Verónica Bujeiro, a favor del diálogo entre las artes

La dramaturgia de Verónica Bujeiro es reconocida por el humor a través del cual la realidad se presenta y enfrenta al espectador con situaciones que tal vez ignora, sin embargo, su labor como periodista cultural y tallerista la ha hecho encontrar en el género una herramienta útil para otras áreas.

En entrevista con VANGUARDIA la también guionista capitalina nos habló sobre su perspectiva del teatro a nivel nacional, sus propios procesos e hizo extensiva la invitación al taller de Introducción Escritura Dramática que impartirá del 24 al 26 de octubre en de 17:00 a 20:00 horas en el Recinto Aurora Morales en el marco del Festival Universitario de las Artes de la UAdeC.

“Lo que hago en mis talleres es dar las bases de lo que hace un texto dramático, las bases que lo componen pero también la posible aplicación en otros géneros, como es el cuento, la narrativa, la novela y también la crónica”, comentó.

Como periodista cultural ha colaborado con Casa del Tiempo, ha realizado crítica teatral en la revista Tiempo Libre, en Confabulario y también en Tierra Adentro y además, como producto secundario del diplomado de Creación Literaria del INBA que cursó ha conocido colegas interesados en escribir teatro y otros géneros que se han visto enriquecidos por esta formación.

Si bien con estos cursos ha recorrido el país su práctica teatral se concentra en la Ciudad de México, cuya escena, expresó, es “diversa, yo creo que es muy similar en otros lugares; está siempre el teatro comercial, que es un tipo muy particular de teatro, con actores reconocidos de la televisión y el cine, con temáticas más ligeras y por supuesto está el teatro universitario en espacios como la UNAM o el INBA”.

“Y ahora hay como cierta tendencia a hacer teatro documental”, continuó, “hay teatro de ficción que aborda el tema de la realidad histórica de México pero también ahora hay mucho teatro documental. Esas son las vertientes que veo, además de la dificultad de siempre mantener un teatro en cartelera, los pocos espacios que hay. Y si en el DF nos quejamos de que hay pocos espacios en los estados todavía peor, ¿no?”.

Su última obra “Producto farmacéutico para imbéciles”, la cual se presentó en el Centro Cultural del Bosque en 2018 y ha tenido lecturas en otros puntos del país, se desarrolla también dentro del ámbito multidisciplinario, aunque esta aborda las artes visuales contemporáneas desde un guardia de museo que tras años de ver las exposiciones decide incursionar en este mundo mundo.

“La idea de la obra es poner al espectador frente al arte contemporáneo. Esta idea de porqué una botella es arte, esa pregunta que tenemos todos cuando visitamos un museo de arte contemporáneo”, comentó, “y yo lo llevé hacia una situación cómica en que un guardia de museo se convierte en artista justamente porque ha estado influido por lo que ve a diario”.

Conversaciones con la realidad

Bujeiro expresó que entre las principales expresiones teatrales que le llaman la atención está la de aquellas obras que dialogan con la realidad.

“Lo interesante es cómo el teatro conversa con la realidad, porque reflejarla es otra cosa. Reflejar únicamente la realidad nos dice cosas que ya sabemos, porque cuando conversa con la realidad, cuando se abre una posibilidad de indagar, qué es lo que está pasando, ese tipo de teatro me interesa muchos”, dijo.

“También me interesa el teatro que rescata o pondera el texto como literatura. Es muy difícil que la gente se interese por escribir teatro porque no somos lectores de teatro tampoco, entonces cuando hay una búsqueda poética en los textos es muy bueno, son casos raros pero también me gusta mucho”, agregó.

Asimismo encuentra fascinante aquellas instancias en que el teatro conversa con otras artes, así como lo hizo ella con la obra antes mencionada y como está buscando hacerlo en un futuro con el arte sonoro.

Dramaturgia joven

De acuerdo con sus observaciones las compañías teatrales actuales están buscando hablar de sus propios temas y por lo mismo algunos de sus miembros incursionan en la dramaturgia, con éxito variado, pero reconoce el esfuerzo que están haciendo por crear contenido original.

“Hay muy buenos esfuerzos, sobre todo porque ahora hay un auge de escuelas de artes escénicas en todo el país”, expresó.

Por otro lado considera que la formación “en las tablas”, de aquellos actores, directores, productores y dramaturgos que a base de constancia se han forjado una carrera en el teatro está a la baja y que cada vez son más los interesados en tener una formación profesional desde el inicio tras la cual puedan insertarse en el medio teatral, aunque persisten las dificultades para encontrar presupuesto y espacios para sostener temporadas de larga duración.