, Acuña, yo no brindo con cianuro, sino con mezcal, por un Saltillo que tiene que atreverse a cambiar. Saltillo sigue teniendo artistas y ahora es el momento de cambiar la historia. 442 años, pero que este nuevo ciclo tenga un espíritu de cambio. Feliz cumpleaños, en nombre de todos los personajes de nuestra historia: y me refiero a todos los que la habitamos. Hoy también –repitan conmigo- ¡somos historia!

-Livio Ávila, escritor y editor

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