Una fotografía le cambia la vida a un padre que huye de la guerra con su hija
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Abdul Halim Attar, padre soltero, trabajaba en una fábrica de chocolates en El Líbano. Y digo que “trabajaba” porque la guerra que se libra en Siria lo obligó a refugiarse en Yarmouk (un campo de refugiados).
Bien se dice que ¡una imagen vale más que mil palabras! Y esto adquiere una dimensión impresionante cuando hay de por medio algún conflicto bélico o circunstancias políticas y sociales determinadas o que apuntan a una tragedia natural, que cimbran a un territorio en particular o a un país entero.
Un hombre desesperado
Abdul Halim Attar, padre soltero, trabajaba en una fábrica de chocolates en El Líbano. Y digo que “trabajaba” porque la guerra que se libra en Siria lo obligó a refugiarse en Yarmouk (un campo de refugiados que data de 1948) y luchar por la vida de su hija. La situación es tan apremiante, que al poco tiempo se decidió a vender bolígrafos en la calle para poder alimentar a la pequeña.
No tenía un techo bajo el cual vivir y con su hija en brazos, iba de calle en calle para vender lo único que podía ofrecer: 8 bolígrafos.
Una fotografía cambió su panorama
Gissur Simonarson maneja el sitio de noticias Conflict news. Un día descubrió a Abdul en una calle de la ciudad de Beirut, llevaba a su pequeña en brazos y ofrecía los bolígrafos. Simonarson se atrevió a fotografiarlos, después subió la imagen a su red social con el nombre “Vendedor anónimo”, al tiempo que invitaba a las personas a compartirla con el fin de hacerla viral: buscaba concientizar al mundo sobre la situación que se vive en aquellos lugares.
La fotografía se propagó con rapidez, fue compartida a través de las redes sociales, BBC, Semana35 y otros medios; consiguió 6 mil seguidores. Y tal fue el impacto que se dio a la tarea de buscar al hombre; gracias a la ayuda de periodistas locales lo pudieron localizar.
Comienza la campaña de ayuda
Simonarson abrió una cuenta en Twitter a través del sitio Indiegogo con la intención de recaudar fondos y ayudar a Abdul y a su hija: la meta era reunir 5 mil dólares en 15 días. Sin embargo, en 30 minutos la meta había sido alcanzada y tras 22 horas había llegado a los 60 mil 752 mil dólares. Afortunadamente, la suma sigue ascendiendo.
La vida dio un giro radical
Al recibir el dinero, Abdul rompió en llanto y se dijo muy bendecido. Y gracias a la humildad de otras tantas personas consiguió un trabajo, casa y comida para alimentar a su pequeña. Ahora la niña ya asiste al colegio, y luce saludable y contenta. Pero esto no es todo, Abdul pretende ayudar a otros refugiados como un acto de bondad y generosidad recíproco por la ayuda desinteresada de que fue objeto.
El reto no termina
Simonarson decidió ayudar a más refugiados con la realización de varias campañas para humanizar al mundo. “Es mejor ayudar a más gente. Sin embargo, creo que muchas personas lo que simplemente quieren ver es que a alguien le cambie la vida”, dijo.
Necesitamos de otros
Todos, alguna vez en la vida, necesitamos la ayuda de otras personas para poder salir de un conflicto ya sea emocional o económico, pero no hay que esperar que la ayuda llegue para poder resolver un problema. Porque con valentía, fortaleza, fe y perseverancia se pueden conquistar los sueños.
Mas, ¿cómo superar los tiempos difíciles? No hay una fórmula mágica, de modo que sigamos esta lista de consejos y resultará más sencillo encontrar soluciones.
No busques en otro lado, lo que tienes delante.
1. Modificar pequeñas acciones
Ante la excesiva presión por los conflictos, es recomendable cambiar algunas cosas que pueden disminuir el nivel de estrés y ansiedad: ordenar la casa o el lugar de trabajo, priorizar pendientes y enfocarse en la resolución de lo más sencillo; ello contribuirá a que te sientas aliviado.
2. Rodearse de personas positivas
Aléjate de las personas tóxicas que piensan que nada es posible y que existen muchos obstáculos para conquistar una meta. Y por el contrario, busca rodearte de personas que te motiven y brinden soluciones; así podrás llenarte de energía positiva y aclarar tus pensamientos.
Nadie tiene una varita de mago, de modo que camina con tiento al analizar situaciones y actitudes.
3. Relajarse y divertirse
Si los problemas siguen en tu pensamiento y es imposible alejarlos de tu mente, va a afectar tu salud física y emocional. Es recomendable dejar de pensar en los problemas y buscar una actividad en la que puedas concentrarte en otras cosas.
4. No busques culpables
Es fácil señalar culpables cuando los problemas se presentan en la vida; pero es mejor enfocarse en la búsqueda de soluciones y alternativas en vez de, a como dé lugar, encontrar un culpable. Es momento de reflexionar sobre tus errores y aprender de ellos.
No esperes a que otras personas resuelvan tus problemas, tienes la fortaleza para conseguirlo. Y si está en tus manos ayudar a otras personas no dudes en hacerlo, recuerda que es un gran ejemplo para tus hijos ofrecer ayuda sin esperar recibir nada a cambio.