Islamabad, un oasis de verdor

Circulo de Oro 2021
/ 2 agosto 2014

Muy alejada del caos que impera en las urbes del sur de Asia, la capital paquistaní aparece como un oasis de verdor.

Islamabad, Pakistán.- "¡Esto no parece Pakistán!", exclaman casi todos los forasteros al ver por primera vez Islamabad, una ciudad que fue creada para ser capital de un país nuevo y que, como este, intenta seguir el plan original aunque con suerte desigual.

"A veces pasas un rato en casa y es fácil olvidarte de en qué país estás", explica Romina Portas, una italiana llegada hace tres meses a Islamabad por cuestiones de negocios y que reconoce que no se imaginaba la capital "así para nada".

Con un millón y medio de habitantes (dos, según datos oficiosos), esta ciudad de apenas medio siglo de historia sigue siendo un paraíso prohibido para la mayoría de los paquistaníes y, en general, solo los pudientes o los funcionarios destinados en la capital pueden disfrutarla.

"El precio del suelo, un 35 o un 40 por ciento más que en otras ciudades paquistaníes, ha servido para evitar la masificación de Islamabad", explica el jefe de la Autoridad de Desarrollo de la Capital (CDA), lo más parecido a un alcalde que tiene esta ciudad.

Maruf Afzal, en el cargo desde finales del año pasado, habla con mucho detalle y casi pasión de la ciudad que dirige, y de cómo se decidió su fundación a finales de los años cincuenta, cuando el joven Pakistán -creado en 1947- vio la necesidad de una nueva capital.

"La capital hasta entonces, Karachi, quedaba muy al sur, muy alejada del resto del país, y se pensó en una ciudad nueva, que ofreciera facilidades en cuanto a factores como la localización y el clima", explica Afzal.

El general Ayub Khan, que regía entonces el país, quería además un enclave más fácil de defender que el puerto meridional de Karachi ante la amenaza que representaba el poderoso y hostil vecino indio.

Tras encargarse el proyecto a un estudio de arquitectos griegos, Islamabad empezó a construirse a finales de los años 50 casi a la vez que Brasilia, la ciudad brasileña con la que a menudo se suele comparar y que también se inauguró como capital en 1960.

Del plan maestro original -"que aún se sigue desarrollando", según Maruf- queda la estructura cuadriculada de la capital, cuyos barrios siguen teniendo nombres tan poco locales como F6 o G8 y cuyas calles siguen una numeración, esta sí un poco más asiática ya los números no son del todo correlativos.

UN PLAN URBANÍSTICO PARA MANTENER LA ESENCIA DE LA CIUDAD

Ante el desarrollo descontrolado de las grandes megalópolis del sur de Asia, como Delhi, Karachi o Bombay, que se acercan a los 20 millones de habitantes, las autoridades de Islamabad intentan mantener un plan urbanístico que mantenga la esencia de la ciudad.

Ese alma de ciudad jardín, con la prioridad para la comodidad de sus residentes, se combinaba de inicio con cierto espíritu liberal plasmado, por ejemplo, en la sala de fiestas del primer hotel de la ciudad, un inmueble que hoy aloja el Ministerio de Asuntos Exteriores.

"El Sharazad tenía una sala de fiestas como las de Karachi o Lahore, y en Melody Market -uno de los bazares del lugar- se podía comprar alcohol sin problema", explica un veterano residente, Samir Khan, quien ha visto crecer la capital desde el principio.

La prohibición de la venta del alcohol y la islamización del país durante el régimen del general Ziaul Haq dejó su huella en Islamabad, donde, como en otras ciudades, algunas diversiones pasaron exclusivamente al ámbito privado.

"Como casi nadie vive aquí permanentemente, no hay miedo a que alguien de tu familia te vea en una fiesta o haciendo algo que en tu lugar de origen sería totalmente inadecuado", explica Khan, propietario de alguno de los inmuebles más antiguos de su sector, F7.

La capital creció rápido de acuerdo al plan original y "los primeros que vinieron a vivir fueron los funcionarios", según explica este vecino, que recuerda que hasta finales de los años 80 "nadie decía siquiera que fuera de Islamabad"

En realidad eso todavía pasa y nadie es realmente de la capital, casi todo el mundo está de paso, empezando por los miles de extranjeros -se rumorea que solo la embajada estadounidense emplea a una 2,000 personas- y parte de los 100,000 funcionarios oficiales.

"La gente empezó a venir a vivir a finales de los años 80 y en los 90, se desarrollaron nuevos sectores y se edificaron muchas casas para gente con dinero que buscaba tranquilidad", explica Samir Khan, propietario de varios inmuebles en la ciudad.

Hoy la capital crece "siguiendo el modelo de ciudades diferentes como Bogotá o Estambul", según Maruf, ya que estas revelan soluciones novedosas para algunos de los problemas que también tiene Islamabad, entre otros el tráfico o la escasez de agua.

"Muchas viviendas se han ido dividiendo y el número de familias por metro ha aumentado", explica el responsable de la CDA, que ve inevitable que el paisaje de amplias casas de dos plantas empiece a dejar paso a los edificios de varias plantas.

"Pero queremos que Islamabad conserve su naturaleza de ciudad verde, confortable y que no se llene de coches", recalca Maruf, que detalla los planes para inaugurar en unos meses un moderno servicio de autobuses rápidos hacia la vecina ciudad de Rawalpindi, esa que marca el inicio del "verdadero Pakistán", a diez kilómetros.

Otro de los problemas a los que Islamabad no ha podido escapar es al crecimiento de la violencia, un fenómeno al que la capital fue casi ajena durante décadas, "aunque ya en 1979 hubo un primer ataque a la embajada de EU.", explica Samir Khan.

Entonces, el enclave diplomático, que hoy alberga el grueso de las legaciones con enormes medidas de seguridad, era un espacio abierto y casi sin vigilancia.

Islamabad ha cambiado mucho en el último lustro, sobre todo a raíz del atentado contra el lujoso hotel Marriott que en 2008 costó la vida a medio centenar de personas, y las medidas de seguridad han desfigurado el rostro de una ciudad con amplias avenidas y espacios no pensados para ser rodeados de alambradas.

Es difícil no dibujar un paralelismo entre el país y su capital -"es verdad, Islamabad es en cierto modo un símbolo del país", admite su 'alcalde'-, ya que tanto una como otro fueron productos de diseño que no han logrado desarrollar su plan maestro, pero que no cejan en el empeño. 

DESTACADOS:

++ Islamabad empezó a construirse a finales de los años 50 casi a la vez que Brasilia, la ciudad brasileña con la que a menudo se suele comparar y que también se inauguró como capital en 1960.

++ Con un millón y medio de habitantes, esta ciudad es un paraíso prohibido para la mayoría de los paquistaníes y, en general, solo los pudientes o los funcionarios destinados en la capital pueden disfrutarla.

++ Hoy la capital crece siguiendo el modelo de ciudades diferentes como Bogotá o Estambul.

Por Pau Miranda/EFE-Reportajes

Agencia de noticias internacional fundada en Burgos el 3 de enero de 1939. El entonces ministro del Interior, Ramón Serrano Suñer, impulsó la creación de la agencia, en la que participaron activamente: José Antonio Jiménez Arnau, Manuel Aznar Zubigaray y Vicente Gállego.

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