Acoso sexual en el trabajo: pesadilla infernal

Siempre me ha gustado cantar. En una ocasión supe de un puesto de vocalista para acompañar a un ejecutante de teclado. Audicioné con un montón de chicas y quedé seleccionada junto a otras dos. Aunque el horario era pesado, me caía como anillo al dedo ir solo viernes y sábados, puesto que me dedicaba también al estudio de la carrera profesional e inglés, así como a hacer tareas, entre semana.

El gusto me duró poco. Las cosas se pusieron raras desde el principio: una de las compañeras se fue casi de inmediato; imaginé que no le había gustado ser tres y no solo ella, o sea, por celo profesional; la otra chica y yo duramos más tiempo, pero me percaté de que se volvía cada vez más tímida e insegura. Debo aclarar: nunca vi que el hombre la acosara, la venda se me cayó de los ojos cuando quedé sola.

Al inicio, el tipo fue respetuoso; pero, conforme pasó el tiempo, empezó a hablarme de la relación fracturada que tenía con su esposa y de su sentimiento de tristeza y soledad. El día que fue frontal en su declaración con un “me gustas” e incluso se atrevió a agarrarme la mano, lo mandé a volar y renuncié a mis aspiraciones de ser cantante.

Por favor piensa un momento en lo que siente una persona cuando percibe amenazada su integridad física y emocional; ahora piensa en lo que sentirá cuando esa amenaza se vuelve permanente en un lugar en el que pasa –además por necesidad– por lo menos un tercio de su día a día. ¿Qué sentirías tú? ¿Qué estás haciendo para prevenir y/o erradicar el acoso sexual en tu empresa?

El acoso sexual en el trabajo es una de las principales causas de rotación de personal y baja productividad. La humillación, amenazas y violencia sexual, generan un daño psicológico que se ve reflejado en el desempeño del trabajador; pues, como víctima, reacciona en detrimento de la empresa con una disminución en su rendimiento y calidad laboral.

Desafortunadamente, no existe forma certera y eficaz para detectar a tiempo psicopatologías, manías o vicios de carácter que pueden ponerse de manifiesto en el ámbito laboral. No podemos saber si la persona que tenemos frente a nosotros en una entrevista de trabajo será un buen elemento para la empresa o es un verdadero peligro; sin embargo, tus empleados –hombres o mujeres– deben sentir confianza de acercarse a ti o a la persona adecuada y denunciar el acoso de inmediato.

El acoso sexual se manifiesta tanto en forma vertical o descendente, es decir, desde los altos mandos y mandos medios; como de manera horizontal a través de los propios compañeros. Cerciórate de que existan mecanismos que disipen este comportamiento que degrada personal y profesionalmente. Cuando la misma organización tolera dicha conducta, se genera un ambiente de humillación, exposición y ninguneo que tarde o temprano afectará la empresa.

Dominio Comunicación: Comunicación efectiva para tu vida personal y profesional. (55) 2212 7220.