Carlos Pellicer, el gran representante de la lírica mexicana moderna
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México.- Carlos Pellicer, poeta mexicano perteneciente al grupo de los Contemporáneos y considerado como uno de los espíritus más religiosos de la lírica mexicana, dada la diversidad de su obra y labor en la educación, murió el 16 de febrero de 1977.
Su obra nos traslada y pone en contacto con la naturaleza y un ejemplo de ello es su antología "Colores en el mar", la cual transmite calidad humana debido a su gran sensibilidad y pasión por los viajes.
Carlos Pellicer Cámara, "el poeta de América", y autor de una vasta obra, siempre se refirió a este continente por su gran visión latinoamericana. Su compromiso fue construir la identidad original y lograr la independencia intelectual, dada su intensa labor en la educación y alfabetización.
Pellicer nació el 4 de noviembre de 1899 en Villahermosa, Tabasco, a cuya tierra amó e inspiró su obra, así como a la admiración a su madre, de quien recibió las primeras letras. Fue esta misma quien le enseñó a leer versos y a ejercer actos de bondad, que más tarde plasmaría en sus obras.
Cursó sus estudios primarios en la Ciudad de México. En 1909, por situaciones políticas, su padre se enlistó en el ejército constitucionalista y la familia se mudó a la ciudad de Campeche, donde el joven trabajó en la venta de dulces y comenzó a escribir sus primeros sonetos.
Más tarde se trasladó a la Ciudad de México donde consiguió una beca para poder continuar sus estudios en el Instituto Científico de San Francisco Borja, pasando penurias para poder estudiar.
Al terminar la preparatoria continuó sus estudios en Bogotá, a donde fue como agregado universitario del gobierno del entonces presidente Venustiano Carranza.
Aún adolescente, su producción literaria aumentó en calidad y cantidad, colaborando para la revista "El estudiante", "Gladios" y "San-Ev-ank".
Representó a la juventud estudiosa de México en Venezuela y fundó la Federación de Estudiantes Colombianos en Bogotá.
De 1928-1931 trabajó con un grupo de escritores que publicaban la revista "Contemporánea", en la que participaba con José Gorostiza, Jaime Torres Bodet y Salvador Novo, entre otros.
Fue un gran colaborador de José Vasconcelos. Luego, en 1930, se unió al movimiento vasconcelista y fue encarcelado ese mismo año logrando su libertad meses después.
Dada su ideología política rechazó al imperialismo norteamericano, admiró a Simón Bolívar, fue carrancista y antifranquista.
En su labor y amor a su patria realizó una importante labor de alfabetizador, además de ser profesor de Literatura e Historia, y catedrático de poesía moderna en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Así como director del Departamento de Bellas Artes durante cuatro años, lo mismo que investigaciones en la rama de la Arqueología.
También se especializó en Museología, creando además el Museo Parque de La Venta, Centro de Cultura Olmeca, la Casa-Museo Frida Kahlo y el Anahuacalli de Arte Prehispánico.
Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua desde 1953 y en 1964 nombrado presidente del Consejo Latinoamericano de escritores en Roma.
Amante de la naturaleza en toda su expresión, Carlos Pellicer Cámara murió en la Ciudad de México el 16 de febrero de 1977 y sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres.
Entre sus libros de poemas destacan "Colores en el mar y otros poemas" (1921), "Piedra de sacrificios" (1924), "Camino" (1929), "Hora de junio" (1937), "Ara virginum" (1940), "Recinto y otras imágenes" (1941), "Subordinaciones" (1948), "Sonetos" (1950), "Práctica de vuelo" (1956) y "Con palabras y fuego" (1963).
Pellicer es el poeta del trópico, el cantor de los grandes ríos, de la selva y del sol; es el poeta de los recintos cerrados, las emociones íntimas y la sensualidad, y está considerado como uno de los espíritus más religiosos de la lírica mexicana moderna.