El número más erótico que existe: la historia del 69
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En realidad no se sabe en qué punto se comenzó a realizar esta postura sexual; pero para algunos, esta práctica representa una nivelación del yin y el yang
El 69 es un número erótico por excelencia, dice la revista quo.es. Fue en Francia cuando el escritor surrealista Raymond Queneau aseguró que "uno más uno es 69: dos personas entrelazadas una sobre la otra, específicamente sobre su sexo".
Una frase que describe perfectamente una práctica sexual ya conocida; mismo número que durante la revolución sexual, que inició en los años sesentas, se volvió iconoclasta de mayo del 68, cuando en una bandera se leía: "¡La imaginación al poder! ¡El 69 al poder!".
Justo cuando llega 1969, el cantante francés Serge Gainsborough, junto con Jane Birkin cantan "¡69: año erótico!" Y a partir de ese momento la expresión se vuelve internacional y empieza a ser usada en todo el mundo, como si desde siempre hubiera existido; probablemente es sólo la mejor manera de describir dicha pose sexual.
Dentro de este número, hay un gran peso respecto a la revolución sexual y sobre todo, frente a la liberación femenina, pues no existe postura alguna que suponga mayor igualdad; arriba o abajo, no importa. De hecho, se realizaron teorías sobre el placer que produce esta postura, que se practica desde hace muchos años; como prueba la litografía de Achille Deveria, que presenta a una pareja practicando la pose cuando aún ni siquiera tenía nombre.
Para 1869, Doré dibuja la misma postura y en 1880 nuevamente aparece en un relieve de bronce alemán, pero con dos mujeres.
A partir del siglo XX, cada vez es más común la aparición de la imagen y en los setenta el término logra entrar al mundo de la literatura; se pueden leer entonces diversos testimonios unidos a la revolución femenina, donde muchas mujeres aseguraron que la pose les gustaba porque les permitía tener -cuando estaban arriba- mayor control sobre lo que hacen.
Por otro lado, en la India, hace más de 2 mil años que ya se practicaba, pues hoy en día se pueden apreciar esculturas representando diferentes posiciones de lo que hoy conocemos como el Kama Sutra, por ejemplo en el templo Laksmana de Khajurabo, que fue construido en el siglo X a. de C.
Mientras tanto, en algunas partes de Europa, durante la Edad Media, esta práctica resultaba simplemente inconcebible, pero constituyó una de las prácticas fundamentales del taoísmo, pues es con el 69 que fluyen armónicamente el yin y el yang; para quienes practican el sexo como un camino religioso, esta práctica recíproca nivela, integra y regenera el cuerpo y la mente.
Y es así como en todas partes del mundo, aceptada o no, esta actividad representa uno de los mayores placeres sexuales del hombre, por lo que ha sido representada en diferentes formas artísticas para recordarlo.
Por De10.mx