Para controlar tu dieta, primero controla tus emociones

Ciudad de México (elsemanario.com).- Al comer, lo mas común es que se elija hacerlo por gula, aburrimiento, tristeza, para celebrar, porque sabe bien. Cualquier motivo es adecuado y son pocas las ocasiones en las que una persona ingiere alimentos porque su cuerpo lo solicita.

Vivimos en un modo de comer inconsciente, aunado a que la mayoría de los individuos no cuentan con un plan de alimentación (en el que se prevea lo que se va a ingerir, la calidad de esos alimentos o las horas en las que se tiene tiempo para cocinar), las personas no tienen un control sobre la regulación de sus alimentos y esto las lleva a la ingesta compulsiva que busca anular algún tipo de emoción que se este sintiendo como tristeza, enojo, ansiedad, soledad, etc.

En algunos casos este comer emocional llega a durar periodos de hasta dos horas en las que se obliga al cuerpo a comer, aun cuando ya está completamente satisfecho y la ingesta es inclusive dolorosa. El problema con esta clase de sobrealimentación, no solo radica en el aumento de peso por la cantidad de calorías extra, daña profundamente el estomago y tiene estragos en los intestinos.

Cuando se está comiendo por las razones equivocadas, no se busca ingerir alimentos saludables, en cambio esta actividad suele dirigirse a alimentos altos en azúcar y grasas porque se busca satisfacer con ese objeto placentero externo, alguna sensación desagradable interna.

Pruebas realizadas con resonancias cerebrales han demostrado que la forma en la que se ve el cerebro es un reflejo de cómo es usado, las personas que tienden a ser en extremo indulgentes consigo mismos y con la comida que ingieren, presentan un crecimiento significativo de su amígdala (parte del cerebro que regula el estrés); bajo tratamiento lograron hacer que esta redujera su tamaño y por tanto su capacidad de aceptar los neurotransmisores responsables del estrés.

Ellos también percibieron un aumento en la memoria, la capacidad de aprendizaje, concentración y la toma de decisiones a medida que aprendían a regular sus emociones. Estudios de la Universidad de Almeria, en España, sugieren que la principal causa de los atracones se debe a que mientras se come, se libera una sustancia química llamada orexina, este es el neurotransmisor encargado de enviar al cerebro mensajes relacionados al proceso de nutrición, le dice si el cuerpo aun tiene hambre o esta satisfecho. Una vez que el ciclo de la buena alimentación ha sido dañado la orexina se multiplica y esto manda el mensaje al cerebro de que necesita más comida porque el cuerpo aun no esta satisfecho, generando todo un círculo vicioso que perpetua este proceso.

Este problema afecta al 3.5 por ciento de la población femenina y al dos por ciento de los hombres en Estados Unidos, todos ellos se caracterizan por tener baja autoestima, sufrir o haber sufrido algún tipo de abuso físico o sexual, ambientes familiares negativos o auto percepción negativa. Entre algunas de sus características de alimentación se presenta:

-Comer solos por vergüenza a que alguien vea la forma en la que ingieren alimentos.

-Ingerir comida durante la madrugada, durante dos o más horas de forma continua, cuando el cuerpo manda señales de dolor.

-Sensaciones de asco o sentimientos de desagrado con su persona por haber comido demasiado.

Los químicos que son responsables de nuestras emociones, también pueden ser la solución para conocer los alimentos con los cuales intentamos compensarlas:

Enojo- suele generar un deseo de consumir carnes o comida crujiente/ frita.

Tristeza- provoca ingerir comidas dulces, chocolate o cualquier cosa que eleve la energía y mantenga niveles altos de serotonina.

Ansiedad- busca comida suave y dulce como paletas de hielo o bebidas azucaradas.

Estrés- su compensación requiere por lo general de comida salada.

Soledad- se ingiere comida que llene como galletas o pastas.

Al controlar las emociones es posible entonces llegar a controlar la alimentación. El aumento de peso esta relacionado con una pobre conexión entre el cuerpo y la psique, la grasa acumulada es un escudo entre el individuo y el mundo que le resulta estresante y conflictivo. Algunas recomendaciones prácticas para comenzar el proceso de auto control son:

-Desestresa tu cuerpo con endorfinas, el ejercicio satura al cerebro de químicos necesarios para liberar la ansiedad y reducir la tristeza.

-Haz que las comidas trabajen a tu favor, elige alimentos que te provean de algún extra para tu organismo, por ejemplo el pavo y los ácidos grasos omega-3 (encontrados en el pescado) aumentan tus niveles de serotonina, elevan tu buen humor y combate la depresión.

-Guarda el sabor, no esta mal consumir alimentos indulgentes pero al hacerlo disfrútalos, mastícalos lentamente, saboréalos y de ser posible elige recompensarte con algo delicioso y bueno para ti como el chocolate oscuro.

-Duerme, esto mantiene a tu cuerpo delgado pues cuando no recibe al menos siete horas de sueño busca otras formas de compensar su falta de energía.