La polémica escalera al cielo

La “escalera al cielo”, ¿debe ser destruida o preservada? ¿Es posible debatir el tema o la polémica es inexistente?

La existencia de más de dos mil escalones en la Sierra de Zapalinamé ha desatado la polémica: los saltillenses promueven, a través de la plataforma change.org, dos peticiones: una para que la escalera sea destruida y otra para que sea preservada. ¿Cuál argumento te convence más?

Muy seguramente don Raúl de la Peña, quien hace dos años habría comenzado a construir la “escalera al cielo”, no tenía la intención de alentar la polémica que su proyecto ha desatado. Pero ya la generó y hay dos bandos claramente identificados: los que deploran el proyecto y demandan su destrucción inmediata y los que consideran valioso lo que don Raúl ha hecho.

Ambos bandos se enfrentan en el ciberespacio a través de la plataforma change.org, en la cual han iniciado la recolección de firmas para respaldar sus respectivas posiciones.

Y, al menos al momento de redactar este reporte, los que apoyan el proyecto van ganando, pues han colectado casi 4 mil 900 firmas, mientras que los detractores de la escalinata apenas superaban las 1 mil 800.

Los que se oponen afirman que la obra no debe existir porque impacta negativamente al entorno y fue construida en una zona protegida violando la normatividad existente en materia ambiental. Además, señalan que ésta incrementa el riesgo de incendios y traería más basura al lugar derivado de una mayor presencia humana.

Los que están a favor consideran que la obra permitirá a más personas visitar el lugar y, al no tener fines de lucro, les parece que se trata de un proyecto positivo. Además, creen que existen otras obras que sí han sido autorizadas y provocan un mayor impacto ambiental.

Más allá de quien acumule más apoyos digitales, algunas preguntas deben formularse y discutirse en relación con “la escalera al cielo”:

1. ¿Basta la violación de una norma ambiental y la inexistencia de los permisos correspondientes para que se ordene la destrucción de la obra?

2. Aún cuando se hubieran violado normas, ¿es posible argumentar a favor de la obra y lograr que sea preservada?

3. Con independencia de los aspectos estrictamente legales, ¿la escalera tiene algún valor para la comunidad?

4. Asumiendo que genera un impacto ambiental negativo y que incrementa riesgos como el de incendios o más basura, ¿destruir la escalera es la única forma de evitar o contener tales riesgos?

5. La existencia de la escalera, ¿puede contribuir a que más personas sientan el impulso de visitar el área natural y con ello, crear una mayor conciencia sobre la preservación de la naturaleza?

6. ¿La mejor forma de preservar un área natural es impedir que los seres humanos la visiten?

7. El acceso de seres humanos a un área natural, ¿necesariamente debe implicar que no se altere en forma alguna el paisaje?

La mesa está puesta para la discusión. A usted, ¿qué posición le convence más?