Sonia Amelio, ejemplo de tenacidad que ha honrado el nombre de México

Entrevistada en ocasión del próximo Día Internacional de la Mujer, que se celebra este 8 de marzo, la "Prima ballerina" reconoció que llegar hasta donde lo ha hecho no ha sido nada fácil, ya que siempre tuvo que enfrentar diversas trabas de parte de sus propios familiares, amigos y profesores.

Ello, expuso Amelio, quien hoy por hoy es la mejor crotalista del mundo, la orillaron a demostrar en todos los ámbitos en los que se desarrolla (directora de orquesta, coreógrafa y actriz) que si se quiere se puede llegar a ser el o la mejor.

"Hoy algunos de ellos ya no existen y donde estén, están convencidos de que de alguna u otro forma tenía razón. Incluso, he logrado imponer un estilo, que puede o no gustar dentro de la música y la danza clásica, pero que ahí está", afirmó.

La artista, quien ha llevado el nombre de México a todos los rincones del planeta, con presentaciones en países como Egipto, Etiopía, Hong Kong, India, Israel, Japón, Kenia y Vietnam, destacó el cúmulo de emociones que ha vivido, entre ellos su primera lágrima sobre el escenario, a los seis años, cuando debutó como pianista en Bellas Artes.

"Todos mis esfuerzos dieron fruto desde muy temprana edad. Esa fue mi primera emoción intensa, no me cupieron las lágrimas al sentirme frente a un público y sobre todo con un reto de salir adelante", explicó.

Amelio, a quien el pasado 29 de febrero, el municipio de Acapulco, Guerrero le rindió un homenaje por 50 años de trayectoria artística, habló también de su vida personal y destacó que desde hace más 24 años está casada con el jurista Luis de la Hidalga.

En ese matrimonio, dijo, no se procrearon hijos, pero ella ve en su gata, sus canarios y sus montajes, a sus "bebés".

"No me duele no haber tenido bebés, esa fue una decisión propia y la tomé conscientemente. Me dedico de seis a 10 horas diarias al ballet, entonces a qué horas le podría dedicar a una criatura algo, creo que no sería justo verla sufrir por no darle tiempo.

"En cambio, tengo otros hijos; más de 70 obras montadas que no me llevan siete, ocho o nueve meses de embarazo, sino hasta un año prepararlas, entonces es un parto el crear una obra como las que realizó y que conjugan varias disciplinas", destacó.

Mujer de retos; tenaz, inteligente y sobre todo optimista ante las adversidades, reveló que no hace otra cosa más que dedicarse a lo que más le gusta: "el arte".

"Me levanto, desayuno y entro a mi estudio como a las 10 de la mañana; salgo a las tres de la tarde y si tengo tiempo me meto a la alberca; más tarde tomo mis alimentos y cerca de las cinco de la tarde estoy de nuevo en mi estudio hasta las ocho de la noche", anotó.

Allí, se dedica a la práctica del piano, la música, las coreografías; revisa la iluminación o las partituras y todo lo que tenga que ver con sus espectáculos. Esa es la vida de Sonia Amelio incluyendo los sábados, comentó.

El resultado de tantas horas de esfuerzo y dedicación es la calidad en la interpretación de cada una de sus notas, que con una magistral técnica y exquisita estética musical reflejada en los rítmicos movimientos de sus brazos y piernas.

Con la fortaleza y amabilidad que la caracterizan, Amelio es siempre bien recibida donde quiera que vaya alrededor del mundo, incluso en los Centros de Rehabilitación Social, donde, dijo, sus presentaciones son "una señal de esperanza y de ilusiones".

"Mi mensaje es el arte, pues si no se mitigan en él las penas, muchas de las veces se olvidan", anotó.

A propósito del Día Internacional de la Mujer, Amelio se congratuló por los avances que en diferentes disciplinas ha tenido este sector de la población en los últimos años.

En su opinión, "el gran reto de la mujer en el siglo XXI es continuar incursionando en más campos, como la ciencia, la cultura y la política, ámbitos que a mediados del siglo pasado estaban prohibidos para las damas y que hoy representan un abanico de oportunidades para este sector de la sociedad".

Elegida en 1987 como la Mujer del Año, tras debutar como directora de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, dirigiéndola al propio tiempo de sonar los crótalos con arrollador éxito, se dijo admiradora de las mujeres indígenas, por su feminidad y por su amor a la familia.

"Son mujeres que hoy aguantan la desigualdad con el sexo opuesto. Esas mujeres merecen toda mi admiración y respeto; creo que hay que sacarlas de ese hoyo, de ese agujero, para que puedan gozar a la par de la pareja y de los hijos, y no en un lugar aislado; la mujer indígena es muy especial", concluyó.